martes, 13 de agosto de 2019

Córcega, Cerdeña, Italia y ETIOPÍA

RESUMEN DEL VIAJE
Fechas: del 10 de setiembre al 18 de octubre de 2019. A partir del 30/9/19 en Etiopía
Somos 4: Además irán Lucía Donángelo, Gerardo Salvo y Alejandro Machín. Los 2 primeros y la madre del 3ero me acompañaron por Kenia y Tanzania. Cuca no viene. Hace otro viaje con una amiga y sin blog.
Forma de viaje: La parte europea por la cuenta, con autos, con alojamientos económicos. Daremos una vuelta redonda en cada isla, y en Italia iremos a le Cinque Terre, Bagnoregio y Orvieto. En Etiopía será una excursión organizada por una agencia etíope. El norte y el este lo recorreremos en avión, y el sur en camioneta 4x4.
Aviones Internacionales: Montevideo-Roma por Air Europa, Roma-Addis Abeba y Addis Abeba-San Pablo por Ethiopian Airlines, y San Pablo-Montevideo por Gol.
Este blog se actualizará todos los días durante el viaje. Si algún día no aparece la actualización, no piensen que nos encontramos con una tribu caníbal. Piensen que muchos hoteles en Etiopía no tienen wifi.
Porqué Etiopía? No, no estoy loco. Tiene mucho turismo aunque los conservadores uruguayos no se muevan más allá de América y Europa. Es el único país de África que nunca fue colonizado (solo fue ocupado por los tanos durante 5 años) y es el 2do país del mundo en adoptar el catolicismo como religión oficial.
En Bahir Dar haremos un paseo en barco por un lago, visitaremos unos monasterios de los siglos 13 y 14 aún en funcionamiento y veremos las cascadas del Nilo Azul, entre las mejores de África.
En Gondar, ciudad del siglo 17, conoceremos su ciudadela que es Patrimonio de la Humanidad y los castillos. En el siglo 17 era la 2da ciudad más grande del mundo con 60.000 habitantes.
En el Parque Nacional Simien, designado por la Unesco como Herencia de la Humanidad, caminaremos 6 horas a 3600m de altura, viendo monos y otros animales, preciosos paisajes y una cascada de más de 500m de altura.
En Axum, Patrimonio de la Humanidad, conoceremos estelas y obeliscos de una importante civilización que se desarrolló de los siglos 2 al 7.
En Lalibela conoceremos 13 iglesias talladas en la roca, de los siglos 12 y 13, que también son Patrimonio de la Humanidad.
Harar, en el Este, es una ciudad amurallada, Patrimonio de la Humanidad, que es la 4ta ciudad santa para los musulmanes.
Y en el sur veremos la forma en que viven numerosas tribus, como funcionan sus mercados y sus costumbres. Entre ellas, están los Mursi, cuyas mujeres se insertan un plato de arcilla en su labio inferior. Y además veremos un parque con un lago con cocodrilos e hipopótamos, y un campo de estelas y unas terrazas de piedra, ambos también Patrimonio de la Humanidad.
En https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Patrimonio_de_la_Humanidad_en_Etiop%C3%ADa se pueden ver los 9 sitios patrimonio de la Humanidad de Etiopía. Recorreremos 8.
Para ir imaginando la que nos espera, transcribo parte del relato de una pareja de uruguayos al arribar a Etiopía:
 Ya dentro del aeropuerto nos dirigimos a buscar nuestras maletas, caminando por un aeropuerto moderno, mirando las fotos de exhibición de Etiopía nos paran dos empleados del aeropuerto y nos piden pasaporte y los boarding. Explicamos que estamos en tránsito por 24 hs y que tenemos todos nuestras visas y papeles para hacer migraciones. Nos dicen que ellos nos van a acompañar y ya no me gusto que se quisieran quedar con mi pasaporte. No se porque pero soy desconfiada, pero igual se los dimos. Luego de esperar que bajara todo el avión y que este personal de forma muy desorganizada chequeara a cada persona que paraba y otras mientras tanto se les escapaba por los costados, decidieron desistir y nos hacen seguirlos y nos llevan primero a una ventanilla de migraciones, donde luego de ver todos nuestros papeles que estaban correctos nos siguen deteniendo del otro lado del pasillo y mirando ya por tercera o cuarta vez nuestros papeles. Ahí ya nos dimos cuenta que no éramos los únicos en esta situación. Había otro uruguayo, un brasileño, uno de Senegal, una mujer de algún país musulmán por su vestimenta y otra chica brasileña.
Allí parados, mirando lo que estaba sucediendo y sin saber lo que estaba pasando, nos llevan hacia el interior de una habitación casi en ruinas, donde acomodan una mesa como para atendernos de algo que seguíamos sin saber de qué se trataba. En ese momento nos habla el empleado del aeropuerto, y nos dice que estábamos detenidos y van a revisar el equipaje y llevarnos a un baño a ver si traíamos droga. El motivo de que nos detuvieran es que veníamos supuestamente de Brasil. Pero a esa altura ya estaba más que demostrado que habíamos llegado a un país subdesarrollado, donde la burocracia es uno de sus fuertes y bueno era otra experiencia por la cual pasar. La revisión de nuestras pertenencias se hizo a mano por arriba, sin ningún aparato, ni nada de nada; mientras que uno de los hombres operarios anotaba quien sabe que cosa en un cuaderno. Llegó entonces la hora de revisar nuestro cuerpo. Bueno y acá está la yapa de esta linda anécdota, gracias a Dios a mi me perdonaron la vida pero a Gonzalo lo llevaron a un baño muy precario y sucio donde le solicitaron que debía hacer la necesidad 2, y si se oponía, o no podía lo llevarían a conocer un lindo hospital. Otra vez gracias a Dios que Gonzalo no tiene ningún problema con este tema, así que superó la revisión a puerta abierta con el empleado del aeropuerto contemplando todo correctamente.

