lunes, 28 de mayo de 2012

ITALIA 2012

29 y 30 de mayo
12 horas de avión a Madrid, tren de una terminal de Barajas a la otra, avión al aeropuerto de Roma, tren a Roma, tren Frecciarosa a Nápoles (un tren que de a ratos pasaba de 300 km/h y no descarrilaba, era como el sueño del Pepe), con largas caminatas en los enormes aeropuertos.
Nos instalamos y Cuca quiso descansar, pero yo, cansado y todo, no me aguanté y salí a caminar solo
por el centro, y tome un funicular que me llevó al Castel St Elmo, donde hay excelentes vistas de las bahías y del Vesubio. Vi las callecitas angostas (llamadas Vico) con ropa tendida entre 2 apartamentos enfrentados. Se ve que con la ropa son muy limpitos, porque las calles son una mugre. Pero el día que las límpien dejará de ser Nápoles. Por muchos lados se ven fotos y recuerdos de Cavani.
Confirmo que recibo SMS que se envíen al 098601678. Puedo enviar, pero enviaré pocos para cuidar el saldo.
Ahora escribe Cuca: Ci sono tanti neri vicino al hotel che non sapiamo se siamo a Napoli o in Africa.
31 de mayo
De mañana levantamos el auto. Por internet había averiguado que todas las alquiladoras tanas, después de entregar el auto, te cargan en la tarjeta más de lo que correspone. Por eso alquilé en Hertz que es americana. Y debe ser por eso que en lugar de andar por Italia en un Fiat, ando en un Ford K.
Los viejos siempre nos quejamos que no podemos esto y aquello, pero hoy nos alegramos de ser viejos, porque fuimos a ver Pompeya y entramos gratis. Vimos templos, casas, teatros, villas, foros y hasta un lupanar, que traducido al rioplatense quiere decir quilombo. En la entrada de cada pieza había un dibujo con las habilidades de cada chica, y adentro de la pieza una cama de piedra. Se ve que desde el 79AC la humanidad progresó solo en la fabricación de camas, porque en lo otro no hay nada nuevo. Pompeya es el mejor lugar para imaginarse como funcionaba una ciudad romana, porque está todo tal como era hace más de 2000 años, porque quedó protegido por la lava. La caminamos durante 6 horas.
Luego quisimos ir a un lugar recomendado por la guía como de buena vista. Nos perdimos varias veces y no llegamos, aunque también vimos lindas vistas y pasamos por lindos pueblos. Son carreteras angostísimas y en todo momento parece que vas a chocar de frente, porque el tano que viene de frente no frena, pero siempre se termina con un finito. Cuando se hacía tarde y seguíamos perdidos, le dije al GPS que me lleve al hotel y me llevó derechito. Sin GPS nunca hubiera llegado.
El hotel es bárbaro. Pa los contras que siempre me critican. Living Comedor, Cocina completa, Baño, Dormitorio, Enorme Terraza con vista a Sorrento, al mar y a las puestas de sol desde un lugar muy alto.
1 de junio
Día dedicado a la Costiera Amalfitana. La recorrimos toda. Paramos en todos los lugares en que había linda vista y además tenía lugar para esconder por lo menos el 70% del auto fuera de la faja pavimentada (los italianos son menos exigentes que yo). También paramos, pagando, en Vallone di Furore, Gruta de la Esmeralda, Amalfi y Ravello.
En Vallone di Furore hicimos una linda caminata por la orilla del mar.
La Gruta tiene agua de mar, se accede en descensor desde lo alto, porque la conexión con el mar es sólo submarina. Por eso el color esmeralda que tiene, porque se ilimina con la luz del sol después de haber atravesado el agua. Paseamos en bote con un remero tano que se creía un gondolero y nos cantaba.
En Amalfi recorrimos el Lungomare (rambla) y la calle principal. Todos los pueblos de la Costiera se desarrollan en vertical, ya que así es el terreno. Tienen calles muy angostas y edificios que a veces se unen por arriba de la calle. Son muy pintorescos.
Ravello está más lejos de la costa, aunque con hermosas vistas  de la costa que se aprecian desde 2 hermosos jardines que visitamos: Villa Rufolo y Villa Cimbrone.
