27 de junio
Llegamos en avión desde Berlín. El apto y la cama son chiquititos, pero está completo y razonablemente bien ubicado.
28 de junio
Hicimos un paseo a pie por lugares tradicionales de París. Empezamos por la Plaza Trocadero para ver la vista de la Torre Eiffel, seguimos con una subida a la torre después de 2 horas y media de cola. pero la vista vale la pena, sobre todo porque la visibilidad era buena. Después paseamos por el Campo de Marte, Les Invalides y Los Campos Eliseos hasta el Arco de Triunfo. Lo subimos (notarán que hablo en plural, a pesar de sus 275 escalones). La vista valió el esfuerzo y los Euros que hubo que pagar.
Aquí también está lleno de musulmanas (también debe haber musulmanes hombres, pero no es tan fácil distinguirlos solo por la vestimenta). Se están desparramando por el mundo, pero no se integran a los países donde se instalan, a pesar de ser ya 2da o 3era generación y dominar bien el idioma.
29 de junio
Cuca quiso ir al Museo de Orsai, pero no me agarró. Me dio 3 horas libres por París. Como este mail lo lee Cuca, cuento sólo lo que hice que ella puede enterarse. De entrada fui al Museo de Rodin. Noooo, no se asusten que no conseguí tiempo libre para meterme en un museo. Fui solo al jardín del museo. Tiene lindas vistas de la Torre Eiffel, de la cúpula dorada de los Invalides, que caben en la misma foto con el pensador de Rodin y las rosas del jardín. Es una linda combinación de jardín con esculturas. Aprovechando el próximo recorrido tomé la línea 14 de metro que es la última construída y supermoderna. Los andenes tienen mamparas para que la gente no se pueda caer, con puertas que coinciden con las puertas de cada vagón. Además, no tiene conductor. Es todo automático. Yo me senté en los asientos de adelante, como ocupando la posición del conductor. Es emocionante cruzarse en la oscuridad con el tren que viene en sentido contrario. Lo que no entendí es porqué cada tanto veía una luz verde como indicando que puedo seguir. ¿Si llega a ser roja, quién lo frena? ¿yo?
A continuación fui al Cementerio Pere Lachaise. Está recomendado por la guía, tiene muchos famosos enterrados ahí, está muy arbolado, pero no tiene nada especial.
Volví a encontrarme con Cuca. Llegué tarde y me retaron. No sé si me creyó la explicación que le di.
Caminamos por el Jardín de las Tullerías, la Place de la Concorde, El Louvre (por afuera) y el jardín del Palais Royal. Después fuimos a La Saint Chapelle. Es la 3era vez que voy, y la 3era vez que me sorprenden la belleza y luminosidad de sus Vitraux. Se ve que tengo mala memoria. Después fuimos a Notre Dame donde presenciamos una misa. Con tanta iglesia, capaz que vuelvo católico.
Incluyendo combinaciones, tomé 13 subtes en el día. Hay que caminar muchísimo para hacer las combinaciones entre una y otra línea. Se pierde tanto tiempo caminando bajo tierra como andando en el tren.
30 de junio
Empezamos en
La Defense, que es el barrio moderno de París, el de los rascacielos. Todas las
grandes ciudades tienen una zona así. La ventaja de París es que lo
planificaron, y lo hicieron lejos del centro. Y por ello, tuvieron espacio para no hacer todos los edificios
pegados, y pudieron dejar una amplia avenida central, con plazas, explanadas,
fuentes y espacios verdes.
Seguimos con
la manifestación de los LGBT (para los incultos, les explico que son las
iniciales de Lesbianas, Gays, Bi y Transexuales). Fuimos al punto de comienzo
del desfile, en Montparnase. Al igual que lo que vimos en Berlín, se veían
pelos y peinados de todos colores, vestidos y disfraces muy vistosos, algo
menos de piercings. Vimos las mismas actitudes en público de las parejas. Las
diferencias fueron: La cantidad de gente, que acá era varias veces superior a
la de Berlín y la organización; acá se veían muchísimos camiones contratados
por grupos activistas, muy adornados, muy bulliciosos, mientras en Berlín era
gente que iba por las de ellos. También acá había menos mamados y drogados, y
no pateaba envases vacíos. No sé si será que acá estuve al comienzo de la
manifestación, a las 14 horas, y al llegar la noche….