10/11 de setiembre
Salgo de casa antes de las 9 del 10, y luego de 2 aviones, 2 trenes y una caminata de 2.5km llegamos (con Alejandro) al hotel de Livorno a las 17 y 30 del 11, sin dormir y nos encontramos con Lucía y Gerardo.
En Roma tuvimos un espacio entre los 2 trenes y la caminamos bastante. También hicimos una caminata en Livorno hacia las 2 Fortalezas (la Nueva y la Vieja). Si sumamos las 3 caminatas mencionadas, más las caminatas adentro de los aeropuertos de Madrid y Roma, totalizamos 15,8km, medidos por el teléfono de Alejandro. No está mal para ser el primer día y sin dormir.
Me llamó la atención encontrar en Roma 2 casas de cambio que aceptaban $ uruguayos. El único problema es que necesitabas 66.66 $ uruguayos para que te den 1€.
12 de setiembre
De mañana madrugón, después de haber dormido regular por el jetlag, para tomar un ferry a Córcega. Son 4 horas. Lucía y Gerardo, que vinieron en auto desde Munich, nos dejan en el aeropuerto de Bastia y Alejandro y yo levantamos otro auto para tener más libertad de movimientos, y porque un auto para las 4 valijas podía ser muy grande y caro. El resultado fue que tanto a ellos como a nosotros nos dieron autos grandísimos al precio de autos chicos. En ambos caben las 4 valijas.
Cruzamos de la costa Este a la Oeste y recorrimos una zona llamada La Balagne, muy montañosa y cerca del mar, con paisajes muy lindos y pueblos encantadores. Visitamos Pigne en la ladera de una montaña, y Sant'Antonino en la parte más alta de otra montaña. Terminamos en Calvi, en una cabaña en un camping. Calvi tiene un enorme fuerte muy alto sobre el mar, y un puerto de yates muy animado. Se ven muchos restaurantes llenos de gente, a pesar de estar fuera de temporada.
En el camping ofrecen desayuno por 6€. Nosotros en el super, compramos la cena, y para mañana desayuno y almuerzo, todo, por 9€ por persona.
No caminamos tantos km como ayer, aunque no fueron pocos, pero el ejercicio diario lo hicimos por los desniveles que tuvimos que vencer en los 3 lugares.
13 de setiembre
Empezamos por un recorrido de 70km por la costa entre Calvi y Porto, que nos llevó más de 2 horas, porque está lleno de curvas, y además porque las vistas son espectaculares y nos deteníamos muy seguido a ver el paisaje y sacar fotos.
En Porto empezamos subiendo al punto más alto, que siempre es el que tiene la mejos vista. Era una torre con muuuchos escalones. Y la vista de 360º incluía el pueblo y las montañas y bahías que lo rodean. Luego nos fuimos a la playa. El agua espectacular de color, temperatura y salinidad, pero era incómodo caminar por los cantos rodados. Nos bañamos rodeados de pescaditos, lo cual en principio me gustaba mucho, pero después cambié de opinión cuando uno descubrió un grano que tengo en la espalda y me lo quiso comer. Después nos preparamos y comimos el sandwich nuestro de cada día, y recorrimos un poco el pueblo mientras hacíamos tiempo para hacer una excursión en barco que teníamos contratada por internet. El barco, durante 3 horas nos llevó primero a un pueblo llamado Girolata, al que solo se puede acceder por mar, y luego bordeó toda la costa de la Reserva Natural de Scandola. Muy lindas las formas y y los distintos colores de las roca, rojizos y verdosos con distintas intensidades, contrastando con el mar azul.
Al terminar el paseo fuimos al apartamento que habíamos reservado por Booking, que no estaba en Porto, sino en Partinello a 20km/40min de distancia. Como pasa con personas organizadas, 3 de nosotros teníamos ubicado el hotel sobre la ruta en nuestros mapas digitales. Y los 3 mapas nos llevaban a la misma casa abandonada.  Llamamos 2 veces al teléfono qur figuraba en Booking y atendió el contestador. Es un pueblo muy chico, y casi sin gente. Empezamos a preguntar a los que encontramos y 3 personas nos dieron la indicación de una casa llena de gatos, muy lejos de la ruta, pero sin gente. Nos quedamos parados frente a la casa de los gatos, y a cada vehículo que venía le preguntábamos. Nos confirmaban que era ahí, intentaban llamar a la dueña, pero también sin éxito. Y nos decían que no nos preocupáramos que de alguna forma se iban a contactar con la dueña, y que esperemos allí. Esto último sucedió con 4 vehículos que pasaron frente a la casa de los gatos. Buscando por ahí, Gerardo encontró unas llaves. Estábamos a punto de entrar, pero decidimos esperar un rato más, decididos a entrar antes que dormir en la calle. Y por suerte esperamos, porque apareció la dueña, y la casa no era esa, sino otra, y la seguimos en el auto. Había que seguir por un camino secundario, salir del pueblo, cruzar otro pueblo, y seguir hasta un segundo pueblo. Resultado: Nos perdimos entre 1,5 y 2 horas y nos preocupamos mucho al no saber si esta noche nos tocaba dormir bajo techo. Pero al final, todo se solucionó, el apartamento es correcto y hasta lavadora tiene, y no tendremos que seguir llenando la valija de ropa sucia. Y ya quedó el living comedor del apartamento recorrido en varias direcciones con una cuerda con ropa colgada. Por suerte, Alejandro y yo, aunque viajamos con poca cosa en una valija muy chica, no nos olvidamos de traer cuerda.

14 de setiembre

Nos trasladamos desde los alrededores de Porto a Bonifacio. Son 200km, que no es mucho, pero son 4 horas de auto porque es un camino muy quebrado, con muchas curvas, y es difícil superar los 50 km/h de velocidad media. En el camino visitamos 3 cosas interesantes:

Empezamos por el Puente Genovés Pianella, cuyo arco completa medio círculo. Está en la zona de las Gargantas de Spelunca, por donde corre un agua muy cristalina encajonado entre altas montañas. Recorrimos un tramo de las gargantas.

Seguimos por la zona de las Calanques de Piana. Son formaciones rocosas de formas caprichosas, predominando el color rosado. Se ven desde la carretera. Dejamos un vehículo en cada extremo, y recorrimos a pie los 3.5 km que separaban los vehículos, contemplando las Calanques.

Por último entramos en Ajaccio, capital de Córcega, cuna de Napoleón. Es una ciudad con una larga costanera, que termina en la ciudad vieja de calles angostas. Con Alejandro intentamos entrar a la Maison Bonaparte, pero las colas para entrar estaban muy desorganizadas y nos hacían esperar mucho, entonces nos calentamos y nos fuimos. La Maison Bonaparte se perdió nuestra presencia. Por último llegamos a la cabaña en el Camping Cavalo Morto.

Como era una jornada muy larga, el sandwich nuestro de cada día lo comimos mientras Alejandro manejaba por las curvilíneas carreteras corsas.
15 de setiembre
Día entero dedicado a Bonifacio. Bonifacio debe su atractivo a su ubicación, en una península muy alta, con acantilados que caen a pique en el mar, y a su vez, la península cierra una alargada bahía con un puerto de ferries y yates. Y la parte alta está dominada por un bastión desde donde las vistas hacia los acantilados y el puerto son espléndidas.
Y empezamos el día como debe ser en una ciudad con grandes desniveles. El estacionamiento que conseguimos para el auto estaba en la parte baja, así que de entrada, escaleras. Pero cuando nos faltaba poco para llegar a la parte alta, la escalera estaba cortada por peligros de desmoronamientos. Pero, a la uruguaya, saltamos unas vallas y no tuvimos que bajar de vuelta, ni sufrimos ningún desmoronamiento.
Recorrimos la parte alta, con sus vistas espectaculares, sus callejuelas angostas, con vínculos entre las casas a ambos lados de las callejuelas, que cumplían una doble función: aguantaban una casa contra la otra para que no se caigan, y transportaban agua entre ambas.
Fuimos a la escalera del rey de Aragón. En la pared vertical del acantilado, construyeron una escalera excavada, con techo. Al bajar, a nuestra derecha estaba el lado excavado, y a nuestra izquierda el mar. Llegaba bastante cerca del nivel del mar. Servía para llegar a una gruta donde manaba agua, con un sendero horizontal, pero excavado con el mismo formato que la escalera. Y fueron 189 escalones, pero no escaloncitos, sino unos señores escalones de 30cm de alto. Y lo peor es que no había ascensor para volver a la parte alta, sino que había que volver a subirla.
Recorrimos el bastión con todas sus vistas y luego terminamos el recorrido muy cerca de adonde había quedado el auto. Y teníamos hambre. Y el sandwich nuestro de cada día estaba en el auto, abajo. Y nosotros arriba. Y ahí se nota la ventaja que tenemos los septuagenarios cuando nos acompaña un joven. Alejandro se ofreció a bajar, buscar la comida en los autos y subir a almorzar los sandwiches arriba. Luego nos separamos y Alejandro y yo fuimos a la otra punta de la parte alta, bajamos y subimos a otro cerro frente a Bonifacio. Donde hay una linda vista del Bastión y la ciudad alta desde fuera de la misma.
Por último, en auto y con aire acondicionado, fuimos al cabo Pertusato, desde donde hay una linda vista de Bonifacio y sus acantilados.


Hoy es domingo. Los supermercados cierran. Por lo tanto no pudimos ir a la rotisería del supermercado a comprar la cena. Entonces dejamos en el camping a Lucía y Gerardo cenando requeches que tenían, y Alejandro y yo nos fuimos a cenar a un restaurante del pueblo. Probamos las berenjenas a la bonifacina. De paso aprovechamos a conocer Bonifacio de noche.
16 de setiembre
De mañana recorrimos la zona baja de Bonifacio (el puerto) y subimos de vuelta a un mirador, porque la iluminación en la mañana era mejor que ayer de tarde. Hicimos tiempo hasta las 12 que era la partida del ferry con los 2 autos hacia Sardegna (Cerdeña).
Camino a Alghero, visitamos primero un precioso pueblo que está en la ladera de un cerro que se mete en el mar. En la parte alta del pueblo está el fuerte que recorrimos.
Luego fuimos a una iglesia pisana del siglo 12, en el medio del campo, construida con piedras blancas y negras alternadas. Se llama Santíssima Trinità de Saccargia.
Luego llegamos a nuestro alojamiento en Alghero, que nos sorprendió gratamente. Una casa de 120 m2, 3 dormitorios, 2 baños, tremendo living, cocina completa con comedor y balcón con vistas a las montañas. Y con la heladera y los placares llenos de alimentos para nuestros desayunos. Lo que habíamos comprado para el desayuno de mañana, terminó como nuestra merienda esta tarde. También tiene lavarropa, así que me seguiré salvando de lavar ropa.
Gran contraste de esta casa con respecto a los sucuchos en los que nos estábamos alojando.