La Costiera es una carretera muy angosta, en general con el precipicio de un lado y una pared vertical del otro. Tiene una sucesión de curvas y contracurvas, algunas de 180º y separadas por 50 mts en promedio. Algunos tanos estacionan sus autos con más de la mitad del mismo dentro de la ruta, con lo que no se pueden cruzar 2 autos. También hay casas que angostan la ruta. Y para peor también circulan ómnibus y motos. Y está lleno de subidas y bajadas. Yo ando entre 2da y 3era. Nunca pongo 4ta. Y ando despacio porque Alicia me lo ordenó por SMS. Pero a pesar de todo, contra lo que me aconsejaron por varios lados, la mejor forma de conocer la Costiera es en auto.
Mientras escribo esto estoy disfrutando un Limoncello original bien helado, que está riquísimo, casi tanto como el mío.
2 de junio
Dedicamos la mañana a Positano, que es la más típica, recomendada y visitadas de la Costiera Amalfitana. El estacionamiento cuesta 5€ la hora. Estuvimos 2 horas. Volvimos a almorzar al albergo. Comí porotos a 0.60€ la lata, atún a 0.70€ la lata con una vista de las recomendadas por la Guía Michelin desde la terraza de nuestro apartamento.
De tarde recorrimos la península de Sorrento incluyendo un mirador con linda vista de Sorrento, el Vesubio  y la Bahía de Nápoles. Luego recorrimos la ciudad de Sorrento, que es muy agradable para pasear, pero sin nada importante a destacar.
3 de junio
De mañana vamos al aeropuerto de Nápoles y devolvemos el auto. Vamos al puerto de Mergellina y en 4 horas y media de aliscafo llegamos a Strómboli, disfrutando la vista de la Bahía de Nápoles con el Vesubio y Sorrento y pasando cerca de Capri donde vimos los Farallones. Previamente los del ByB donde nos íbamos a alojar llamaron a mi celular de Montevideo y quisieron hablar con Alicia en italiano. Tuvieron suerte que justo estaba con Rafael y se entendieron y les dio nuestro celular. Nos llamaron y era para irnos a buscar al puerto. Por suerte, porque yo tenía mal las coordenadas en el GPS y me hubiera costado mucho llegar. Nos llevaron en el vehículo típico de la isla, que es como una moto que atrás tiene 2 ruedas, y una caja con asientos. Es apenas centímetros más angosta que el ancho de pared a pared de las callejuelas por donde transita. Por ello, en algunos lugares, las paredes están rayadas por las cajas de esos vehículos. Es una isla sin autos. Se ven también motonetas, motonetas eléctricas y como carritos de golf eléctricos.
El atractivo de la isla es el volcán, que cada 10 o 20 minutos aproximadamente escupe ruidosamente ceniza incandescente que vuela y cae lentamente. Hicimos una excursión nocturna para verlo y justificó la escala en Strómboli. Permanentemente sale humo. Además era una noche muy serena y de luna llena, muy linda para andar embarcado. A la vuelta cenamos pizza y calzone con vista al mar que reflejaba la luna. Esta vez, la vista me salió bastante más cara, ya que entre los 2 gastamos 30€. La caminata por las calles angostas cuya única iluminación era la luna fue muy linda, lástima que en repecho (casi 100m de desnivel.
El único atractivo de la isla es ver las explosiones del volcán. Muchos lo hacen mejor que nosotros. Suben los 930m del volcán al atardecer y las ven de al lado. Pero no me animé ni a planteárselo a Cuca.
5 de junio
Paseo corto por el centro de la ciudad de Stromboli y viaje en Aliscafo a Lípari.
De tarde paseo por la parte de Lipari sin repechos. Luego Cuca fue al supermercado y yo a la parte alta a ver las vistas, y a caminar perdido en el laberinto de vicos (calles angostas, con escalones)
6 de junio

Paseo por el día a la isla Vulcano, que está a 10 minutos de aliscafo desde Lipari.