Por las
dudas, aclaro que no armé el itinerario para asistir a estas manifestaciones. Simplemente,
estas fiestas cayeron dentro de mi itinerario, y me alegro, porque me brindó
oportunidad de ver cosas que es imposible encontrar en el pacato paisito.
Después
fuimos al barrio Le Marais, donde vimos muchas mansiones del siglo 17. En
particular nos gustó la Plaza de los Vosgos, que es un recinto cuadrado,
rodeado de grandes mansiones del siglo 17, todas iguales. En el centro de la
plaza, sobre el pasto, había mucha gente joven disfrutando del día lindo. Es el
equivalente parisino de ir a la playa. Se ve muchísima gente por todos lados
(calles, plazas, subtes, etc). Debe ser por ser sábado de buen tiempo.
Terminamos
en la Plaza de la Bastilla, donde está la Ópera que hizo famoso al Arq. Ott. No
me llamó la atención.
Con lo
anterior, por el día, para Cuca fue suficiente. Como yo tenía resto, conseguí
permiso para salir de noche, a ver si encontraba la papusa del Barrio Latino
que cantaba Gardel. Estaba lleno de papusas y de todo tipo de gente, caminando
por las callecitas peatonales y llenando todos los boliches con las típicas
mesitas mirando hacia la calle. Se ve que por acá no llegó la crisis. Pero
parece que tampoco por España, porque se oyen a muchos españoles paseando.
Llama la atención
en París, la cantidad de parejas con un integrante negro y uno blanco.
1 de julio
Hicimos un
recorrido en barco por el canal San Martín de 2 horas y media. Es un canal que
mandó construír Napoleón entre 1806 y 1825. Une La Bastilla con el Parque de la
Villette, donde entronca con otros canales. Es interesante porque, como es en
desnivel, en el recorrido pasamos por 4 exclusas. Además tiene un tramo de 2 km
en túnel, y hay puentes giratorios y levadizos que se mueven para que pasemos.
Las vistas no son espectaculares.
Después,
suguiendo las letras de los tangos de Gardel, fuimos a Monmartre. Subimos en
funicular a la Iglesia del Sacre Coeur, que se destaca desde todo París por su
ubicación, tamaño y blancura. Subí los 300 escalones hasta su cúpula, pero la
vista no es mejor que las otras vistas de París que ya vi. Cerca, recorrimos la
Plaza de Tentre, llena de artesanos, pintores, retratistas, caricaturistas,
boliches y gente y gente y gente…..
Terminamos
el día en los Jardines de Luxemburgo, agradables con sol y también muy
concurridos.
Hoy me llamó
la atención la cantidad de negros africanos que vestían trajes típicos, largos,
muy coloridos, muchas veces bordados, y con gorro. No sé si será porque en las zonas en que anduve hay más negros, o que
se pusieron la ropa de gala porque es domingo.
París me
gusta, pero no me muero por París. Sé que me van a criticar por lo que digo. Pienso
que París fue la capital del mundo hasta las primeras décadas del siglo 20. Por
eso los tangos de Gardel hablan de París. Por eso se enseñaba más francés que
inglés. Esa hegemonía que fue perdiendo, quedó en el imaginario de la gente y
en las estrellas que les ponen las guías turísticas. Hasta el Metro de París
quedó obsoleto frente a otras ciudades. Repito: No digo que no me guste, pero está
sobrevaluado por muchos. Ayyy! No me
peguen.
2 de julio
Una vuelta
corta por La Ópera, Place Vendome, Rue St. Honore y la Madelein. La rue St
Honoré es la de las marcas caras. Se ven precios como 2100€ un traje, traje de
fiesta de mujer a 7930€ y relojes a casi 14.000€
Vamos al
Aeropuerto para ir a Barcelona.
Fin de París
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