Algunos comentarios sobre nuestra super camioneta Citroen Berlingo. Cuando en el GPS marcamos una ruta, sobre la misma aparecen todas las ubicaciones de las estaciones de combustible con el precio del gasoil (nuestro auto es a gasoil). En determinado momento, apareció en el tablero un mensaje que decía que si no cargábamos add blue  en los próximos 1500km, el auto no arrancaría más. Al rato bajó a 1200km y nos asustamos. Al final descubrimos que en las estaciones de servicio hay surtidores de nafta, gasoil y add blue, y que si abrís la tapa del tanque de gasoil del auto, hay un orificio para gasoil y otro para add blue. Le echamos 8€ y se acabaron los problemas. Parece que es urea. El olor es a amoníaco. Y con eso se reducen ciertas emisiones contaminantes. Pero si no le echamos y deja de arrancar, no se arregla echándole. Hay que ir a un representante de la marca para que lo resetee. Parece que es normal para todos los gasoleros europeos, porque el auto de Gerardo y Lucía es igual.
17 de setiembre
La parte antigua de la ciudad está dentro de las murallas. Fue dominada por los catalanes. Comenzamos la recorrida por las callejuelas de adentro de la muralla hasta las 10 de la mañana. A esa hora tocaba ir a la Gruta de Neptuno. A dicha gruta se accede desde el mar. Está debajo de un acantilado muy grande. Hay 2 formas de ir: 1. En barco, y 2. Ir en auto hasta la parte alta del acantilado y bajar 654 escalones hasta el nivel del mar. Después hay que subirlos. Por mayoría se decidió ir en barco. Son 2 horas y media ida y vuelta incluyendo el recorrido a pie dentro de la gruta. Tiene formaciones muy lindas, similares a otras grutas, con la ventaja de que tiene agua por adentro y se obtienen lindos reflejos. Se entra en grupos muy grandes, lo cual es molesto.
Luego volvimos a la ciudad vieja porque nos faltó subir al punto más alto de la ciudad, que era el campanario de la iglesia. Y por lo menos subimos 108 escalones para no perder el entrenamiento y vimos la ciudad de arriba.
Estábamos cansados del sándwich nuestro de cada día, y hoy cambiamos el menú: Una lata de ensalada rusa, una lata de atún y 2 sachet de mayonesa. Y en un banco a la sombra y con vista.
Por la tarde fuimos a Bosa Marítima y a Bosa, a 45km de Algherò. En la primera nos dimos un baño en un agua increíblemente transparente, salada y con buena temperatura. Pero es difícil entrar y salir del agua por los cantos rodados.
En Bosa subimos al fuerte que está en lo más alto, con un largo y pronunciado repecho, para ver las vistas y la iglesia. Después recorrimos la parte antígua, con sus casas coloridas y en la ladera del cerro, su catedral y su arroyo con un elegante puente. Probamos el vino Malvasia de Bosa, muy bueno. 15€ la botella.
Por todos lados mencionan que en esta zona de Cerdeña abundan los corales. En todas las zonas turísticas los venden, pero caros. Hasta que encontré un negocio que vendía collares de coral a 15€. Y me acordé que a mi señora le gustan los corales y me decidí a comprarle un collar de coral. Pero me dijeron que los de 15€ eran del Pacífico (una forma elegante de decir que eran piedras chinas), y que los del Cerdeña tenían otro precio. Cuca: ¡Seguí usando tus collares viejos!
18 de setiembre
Día de más de 350km, que son más de 5 horas de auto, ya que hay una curva atrás de otra.
La escala en el camino fue en Barumini, para ver el nuraghe Su Nuraxi. Los nuraghi son estructuras megalíticas anteriores al 1000 A.C. Tienen una torre central hueca, rodeada de varias torres y a veces de murallas. Todas las torres están hechas de piedras superpuestas, y se sostienen por gravedad. Hay más de 8000 en Cerdeña, y se cree que pudo haber 30.000. Pueden llegar a 20m de alto. El que visitamos es el mejor conservado de Cerdeña. El ingreso requería unos pasajes por unas escaleras angostas e incómodas, y había excursionistas que los miraban de afuera, pero los uruguayos entramos todos sin problema.
Luego visitamos la casa de la familia Zapata, que vivió hace 500 años, hoy convertida en museo. Lo interesante es que cuando la fueron a reformar, en 1950, descubrieron que estaba construida sobre un nuraghe. Entonces la reforma incluyó excavaciones por debajo de piso, y ponerle pisos de vidrio.
Uno de los atractivos de la zona es el Trenino Verde, un tren turístico que recorre una zona muy pintoresca. Nosotros recorrimos la Ruta 198 de Barumini a Tortoli, que hace casi el mismo recorrido, parando varias veces para las fotos. Y esa ruta nos llevó a nuestro alojamiento.
Es llamativo, la poca gente que se ve en los pueblos que atravesamos. Suponemos que solo quedan algunos viejos, y que los jóvenes emigraron a las ciudades.
Por segundo día consecutivo, fallamos en el sandwich nuestro de cada día. A la hora del almuerzo, los supermercados estaban cerrados. Nos conformamos con los requeches que teníamos. Pan de sándwich con mayonesa y tomate, una tostaditas con nutella y media manzana.
Hoy casi tuvimos un accidente con resultado fatal. Al dar marcha atrás con el auto en el estacionamiento del hotel de Alghero, no nos dimos cuenta que la tortuga de los dueños de casa se había metido abajo del auto. Por suerte pasó entre las ruedas; si no, el resultado hubiera sido fatal por aplastamiento, porque no creo que la caparazón aguante el peso del auto.
19 de setiembre
Empezamos con el Su Sterru. En una meseta llamada Altopiano del Golgo hay un pozo de pocos metros de diámetro y 270m de profundidad. Se ve que fue formado por la erosión.
Seguimos el recorrido de la ruta entre Tortoli y Dorgali, que tiene 3 estrellas Michelin y se las merece, por las vistas que tiene. Llega a 1000m de altura en el Paso Genna’e Silana. Está lleno de curvas.
Entramos a Dorgali porque debíamos cargar combustible, y no sé si se equivocó el GPS o nosotros, pero lo cierto es que reiteradas veces terminamos en calles más angostas que el auto, o con esquinas en que el auto no podía doblar sin rayarlo. Se imponían unas largas marchas atrás. Alejandro se lució como chofer en esas marchas atrás, en los cambios de sentido y y en los lugares que solo se pasaba doblando los 2 espejitos. Estuvimos un buen rato perdidos, porque el GPS no era confiable, hasta que vinieron unos carabinieri y nos dieron la solución para salir.
Luego fuimos a Cala Gonone para tomar un barco. Como disponíamos de casi 2 horas hasta la salida del barco, aprovechamos a comer el sándwich nuestro de cada día y a darnos un baño en la Cala. Como siempre, supertransparente, salada y bien de temperatura. Y de vuelta, un pez me mordió otro granito, ahora de un pie. A Alejandro también lo mordieron.
El barco nos llevó primero a la Gruta del Bue Marino, una gruta que se accede solo por mar, que es muy larga, pero los turistas recorremos solo 1 km (ida y otro vuelta), que todo el recorrido se hace por una pasarela metálica, que la gruta es muy ancha y alta, y que en todo el recorrido nos acompaña el agua transparente y de color verdoso, con lo que tiene muy lindos reflejos, pero no me dejaron sacar fotos (solo saqué una de contrabando). Por supuesto que tiene estalactitas, estalagmitas, columnas, etc. En invierno, el río subterráneo crece y tapa la pasarela y no se puede visitar.
Después el barco nos llevó a Cala Luna, una playita a la que solo se accede por mar. Esta por fin tenía algo de arena. Nos dimos otro precioso baño. Toda la zona está llena de grutas con salida al mar. Desde la arena de la playa, también hay varias. La más larga tiene 100m de largo aproximadamente.