Subimos al borde del cráter del volcán. Por suerte no entró en erupción. Tuvimos que subir 290m en vertical. Bien por Cuca que subió en 1h 3min, apenas superando en 3 min la hora que estima la guía. Y el esfuerzo valió la pena. Se ven las islas de Lípari, Salina, Panarea y Strómboli, y a lo lejos se ve el Etna. Y el cráter en sí es espectacular. En muchos lugares salen vapores sulfurosos calientes, que condensan cristales de un amarillo intenso en las rocas circundantes. Y entre esos vapores anduve (1era persona del singular) caminando, oliendo su olor asqueroso y penetrante. Terminamos todos sucios de polvo. Adivinen quien lavó la ropa.
Después fuimos a un lago de barro donde me bañé. Es un lago poco profundo donde se ven aflorar burbujitas. El barro está a 30º. Si se toca el fondo en los lugares que brotan las burbujitas, uno se quema la mano. Dicen que ese baño te cura todas las enfermedades de la piel, de las articulaciones y de no sé que cosa más, pero yo no les creí. A continuación fui a un jacuzzi natural. Es una bahía del mar donde en varios lugares salen gases calientes, por lo que el agua está templada. Y si te ponés arriba de uno de esos lugares sentís el mismo efecto que el chorro de un jacuzzi. Pero no podés estar mucho rato porque los gases son venenosos.
También paseamos por una playa de arena negra.
Ahora estamos en el hotel y Cuca me encargó una misión imposible: que lave el traje de baño hasta sacarle el olor a azufre. Tenía razón la guía cuando afirmaba que no salía nunca más.
6 de junio
Viaje en Aliscafo de Lipari a Milazzo, en Sicilia. Levantamos un Fiat Panda y arrancamos para Cefalu. La autopista está llena de túneles, uno atrás del otro, y algunos de hasta 3km de largo. Cefalu nos gustó mucho. La ciudad vieja está en una rinconada entre una montaña y el mar y es muy pintoresca. Las callecitas muy típicas y la iglesia es del 1240. También tiene playa de arena, pero no fuimos.
Después nos alejamos de la costa y fuimos a Enna. Es una ciudad construída arriba de un cerro. Nos subimos a la torre más alta del castillo que está en la parte alta de la ciudad. Una vista espectacular de Enna, de Calascibetta, que es un pueblo muy pintoresco que está en la parte alta de la montaña de enfrente. También se ve el Etna.
Después intentamos ir al Hotel en Piazza Armerina y nos perdimos porque estaban mal la latitud y la longitud que me habían dado, el GPS nos llevó a cualquier lado, en el medio de la nada. Por suerte le preguntamos a un tipo y nos dijo que lo sigamos, y demoró como 15 minutos en auto para llevarnos al lugar correcto.
El sereno del hotel es uruguayo, de Colón, y nos dijo que fue el responsable de calcular las coordenadas.....
7 de junio
De mañana recorrimos la Villa Romana del Casale, cerca de Piazza Armerina. Es una lujosa villa romana del siglo 3, cuyos pisos permanecieron tapados y protegidos por barro, hasta que los limpiaron en 1950. Resultó que los pisos eran de mosaicos con excelentes dibujos y muy bien conservados gracias al barro. Nuestra guía no era muy explícita, pero perseguimos a un francés que tenía una buena guía y nos explicaba todo y en español.
A medio día, 2 horas de viaje a Taormina con lindas vistas del Etna y de la costa. Taormina es una ciudad construída alta, en la ladera de una montaña, mirando hacia el mar. Es una ciudad muy agradable, con flores por todos lados. Casi todas las calles tienen muchas pendientes y Cuca protesta. Vistamos el teatro griego del siglo 3 antes de Cristo. Todavía se usa como teatro. Tiene una ubicación excepcional, desde donde se tienen las mejores vistas de Taormina, la costa, el Etna nevado y humeante y pueblos cercanos. También recorrimos el jardín público y varias calles y plazas.
De vuelta nos alegramos de ser viejos: No pagamos entrada ni en la Villa Romana del Casale ni en el Teatro Griego.