La vuelta fue por el mismo camino tres estrellas que a la ida. Pero ahora fue bajo la primera lluvia desde que llegamos, con nubes bajas o neblina y no se veía nada. De vuelta Alejandro un capo manejando en las curvas y los precipicios en esas condiciones.
20 de setiembre
Gerardo y Lucía arrancaron más tarde e hicieron otro recorrido. Alejandro y yo empezamos con Su Gologone, una surgente de agua de adentro de la montaña. El agua viene de una grieta en la montaña más baja de donde asoma. Buzos la han recorrido y han llegado a más de 120 m más abajo, pero no llegaron a lo más profundo aún.
Luego seguimos a la Costa Esmeralda, la zona del Jet Set de Cerdeña, donde Berlusconi tiene su residencia y organiza sus fiestas, pero lamentablemente no nos invitó.
Empezamos por Cala di Volpe, donde fuimos a la playa Liscia Ruia. Por fin una playa 100% de arena, donde se entra y sale del agua sin dificultad. El agua espectacular como siempre. No vi ningún pescadito, pero por lo menos uno había y me mordió el mismo granito de ayer en el pie.
Luego , después del sandwich nuestro de cada día, fuimos a Porto Cervo, que es como el centro de la Costa Esmeralda. Es una bahía con muchos yates, y rodeada de montañas y casas caras. Caminamos por toda la orilla de la bahía, visitamos la iglesia, muy moderna, con un estilo Paez Vilaró, tanto que hasta había 2 tamboriles adentro de la iglesia, y terminamos por el centro, por la Piazetta delle Chiachere y la Sotopiazza, que es la zona de los comercios super caros. De uno de esos comercios invitaron a Alejandro a una demostración de una crema antiarrugas. Una chica le puso crema cerca del ojo derecho, y se lo abanicó. Le quedó la piel tirante, pero no sé si con menos arrugas. Y si quería emparejar con el ojo izquierdo, tenía que comprar la crema, que con descuento se la dejaban en 250€. Por supuesto que siguió con los ojos con arrugas no simétricas.
Por último pasamos por Baia Sardinia, con otra linda playa, pero no nos bañamos porque era tarde y seguimos hasta nuestro alojamiento en el medio de la nada, pero bastante cerca de nuestro siguiente objetivo.
21 de setiembre
Día dedicado al Archipiélago de la Maddalena. Se va en Ferry. Visitamos las islas Maddalena y Caprera, que están unidas por un terraplén. Las recorrimos exhaustivamente. Lindas vistas, lindas playas, varios fuertes del fin del siglo 19. Nos bañamos en las playas Bassa Trinità y del Cardelino en Maddalena, y en una playita de Caprera. Salí invicto de mordida de peces. El agua es tan transparente, que parece que el fondo está cerquita, y lo quiero pisar, pero no hago pie. Todas las playas de estas islas son de arena, no de cantos rodados. También caminamos la ciudad de Maddalena. La isla de Caprera tiene unas zonas arboladas muy lindas, en una de las cuales comimos el sándwich nuestro de cada día.
Para hacer el check out del apto en que estamos, el empleado revisó minuciosamente todo. Hasta abrió las bolsas de basura para ver si habíamos puesto cada cosa en la bolsa correspondiente, y descubrió que el envoltorio de los huevos los habíamos puesto en la bolsa de los plásticos y era de cartón.
22 de setiembre
Cruzamos en ferry de vuelta a Córcega y fuimos a Porto Vecchio. Recorrimos el centro histórico, que está amurallado. Había una feria de comestibles muy concurrida. Está en un lugar alto y tiene miradores, dicen que con buena vista, pero había mala visibilidad y de a ratos una garúa fina.
Seguimos para ver la represa de Ospedale, pero había neblina y no se veía ni a 50mts. Seguimos a las Agujas de Bavella. La visibilidad había mejorado, pero las agujas estaban tapadas en gran parte por las nubes.
Estos 2 últimos lugares, yo los había visitado en 2017 con buen tiempo, peropara mis compañeros era la 1era vez.
El sandwich nuestro de cada día lo comimos adentro del auto en el estacionamiento del supermercado, ya que no encontramos lugares más agradables.
Pero de noche, por ser domingo y estar cerrados los supermercados, y además nuestro alojamiento de hoy no cuenta con facilidades para cocinar, comimos comida típica Corsa en un restaurante con mesitas en la vereda a la luz de la lámpara, mientras Cuca, que siempre se queja de las comidas ordinarias, estaba cenando en un Burguer King de Berlín.
23 de setiembre
Viaje de Zonza a Bastia, pero no por el camino más corto. Nos desviamos para ver varias cosas:
1.       Macizo de Incudine. La carretera va por una zona montañosa y boscosa. En parte lindas vistas, en parte niebla (o nubes bajas porque llegábamos a 1300msnm) y en parte lluvia intensa. Se pasa por numerosos pueblos en ladera de montaña, muy lindos y casi sin gente.
2.       Pueblo de Corte. Ya con buen tiempo. Tiene una parte muy alta y amurallada muy linda vista de afuera desde un mirador, porque los lunes no dejan entrar. No pudimos estacionar en la parte alta. Estacionamos en el centro que está abajo y subimos por escaleras y callejuelas muy pintorescas. Hoy no hubo el sandwich nuestro de cada día. Quisimos variar y compramos en el supermercado una especie de ensalada rusa con jamón, que comimos con vista y con sombra.
3.       Pueblos de Calacuccia. El pueblo era similar a otros que vimos. Tenía un lago, pero con muy poco agua. Pero el camino de Corte a Calacuccia sí valió la pena, porque va siguiendo un río que corre dentro de un cañón.
Es muy difícil ver niños en los pueblos que pasamos. Se ve que los padres emigraron a las ciudades y quedan los abuelos en los pueblos.
Los carteles indicadores están en francés y en dialecto corso. Pero se ve que hay unos rompecocos independentistas corsos que tacharon varios de los carteles en francés. Hasta en un lugar estaba escrito FRANCAIS DE MERDE. Me imagino que si Córcega se vuelve independiente, se muere de hambre, porque salvo algo de turismo, no parece tener mucha producción de nada.
Devolvimos nuestro super auto con 1936 km recorridos y calculo que cerca de 10.000 curvas. Alejandro vuelve con los brazos con mucho más músculo.
Nos costó bastante encontrar el alojamiento. Estaba a 150m del lugar indicado por coordenadas. El GPS nos mandó por un camino que tenía una barrera que solo podían levantar los vecinos, hasta que encontramos uno con buena voluntad y nos dejó pasar. Caso contrario, creo que debíamos hacer en marcha atrás por un camino angosto, 10 curvas de 180º.
Es el último alojamiento con lavarropas. Así que tenemos todo el living con cuerdas, perchas, etc.
En las 2 islas, en todos los caminos que hicimos, vimos muchos grupos de motoqueros.
24 de setiembre
Día dedicado a Cap Corse (Cabo de Córcega), una larga península al norte de la isla. Con 3 merecidas estrellas Michelin.
Recorrimos los siguientes pueblos: Erbalunga, Porticciolo, Meria, Maccinaggio, Rogliano, Cannelle, Morsiglia, Pino y Nonza. Algunos sobre el mar y otros colgados en las montañas, pero todos muy lindos.
Tambien fuimos al Belvedere Moulin Mattei, al Belvedere Col de Teghime y a la iglesia de Patrimonio.
Tanto en el Belvedere Moulin Mattei como para llegar a la torre de Nonza, en necesario subir unos cuantos metros para llegar desde donde estacionamos el auto. Y en esos ascensos se notaban claramente los 30 años de ventaja que nos lleva Alejandro. Pero bien por los septuagenarios!!! Todos demoramos un poco más, pero llegamos.
En Córcega está lleno de las llamadas Torres Genovesas, torres defensivas construidas en el siglo 16 por los Genoveses. Hay 91 en Córcega, 32 de las cuales están en Cap Corse. Vimos muchas de ellas, algunas en buen estado y otras no tanto.

El sándwich nuestro de cada día lo comimos en Rogliano, con linda vista sobre el pueblo. Lo complicado fue la cena, que es nuestro plato fuerte. La solución normal es pasar por un supermercado y calentar en el micro, o elaborar una comida sencilla en el alojamiento. Pero los últimos pueblos que pasamos eran chicos y no vimos supermercado. Y nuestro alojamiento está en el medio de la nada, y con Alejandro no tenemos auto. Entonces revisamos nuestra bolsa de la comida y repartimos lo que quedaba. A cada uno nos tocó muchas galletitas, una tostada y un tomate. Estoy saboreando las galletitas mientras escribo este blog, y mi postre será el tomate. Lucía y Gerardo son mucho más previsores y tienen suficiente stock. Para ellos es más sencillo porque siguen con auto.
25 de setiembre
De mañana recorrimos La ciudad vieja amurallada de Bastia, y el Puerto Viejo, hoy puerto de yates rodeado de restaurantes. A las 13.30 comenzó nuestro viaje en Ferry a Livorno simultáneamente con el sándwich nuestro de cada día. Y luego tren a La Spezia y tren a Manarola en el corazón de le 5 Terre.
26 de setiembre
Lucía y Gerardo siguieron en auto rumbo a Munich, y Alejandro y yo empezamos a recorrer le 5 Terre. Lucía nos avisó que comenzó a disfrutar nuestra ausencia, despertándose a ls 9. Se ve que Gerardo se levantó sin hacer ruido, porque no lo veo durmiendo hasta las 9.
Las 5 Terre son 5 pueblos en la Liguria italiana, sobre el mar, en una región con rocas altas cerca del mar. De sur a norte, son Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso. Cada pueblo tiene su estación de tren, y hay un túnel de cada pueblo al siguiente.
Mientras tanto nosotros a las 9 ya estábamos subiendo y bajando senderos cerca de Manarola. Intentamos la caminata a Corniglia, pero el sendero estaba inhabilitado por derrumbes. Entonces fuimos en tren a Corniglia, la recorrimos, y luego caminamos a Vernazza. Recorrimos todos los rincones de Vernazza, y el almuerzo fue con vista al mar, pero cambiamos: Focaccia,  Pizza y helado.  Volvimos en tren a Manarola. No tiene playa, pero me di un buen baño entre las rocas, y luego a caminar todos los rincones posibles hasta la puesta de sol, porque es la hora en que cuando hay sol, Manarola es más fotogénica.
Todas las caminatas son con grandes desniveles. Para dar una idea, menciono 2 casos: Desde la parada de tren en Corniglia hasta Corniglia, hay que subir 383 escalones. En la caminata desde Corniglia hacia Vernazza, desde Corniglia hasta el punto más alto del recorrido hay que ascender 127 metros, pero que no se hacen siempre cuesta arriba, sino que se sube y se baja, por lo que si sumamos todos los ascensos, subimos mucho más. Y el resto del día fue parecido. Y aunque suba más lento que Alejandro, mis caderas respondieron como lo que son: De hierro.
Yo había estado en esta zona en el 2008. Se notan varios cambios. 1. Un incremento notable en la cantidad de turistas. Quisimos salir a cenar y había colas en todos los restaurantes, y en una especie de rotisería había más de media hora de cola. Y estamos fuera de temporada. 2. Ahora cobran por las caminatas. 3. Los senderos entre Corniglia y Manarola y entre Manarola y Riomaggiore están cerrados.