8 de junio
De mañana, bajamos de Taormina a la costa en una cabina colgante. Pensábamos que sería lindo caminar por la costa, teniendo en cuenta lo linda que se ve de arriba. Pero resultó un mamarracho. La carretera paralela a la costa pasa lejos de la costa, tiene muros a cada costado que impiden ver, y para peor no tiene vereda (normal en esta zona) con lo que siempre estás a punto que te pise un auto. Cada tanto hay escaleritas que bajan a la playa y fuimos. No se puede caminar por lo gruesa que es la arena, mejor dicho los cantos redados. El agua estaba helada, aunque muy transparente. Me bañé sólo para que no me critiquen. Está lleno de sombrillas pegadas unas a otras, eso sí, de muy lindos colores. También el agua y el entorno son muy coloridos. Resumiendo, malgastamos 12€ en  bajar y subir.
Después fuimos a Castelmola, un pueblo que está en lo alto de un cerro, mucho más alto que Taormina. Desde el castillo del pueblo se ven las mejores vistas de toda la zona.
A continuación viajamos casi 2 horas hasta Siracusa.
Primero visitamos la catacumbas de San Giovanni. Los griegos, 5 siglos antes de Cristo hicieron unos túneles que usaban de acueductos. Y esos acueductos alimentaban cisternas, también subterráneas, que eran depósitos de agua. Ya después de Cristo, los cristianos se apropiaron de esa red de acueductos, y usaron las cisternas como capillas, y los acueductos, cuya red ampliaron, para excavar hacia los costados para enterrar gente. Hay más de 10.000 tumbas a los costados de esas galerías de  2.5 a 3 m de alto, y algo menos de ancho. Los huecos de cada tumba eran tapados por placas de marmol horizontales. Esas placas tenían 3 agujeros a la altura de la cabeza del muerto. Para determinadas fechas, para que el muerto la pasara bien, por cada uno de esos agujeros los parientes le echaban vino, leche y miel. Cuca no entró a las catacumbas. Dijo que porque hacía frío adentro de ellas y era cierto, pero hay quienes afirman que tuvo miedo.
Después fuimos al llamado Parque Arqueológico della Neapolis. Incluye un Teatro Griego que es más grande que el de Taormina, pero no tiene la vista de aquel. Todas las gradas fueron excavadas en la roca. A pesar de las 3 estrellas de la Michelin, nos resultó mamarrachesco, ya que el escenario, el piso y las gradas están recubiertos de madera para un espectáculo, y hasta tiene asientos de polifón numerados.
Luego fuimos a la Latomia del Paradiso, que era una enorme cantera de donde sacaron las piedras para las construcciones de la zona. En el 413 antes de Cristo, en ese enorme pozo, metieron a 7000 prisioneros. En una de las paredes de ese pozo hay una enorme grieta artificial, com forma del lóbulo de una oreja y con una acústica especial, que se llama Oreja de Dionisio, porque parece que el tirano Dionisio se escondía en ella para escuchar lo que decían los prisioneros. Caminé por la gruta. Cuando se puso oscuro, saqué la linterna y seguí casi hasta el final, pero cuando sentí aleteos y chillidos de murciélagos, salí corriendo.
Después fuimos a la ciudad vieja de Siracusa, que está en una isla llamada Ortigia. Interesante por sus palacios adornados con balcones de hierro forjado, por el Duomo, y por una fuente en honor a Arethusa. Caminamos en Ortigia hasta que Cuca dijo BASTA!!!!
9 de junio
Día intenso. Empezamos el día en Siracusa, visitamos 3 ciudades: Noto, Módica y Ragusa y dormimos en esta última. Son 3 ciudades barrocas. En las 3 recorrimos la parte antígua, donde se destacan balcones de hierro forjado, muy decorados.
En Noto subí al campanario de la iglesia de San Carlos que tiene una linda vista de toda la parte antígua, y visitamos el palacio Nicolaci di Villadorata, donde vimos los lujos que se daban en aquella época. Fue la que menos nos gustó de las 3 ciudades.
Módica no estaba en nuestro itinerario porque tená una sola estrella, pero merece más. Tiene una parte que está como en una zanja, y otra que se desarrolla en la ladera de la montaña. Recorrimos las 2. Las vistas de abajo a arriba y de arriba a abajo son muy lindas. Con esa vista, en un banco de la plaza y a la sombra, almorzamos jamón, queso, tomate y bananas.