En la cena probé 2 comidas típicas de Liguria: Farinata (fainá) al pesto.
27 de setiembre
En los pueblos de le 5 Terre no hay autos. Hay que caminar.
El túnel ferroviario que une Manarola con Corniglia pasa justo debajo de nuestro alojamiento. Cuando pasa el tren, tiembla todo. Por suerte después de medianoche no hay más trenes.
En toda la zona, en las montañas hay terrazas para tener superficies horizontales para plantar    con muros verticales de piedra. Fundamentalmente hay olivos y vides. Pero un porcentaje muy bajo de las terrazas siguen en producción. Es más cómodo y rentable el turismo que trabajar la tierra.
Al igual que en el 2008, hay 2 palabras italianas que es necesario conocer: Sciopero y Ritardo.
Hoy había sciopero (huelga) de trenes entre la 9 y las 17 y podía haber cancelaciones y ritardos. Como los movimientos acá son fundamentalmente por tren, salimos antes de las 9.
Hasta ahora, todos los trenes salieron con ritardo de 5 a 10 minutos. Excepto el que fuimos a tomar hoy, en que llegamos justo, y una máquina expendedora de boletos no aceptaba billetes y nos demoramos 1 minuto. Y justo ese tren salió en hora. Tuvimos media hora de espera. Se ve que estaban apurados para comenzar lo sciopero.
Fuimos a Riomaggiore, lo recorrimos todo y luego en ómnibus a Volastra, un pueblo de la zona que no es uno de los 5 porque no está sobre la costa. Está a 335 mts. de altura sobre el mar. El camino entre Manarola y Volastra es muy panorámico y está recomendado. Nosotros lo hicimos en bajada en 1 hora, mientras disfrutábamos viendo el cansancio de los que lo hacían hacia arriba. Gran parte del recorrido fue bajo una llovizna fina, pero hacía calor y se aguantaba.
A mediodía unos ñoquis a la boloñesa comprados en una rotisería y sentados en un banquito en la calle principal de Manarola. La gente pasaba, nos miraba con envidia, y muchos entraban a la rotisería.
De tarde seguimos en Manarola volviendo a los lugares más transitados, pero con peores vistas que ayer porque estuvo mayormente nublado.
28 de setiembre
Tren a La Spezia. Bus de la estación de tren a Hertz de la Spezia. Levantamos un Peugeot 208 y 330km a Bagnoregio, a través de Liguria, Toscana, Umbria y Lacio. Cività di Bagnoregio es un pequeño pueblo encantador situado arriba de una roca con paredes verticales. Actualmente hay un largo puente en subida para llegar al pueblo a pie. Recorrer sus calles es un placer. Como el parking que conseguimos estaba muy lejos, tuvimos una larga caminata, durante la cual comimos el sándwich nuestro de cada día.
Posteriormente fuimos a Orvieto, en Umbria, a 20km de Bagnoregio. Orvieto también está sobre una roca de paredes verticales, pero es mucho más grande y tiene accesos para autos, y un funicular y una escalera mecánica para la gente. También es un placer recorrer sus calles medioevales, cosa que hicimos durante 2 horas. Pernoctamos en la parte alta.
29 de setiembre
Comenzamos con el Orvieto subterráneo. Desde la época de los Etruscos, 800 años antes de Cristo, se usaba que cada dueño de una casa o un terreno excavara una red de túneles y habitaciones debajo de su propiedad. No se conectaban las excavaciones de distintas propiedades. En la edad media llegó a haber más de 1000 propiedades con excavaciones adentro. Hoy en Orvieto viven 5000 personas. En la edad media llegaron a 25.000. En las casas la gente estaba muy apretada y buscaron ampliarse hacia abajo. La profundidad mínima de excavación eran 14m.  Sabían que si la profundidad era menor, se les podía caer la casa adentro del túnel. Igual, en las excavaciones ponían columnas y arcos para que soporten el peso del terreno y de las casas.
El terreno que excavaban eran tufas o puzolanas. Son blandas y livianas, lo que facilitaba los trabajos. Se originaron con cenizas volcánicas de volcanes cercanos, que cayeron y se consolidaron con el paso de los años (en términos geológicos).
Los lugares excavados los usaban para trabajar para producir algo que les permita vivir, y para almacenar comida, ya que son frescos todo el año. Nosotros visitamos 2. En uno producían aceite de oliva. Vimos las instalaciones donde lo molían y donde lo prensaban. El uso en la edad media era distinto al actual. Lo usaban los ricos para embellecer la piel, y todo el mundo como combustible de las lámparas.
En el otro lugar excavado que visitamos, lo usaban para producir carne de paloma. Esta excavación estaba cerca de las paredes verticales que rodean Orvieto, y por lo tanto tenían ventanas hacia el exterior. En todas las paredes excavadas había huecos para que las palomas vuelvan a dormir, luego de una jornada diurna en el exterior comiendo y engordando. Esto era muy útil cuando la ciudad estaba sitiada, porque cualquier otro animal que críen para comer, habría que alimentarlo con recursos generados dentro de la zona sitiada.
En épocas de estar sitiados, más crítico aún que la comida, era el agua. Para ello, cada familia hacía un pozo de 1,20m x 0.80m y de 60 a 80m de profundidad. El que lo construía, con esas dimensiones trabajaba cómodo picando en el fondo del pozo. En las paredes de 1.20m de largo (separadas entre sí 80cm), iba dejando unos huecos que le servían como escalones para subir y bajar.
Los Etruscos vivieron acá hasta poco más de 200 años antes de Cristo, en que vinieron los romanos. Y cuando los romanos ampliaron su territorio, Orvieto fue la última ciudad en caer bajo dominio romano, ya que los romanos no podían entrar porque estaba muy alta. Entonces los sitiaron, y aguantaron un sitio de 2 años porque estaban preparados para ello.
Luego Alejandro visitó el Duomo, y yo me fui a caminar por ahí, ya que me cansaron las iglesias de Europa.
Después, para no perder el entrenamiento, subimos los 168 escalones (más 2 pisos por ascensor) de la Torre del Moro, para ver a Orvieto desde lo alto. Valió la pena.
Por ser 29, decidimos cambiar el sandwich nuestro de cada día por un plato de ñoquis.
Luego fuimos a un fuerte con lindas vistas.
Terminamos la recorrida de Orvieto en el Pozzo di San Patrizio. Es un pozo hecho en 1527, de 54m de profundidad y aproximadamente 5m de diámetro, rodeado por 2 escaleras en espiral, una para subir y otra para bajar, para que puedan llegar los carros al fondo sin chocarse. Actualmente esas escaleras tienen 249 escalones que bajamos y subimos. Antes era una rampa.
Terminamos en el auto que habíamos dejado estacionado ayer, por 1€ por día en La Caserna, en la parte alta de Orvieto. Misteriosamente, todos los demás estacionamientos similares cuestan más de 17€ por día. Fue un dato que nos dio el dueño del alojamiento.
Luego 150km hasta Fiumicino donde devolvimos el auto y tenemos una larga espera para tomar el avión a Etiopía. Como estoy aburrido esperando, este día el blog me quedó más largo que de costumbre.
A las 23.50 embarcaremos hacia Etiopía, conjuntamente con Lucía y Gerardo que ahora están volando desde Munich. Esperamos que la recepción en Etiopía sea mejor que la que tuvieron una conocidos, según el relato que figura al comienzo de este blog.
30 de setiembre
Anoche, después del check in, cenamos gratis en la sala Vip del aeropuerto, y entre otras cosas, volví a comer ñoquis, ya que seguía siendo 29.
Luego vuelo nocturno, como siempre mal dormido, incluyendo una 2da cena y un desayuno y a las 7 de la mañana llegamos a la capital de Etiopía. No tuvimos ningún problema con los trámites de ingreso a pesar de los antecedentes que conocíamos.
Luego de recoger valijas, esperábamos ver un cartel con nuestros nombres de la compañía Inside. No lo vimos. Se acercó uno y nos preguntó qué buscábamos. Le dijimos Inside y llamó a un flaco que nos acompañó y nos aconsejó cambiar dinero. Cambiamos poquito por las dudas. Y después de cambiar dinero, nos despachó. No era de Inside. Salimos del aeropuerto pensando encontrar a alguien allí y tampoco. Volvimos al aeropuerto para tener wifi y llamamos por wsp a nuestro contacto que hablaba español y nos explicó donde estaba el guía verdadero afuera del aeropuerto y se solucionó todo. Parece que a los guías oficiales no los dejan entrar al aeropuerto, pero a los cambistas truchos sí. Igual no nos estafó tanto, porque nos dio 30 birr por dólar, cuando en el interbancario está a 29. Luego cambiamos mayor cantidad con el guía oficial a 32.
Al Hotel a ordenar las cosas y enseguida, sin dormir, arrancamos el recorrido previsto por Adis Abeba. Primero fuimos a la residencia del fundador de A.A. que no tiene ni 150 años de antigüedad, desde donde se tiene una vista de la ciudad desde lo alto. No es gran cosa, y además la visibilidad no era muy buena. Después fuimos a un museo que era la casa de Haile Selassie (el último emperador) y la donó a la Universidad y alberga un museo de costumbres. Después fuimos al museo Nacional, famoso porque alberga los restos de Lucy, el primer casi humano en caminar erguido hace 3,2 millones de años. Medía 1.05m. Después de almorzar fuimos a la calle donde venden la ropa que las mujeres usan en las celebraciones y luego al mercado abierto, el más grande de África. Se ve de todo. Muy colorido y con aromas. Funciona en unas calles angostas y por ella circula la gente cargando lo que compraron, que muchas veces es muy voluminoso. Por ejemplo vimos uno cargando una heladera al hombro. Otro cargaba 6 colchones en equilibrio inestable, tan inestable que cuando Lucía le apuntó para sacarle la foto, ya se le habían caído al suelo. Cuando caminamos entre ellos y vemos venir a alguien con un bulto grande sobre la cabeza, debemos corrernos al costado inmediatamente, porque corremos el riesgo de recibir un golpe en la cabeza. Y no es el único riesgo que corrimos, porque fuimos advertidos que cuidemos mucho celulares, cámaras, etc.
Por último vimos 2 iglesias, la última, la de la Trinidad, mandada construir por Haile Selassie, que es como un dios para Etíopes y Jamaiquinos.
En todas las calles que recorrimos se ve mucha gente, caminando sin rumbo o sentada. Son 7 millones en la capital y no hay laburo para todos. Y cuando nos alejamos un poco del guía, nos buscan para ofrecernos algo o para manguearnos. Y en muchos lugares esa gente camina por la calzada, porque la vereda es una zanja. Es una ciudad sucia, con un tránsito agresivo, y con unas pinturas en las calles parecidas a nuestras cebras, pero deben ser solo un adorno de la calle. También se ven circulando cabras y burros.
Acá, como en toda África, como en casi toda Asia y en parte de América Latina, las obras importantes son realizadas por empresas chinas, y la gente odia a los chinos. Y aunque en Uruguay seguimos con los figurines atrasados hablando del imperialismo yanqui, en el mundo el imperialismo chino lo superó largamente.
30 de setiembre bis
Ayer me olvidé.
El medio de transporte más usado son unas camionetas tipo Combi grandes de 5 asientos en que la gente adentro va como sardina en lata.
Nuestro hotel está bien, pero el barrio no parece agradable. Por suerte cenamos en el hotel. En los alrededores hay varias casas de masajes. Cuando llegábamos en la camioneta, una mujer en la puerta de una de esas casas, me hizo seña para que entrara. Pero no le hice caso porque Lucía puede contactar a Cuca por wsp.
1 de octubre
Hoy escribo el blog con la mano izquierda.
Madrugón para vuelo temprano a Bahir Dar. Mucha gente en el aeropuerto doméstico y trámites muy lentos.
En Bahir Dar dejamos valijas en el hotel y arrancamos para las Cataratas del Nilo Azul, que luego con el Nilo Blanco forman el Nilo. El centro parece más prolijo y limpio que Adis A. Pero a medida que salimos del centro, el panorama es similar. En el mercado vimos que hasta ovejas y cabras vendían. El medio de transporte es el Tuc Tuc, un triciclo a motor con el lado izquierdo cerrado con un cartón con apenas una ventanita, y el lado derecho cerrado con cortinas móviles.
En seguida salimos de la ciudad y entramos al “campo” Está lleno de gente sentada,  caminando por la carretera llevando carga o sin rumbo fijo, parados conversando, etc. Todos los hombres llevan un palo en la mano. El guía dijo que era para defenderse de perros salvajes o de otro con ganas de pelear. Muchos se ayudan con un burro para llevar la carga. Muchas mujeres llevan la carga en equilibrio arriba de la cabeza o los niños atados en la espalda. Muchos caminan sin calzado, con la pata en el barro.
La carretera era de barro con muchos pozos llenos de agua. Tan grandes eran los pozos que en uno se juntaron varias vacas a tomar agua. Para hacer 34km demoramos más de hora y media.
A pesar de ser zona rural, al costado está lleno de casas. Las mejores son de adobe con troncos por afuera. Otras con paredes de chap, solo de troncos, o troncos y nylon. La mejores puertas y ventanitas son de chapa, las otras son una cortina de tela de puerta y la ventana de aire. Los techos de chapa.
Para llegar de la camioneta a ver las cataratas había que hacer un largo camino con pendientes con barro y piedras muy resbalosas. Inmediatamente se te acercaba uno a ayudarte dándote la mano en el trayecto por una propina. Lucía enseguida aceptó la ayuda. Yo me resistía, y cada vez que me agarraba para ayudarme, le pedía que me suelte. Y así llegué a ver las cataratas. Lindas, porque tenían mucha agua porque venimos de la época de lluvias, a pesar que el 85% del agua es desviada a una central hidroeléctrica.
Y aprovechando que el que intentó ayudarme estaba lejos, me fui solo a ver la catarata de otro ángulo, por un camino que tenía pastito en lugar de barro y piedras resbalosas. Y con tan mala suerte que me resbalé en el pasto mojado, me caí, apoyé la mano para suavizar la caída, sentí “crack” y me quebré la muñeca derecha.
Desgracia para mí, pero suerte para mi ayudante, que me ayudó todo el camino de regreso. Le di 10 U$, me pidió más y transamos en 20.
Decidí cancelar mi participación en el paseo de la tarde, y luego del almuerzo llamé a Universal Assistance. Me dijeron que aquí me tenía que arreglar por las mías y que después me reintegran la plata. Averigüé por el mejor sanatorio y me recomendaron uno. Agradezco sobremanera a Lucía que decidió acompañarme, perdiéndose el paseo de la tarde.
Tuc Tuc al sanatorio (60 $ urug). Y el trato en el sanatorio excelente y muy rápido. Me vio un médico y me mandó calmante inyectable y rayos X. Ir a pagar primero el médico, luego el calmante y la placa, retirar el calmante en farmacia, hacer que me lo inyecten (preparé el brazo, pero me hicieron bajar los pantalones, se ve que nunca habían visto un culo blanco), hacerme la placa, volver al médico, que en consulta con otro decidieron ponerme una férula con una venda, ir a pagar los elementos necesarios y la colocación, y luego hacer que me la coloquen. En el medio me quedé sin moneda local y tuve que ir a un cajero a sacar. Todo eso, incluyendo Tuc Tuc de retorno (que quiso cobrarme el doble que a la ida, pero no tuvo suerte) en 2 horas y media. Tengo una fractura en la cabeza distal del radio con un pequeñísimo desplazamiento, que intentó corregir al ponerme la férula. Costo total aprox $urug 6000. Y todos hablaban inglés.
Sarna con gusto no pica. Por suerte me quedan 2 piernas y una mano.
Por lo que cuentan Alejandro y Gerardo, no nos perdimos mucho, ya que fue un paseo en barco, por un lago, bajo lluvia y viento que sacudía el barco y una visita a un Monasterio en que no los dejaron entrar a la iglesia. Y Lucía perdió menos aún, porque el monasterio no permite el ingreso de mujeres.
La eficiencia en el sanatorio contrasta con la ineficiencia en los restaurantes, donde estuvimos 2 horas y 20 para cenar 1 solo plato sin postre.
Por acá hay muy pocos negros de veras. Predominan distintos tonos de café con leche.
2 de octubre
De entrada al Mercado de Bahir Dar, pero era solo un intento del guía para que le compremos algo a un amigo.
Luego Ruta a Gondar. Esta estaba aceptablemente pavimentada, pero el tránsito es lento po todo lo que hay arriba de la carretera: Vacas, burros con un carro, cabras, Tuc Tuc, Combis grandes, algunas camionetas y camiones y un un solo auto en 3 horas.
No hay alambrados. Está casi todo sembrado hasta 15m de la carretera. En esos 15m es que pastan vacas, cabras y ovejas, y es por eso que suben a la carretera.
Los principales sembradíos son arroz, un cereal con la que hacen lo que llaman pan que lo sirven en rollos, y otra planta llamada chat, que mascan como la coca, y qur tiene un efecto parecido.
Paramos en un puente que separa el lago Tana con el comienzo del Nilo Azul. Parece que el agua es sagrada y vimos una mujer que se había sacado la pollera para echarse por todo el cuerpo esa agua. También se ven botellas de ase agua en las afueras de las casas.
Si paramos en alguna carretera se nos acercan niños a partir de 2 años a pedirnos caramelos, biromes y “exercise book” que no sé lo que es. Les dimos caramelos. Si paramos en alguna ciudad, nos piden “Money”

En Gondar, que fue la capital de Etiopía por el siglo 17, recorrimos el recinto real, con 6 castillos, el más importante el del rey Facilides de 1632. Seguimos con la iglesia Debre Birham Selassie, también del siglo 17, famosa por su techo lleno de ángeles.
3 de octubre
Ayer me olvidé. En el el enorme recinto real con 6 castillos, crece mucho pasto. Había como 8 mujeres y alguna niña cortando el pasto con una hoz, sentadas o agachadas. Ni una máquina.
Varias veces, en general de mañana, y durante horas se escucha en varias cuadras a la redonda de algunas iglesias católicas, un canto similar al de los musulmanes llamando a la oración a las 5 de la mañana.
De mañana fuimos a ver la residencia alternativa del rey Facilides, que incluye una piscina más grande que una olímpica. Allí se festeja la fiesta religiosa de la Epifanía en enero, donde se llena con todos los católicos de Gondar durante 24 horas. Se ven unos árboles abrazando la muralla como en Camboya (Ta Prom).
A continuación, viaje a las montañas Simien. La forma de manejar acá y en gran parte de África, merece un capítulo. Es muy agresiva. Los espacios en la calle están permanentemente en disputa. Cada uno intenta apropiarse del espacio hacia adonde va el otro, hasta que falte poco para chocar. Y entonces, el menos guapo cede y esquiva, siempre sin detenerse. Cuando la disputa es entre un vehículo y un peatón, el peatón debe ceder. Si no lo hace, recibe unos gritos del chofer o de su acompañante, que a pesar de no entender amárico, yo traduciría como una puteada.
Me estoy por quedar sin caramelos, de tantos niños que se nos acercan a pedir algo cada vez que paramos en medio de la carretera.
A pesar que más de un 50% de la población es católica, casi todas las mujeres andan con la cabeza tapada. Muchas tienen un poncho y se tapan la cabeza con una extensión de ese poncho, que en casos, les llega a los pies. Pocas tienen pelo largo, y es muy común que el pelo corto lo tengan organizado en trencitas pegadas a la cabeza.
También se ven hombres con poncho y cabeza tapada, pero en mucho menor proporción.
Es común ver hombres caminando tomados de la mano. Es una costumbre que sólo indica que son amigos. No es común ver a un hombre y a una mujer tomados de la mano.
La ganadería y la agricultura están muy atrasadas. No se ve una máquina. Hasta aran con bueyes.
Cerca de mediodía llegamos a las montañas Simien. Al principio fueron una decepción. Resulta que hay una pared casi vertical de varios km de largo. Cuando el viento del lado de abajo choca con la pared, sube, se enfría y genera nubes que impiden toda visibilidad desde la parte alta a la baja. Y estamos en parte alta, con sol, y no podemos ver la vista hacia el valle.
Pero esas nubes van y vienen, y de a ratos se ven unas preciosas vistas, como también es muy lindo ver como aparecen de golpe las nubes. Hicimos varias caminatas y vimos varias vistas muy lindas y un antílope típico de la región.
El alojamiento son 4 paredes exteriores y ninguna interior. Hay unos placares cerrados que intentan separar 2 ambientes, cada uno con 5 camas. Nosotros y nuestro guía tenemos asignado uno de esos ambientes. No hay luz ni agua. Para llegar al baño sin agua, hay que caminar 1 cuadra entre los matorrales. ¡Cómo será su limpieza, que hasta Lucía dijo que prefiere los matorrales al baño! Dormiremos vestidos.
Vinimos a esta zona en 2 camionetas 4x4. Al pasar por el último pueblo (Debark) levantamos a un hombre con un arma larga que nos persigue a todos lados para cuidarnos. No sé si de los chorros, de los animales o de los niños que nos persiguen para vendernos cosas.
También levantamos un cocinero que nos preparó tallarines de almuerzo y nos preparó la cena que dijo que era un pollo con varios acompañamientos. Los acompañamientos estaban bien, pero el “llamado pollo” era incomible. ¡Quién sabe qué ave era”. Desde que llegamos a este lugar precario, Lucía no comió nada. Solo cosas que trajo de Europa por las dudas. Entonces sobró mucho, que sin incluir el “pollo” será metido por el cocinero en un pan, y será el sándwich nuestro de cada día mañana.
Cenamos tempranísimo. Porque sin luz ni agua no había nada que hacer. A las 19:30 estábamos en la cama, 5 de nuestro lado y 7 del otro, ya que tiraron colchones en el pisoimagínense lo bien que se duerme de a 12, compartiendo ruidos y luces de linterna cada vez que uno salía de la habitación, rumbo a los matorrales.
4 de octubre
 Fui el más afortunado de los 4 viajeros. Fui el único al que no le caminaron bichos por el cuerpo. Y eso que, dadas las condiciones, mi sueño no fue profundo.
En el desayuno nos sorprendieron con panqueques color naranja. Con miel estaban ricos.
Como nos levantamos temprano para rajar de ese cuarto, empezamos temprano la actividad. Consistió en caminar durante 5 km cerca del borde del precipicio, por senderos que a veces se volvían complicados por barro, piedras resbalosas y ancho. Por suerte, a diferencia de ayer de tarde, no había viento que empuje el aire húmedo de abajo hacia arriba y forme molestas nubes. Las nubes aparecieron después de que habíamos terminado la actividad.
El último en el camino era el hombre armado, que le daba una mano al penúltimo, cuando, con una mano menos, andaba por lugares resbalosos. Se ganó una propina de 240 $urug. Y en varios miradores la vista hacia la parte baja es espectacular. Lucía no fue. La altura promedio superaba los 3250 msnm, pero no sentí ningún efecto, no sé si porque hace días que andamos bastante alto, porque cuando el camino era en subida yo bajaba la velocidad y que me esperen, o porque busqué en internet las mejores pastillas para el mal de altura y las estoy tomando.
En el camino vimos muy de cerca a familias de monos Gelada, que son endémicos en esta zona.
Al fin del recorrido nos esperaba Lucía, que había llegado en camioneta. Pero faltaba lo mejor: Las cascadas Jimbar, de 500m de altura. Es un camino de menos de media hora, pero con trechos bastante más complicados. Y Lucía se animó. Y yo salí perdiendo. Porque el hombre armado agarró del brazo a Lucía y no la soltó más. Hasta que faltando 50m para el lugar donde se ve la cascada, se interpuso entre nosotros y el mirador una escalera de piedras que la naturaleza puso allí, que primero subía y después bajaba. Hasta ahí todo sencillo; pero la escalera tenía unos 80cm de ancho y a ambos costados había un precipicio. Lucía dijo no. Yo dije lo intento. Y al verme viejo y manco, un montón de etíopes se abalanzaron sobre mí, intentando ayudarme a subir andando hacia adelante. Hasta que me negué y subí el primer tramo en marcha atrás sentado, y el segundo tramo en marcha adelante, también sentado. Cuando la cosa se pone difícil, el “culo a tierra” nunca falla. Y vi la cascada y valió la pena.
Los etíopes cristianos no comen carnes ni huevos los miércoles y los viernes.
Llegando de vuelta a Gondar, nos llevaron a conocer el barrio de los judíos etíopes. La única diferencia que encontramos con los etíopes, es que los vendedores (niños) que te atacan por la calle para que les compres sus artesanías (cerámicas) son aún más agresivos que los etíopes, y que en el barrio hay una sinagoga. Fisonómicamente no tienen diferencia con los etíopes. Pueden tener más plata porque los familiares les mandan de Israel.
Y volvimos al hotel de Gondar. Era mejor que el de las montañas, pero un desastre: La vez pasada 4 luces no marchaban, una cama era durísima, el calefón calentaba poco, la cortina del baño estaba totalmente rota y no funcionaba. Hoy el balcón no abría y no marchaba el wifi. Pedimos cambio de pieza. La nueva no tiene toallas ni sale agua caliente. Toallas nos dieron, Alejandro se bañó con agua fría. Yo encontré la excusa perfecta para no bañarme, ya que con una mano que no se puede mojar es difícil. Solo me lavaré las patas que se ensuciaron con el barro que me entró en los championes. Los 2 hoteles anteriores estaban de acuerdo a nuestras expectativas y a lo que pagamos.