En un momento tenía que hacer un cambio de frente y me dio pereza. Le pedí al GPS que me guíe por un camino alternativo. Me mandó por una callejuelas tan angostas que para pasar tenía que rebatir los 2 espejitos, y con enormes pendientes. Y eso que el Panda es chico. Luego me mandó doblar a la derecha. Eran 2 calles angostísimas y sin ochavas, y me pareció muy dificil. No le hice caso y doblé a la izquierda que parecía más fácil. Grave error. A poco de andar, la calle se transformó en escalera. Tenía 3 opciones: bajar la escalera con el auto, hacer un largo recorrido en marcha atrás y repecho, o intentar el cambio de frente. Opté por lo último. Le pedí a Cuca que se baje para guiarme. Y mientras escuchaba las indicaciones de Cuca, también escuchaba las indicaciones de una tana que salió al balcón a observar mi locura. Lo logré, con muchas maniobras, y haciendo patinar el embrague porque el auto estaba al borde de su potencia para poder vencer al repecho.
Ragusa tiene 2 partes: Una alta, donde está nuestro hotel, donde las manzanas de calles angostas tienen 30x30m, y una parte baja, muy antígua, llamada Ragusa Ibla, que está arriba de un cerro bajo.
Es muy linda vista desde la parte alta, con sus techos de tejas envejecidas, sus pendientes y sus construcciones apelotonadas. La recorrimos toda, incluyendo iglesias, plazas y jardines.
Hoy es sábado, y en muchas iglesias se ven casamientos a toda hora, con novias bien alimentadas, y con y gente con su mejor ropa. Los hombres todos de traje y corbata con 32 grados. los códigos de la mafia les deben impedir sacarse el saco.
Con esas calles tan angostas bordeadas de edificios altos, el GPS no logra ver los satélites y se enloquece. También se confunde cuando subo un repecho en zigzag porque no tiene precisión suficiente para distinguir en qué rama del zigzag estoy.
Los edificios de las 3 ciudades están hechos con piedra de arenisca que el tiempo está deshaciendo. No están pintadas. Todo ello resalta el aspecto de viejo de las ciudades.
10 de junio
2 horas y media de auto y llegamos a Agrigento.  La principal atracción de Agrigento es que está al lado de la antigua ciudad griega de Akragas, donde en una colina (mal llamada Valle de los Templos) se concentran varios templos griegos de los siglos 6 y 5 antes de Cristo. De mañana recorrimos el museo arqueológico, y de tarde 5 templos y el Jardín de la Kolymbetra, adyacente a los mismos. Algunos están bien conservados y otros más o menos.  El peor conservado fue el más grande del mundo antíguo.
El alojamiento tiene 2 dormitorios y cocina separada. Está en una de las callecitas angostas del barrio antiguo. Cuca protesta porque del estacionamiento al hotel hay un largo laberinto en repecho pronunciado.
Tampoco pagamos entrada por ser viejos, ni al museo ni al Valle de los Templos. Si algún lector viejo, está por sacar pasaje para estos lados para garronear entradas, le aconsejo que antes controle su pasaporte. Sólo entramos de garrón los viejos que pertenecemos a la Unión Europea. Los Sudacas pagan.
Al llegar al Valle de los Templos, busqué un estacionamiento cercano. No existe. Di vueltas y vueltas hasta que se liberó un lugar de los varios que había en un sobreancho de la carretera. Al volver, nos habían hecho la boleta a todos. 39€. Los tanos son unos ¡#*:¿$~&!?!!!!!!
11 de junio
Luego de desayunar en la terraza del Bed and Breakfast con vista al mar y rodeado de miles de golondrinas, hicimos 2 horas de carretera para llegar a Segesta, donde hay un parque arqueológico (griego) del 430 AC. Consta de un templo bien conservado y un teatro, ambos con muy buenas vistas. Manejando casi una hora más, subimos hasta llegar a Erice que está arriba de una montaña a 750m sobre el mar. Es una ciudad encantadora, con calles empedradas con adoquines formando cuadrados, paredes de piedra, sin autos. Uno camina por ella y parece que está en la ciudad media. Además, al estar tan alta tiene lindas vistas de la costa, de Trápani, de las islas cercanas y de la campiña llena de molinos de viento (de los modernos, no de los de Don Quijote). Caminamos sus calles, fuimos a los jardines del Balio y Castillo di Venere por un lado, y al campanario de la iglesia por otro para disfrutar las vistas. Cuca dijo que merece 4 estrellas, pero cuando las calles dejaron de ser en bajadas para transformarse en repechos, creo que le sacó una.
Tienen razón en dejarme entrar gratis a todos lados. Estoy tan viejo que van 2 días seguidos que vamos a cenar en Trattorias, pagando el triple de lo que sale comer comida de supermercado.
Erice de noche es preciosa. Después de cenar la caminamos otro poco.
Escribe Cuca: Vergogna! Hugo ha chieso "two tickets, please" E dice chi parla italiano meglio da me! Almenno, io chiedo tutto in italiano.
12 de junio
Arrancamos para Scopello, cerca de Erice, que es un pueblito de pescadores de atún, que tiene una linda bahía con unos farallones tan lindos como los de Capri. En Italia no es común ver topless. Las tanas son muy vergonzosas. Pero en Scopello vi 2, perdón, eran 4.
Luego seguimos a Monreale, que es un suburbio de Palermo. Su único atractivo es la iglesia, pero es de las más lindas de Europa. Es del siglo 12. Tiene un lindo claustro, y está decorada en paredes y techo con mosaicos y algunos mármoles coloridos. Tiene dos puertas de bronce llenas de bajorrelieves. Desde arriba del techo de la iglesia hay una linda vista de Palermo.
Luego fuimos a Palermo, que es una escala técnica, para dejar el auto y tomar mañana el avión. Caminamos por el centro para no perder entrenamiento.
El auto resultó ideal. Chiquito para andar por calles angostas, las 2 valijas entraron, aunque no les haya sobrado nada, y super económico, ya que dio 17.8 km por litro sobre 1200 km con muchas subidas y bajadas.
13 de junio
Avión de Palermo a Roma, y otro avión de Roma a Lituania.
Son 2 vuelos de bajo costo, pero de tan bajo que ni número de asiento te dan. Es como subir a un ómnibus de Cutcsa. Yo, por las dudas, no demoraba, no sea cosa que tenga que viajar parado.  Te cobran las valijas, y son muy exigentes con el tamaño del equipaje de mano. Tenés que meterlo adentro de un probador, y si no entra, pagás. El mío entró con calzador en los 2 vuelos.
En los controles de aeropuerto, tenemos que sacarnos todo lo que tenemos en los bolsillos. Yo cuando saco el celular, lo escondo, no vaya a ser que se den cuenta de que uso un modelo prehistórico.
Algo más sobre Italia:
Las autopistas son espectaculares. Además de la enormidad de túneles, hay viaductos larguísimos y tan altos, que uno tiene la sensación de estar volando.
Estuvimos 14 días sin que nos moleste la lluvia. Apenas una lluvia de menos de 15 minutos mientras viajábamos adentro de un aliscafo.
Las comidas típicas de Sicilia que comimos al paso, fueron Arancini, que son unas enormes croquetas de arroz, que en el centro tienen un relleno, que puede ser jamón y queso o ragu (carne con tomate), y Cannoli, que son como unos cucuruchos con forma de panqueque enrollado rellenos de ricota. En las Islas Eolias tomamos un vino muy rico, llamado Malvasia.
Fin del capítulo ITALIA

2 comentarios:

ana albarracin dijo...

Hola: Como siempre vuestros comentarios nos hacen disfrutar sus maravillosos viajes.
Por aquí si seguimos así, ni al centro llegamos, mucho menos en taxi, pero en el diario siguen diciendo que es uno de los mas baratos del mundo, se nota que los periodistas no fueron a Ecuador, donde el viaje que aquí nos cuesta mas de U$S10 allí sale U$S 1 dolar.
Desde Argentina hacen Tours a Colonia para comprar dólares!!!! Un abrazo y sigan disfrutando, y nosotros gracias a Ustedes viajamos gratis, no vi fotos todavía.

Natalia dijo...

buenísimo!!!!! muy divertidos algunos de tus comentarios Hugo! espero fotos con ansias y capaz un mapa con los lugares por donde andan. espero no se les mueva la tierra por allá!