Me contó el guía que un grupo de argentinos, que andaba en hoteles de 5 estrellas, cuando llegó a Awassa, le dijeron que no querían el hotel que ya habían pagado. Que en cambio los lleve al campamento de los Rastafari (jamaiquinos) que se iban a pasar toda la noche fumando marihuana y que dormirían donde pudieran.
5 de octubre
Temprano al aeropuerto y viaje a Aksum (Axum) con parada en Lalibela sin cambio de avión. Desde el avión se vieron al principio valles grandes sembrados, de diferentes colores. Después cambió a montañoso. Se ve que son rocas basálticas formadas en sucesivas coladas de lava. Algunas coladas son más erosionables. En general, las montañas no tienen pico, sino que terminan en una superficie horizontal correspondiente a una colada dura. Las laderas son a pique, hasta encontrar otra colada dura, donde se produce un escalón.
Empezamos viendo de casualidad los preparativos de un casamiento. Mientras la novia se preparaba en una casa, el novio y los invitados bailaban ruidosamente en la calle.
Seguimos para el mercado. Interesante pero menos bullicioso que los anteriores. Observé que cuando venden ropa de mujer, usan manequís como los nuestros, pero con un culo mucho más grande. El culo grande será un ideal de belleza, pero no una realidad, porque no se ven gordas ni gordos
La ciudad parece algo más ordenada y limpia que las anteriores. Y con menos gente vagando por las calles.
Acá hubo una civilización con mucho poder del siglo 2 al 7. De ella quedan estelas (obeliscos) de piedra para festejar las batallas ganadas y tumbas subterráneas de los reyes. Entre las estelas se destacan una de 24m que sigue en pie, una de 26m que los Tanos se llevaron a Roma (en pedazos para poder transportarla) y que después devolvieron y armaron en sitio, y una de 500 toneladas, que está en el suelo, partida. No se sabe si alguna vez la pusieron vertical. Parece que usaban elefantes. Hay muchas estelas por esta región.
Mientras estábamos viendo las estelas, pasó un velorio a pie. Mucha gente, todos vestidos de blanco, y los hombres separados de las mujeres.
Después vimos un museo con vestimentas, objetos, coronas, etc de los reyes de Etiopía
Después vimos de afuera una Iglesia moderna que mandó construir Haile Selassie.
No entro en detalles porque no manejo temas religiosos. Como 10 siglos antes de Cristo, existió el Arca de la Alianza, un elemento muy importante para los cristianos. Por esa época, por Etiopía mandaba la Reina de Saba, que residía en Yemen, del otro lado del Mar Rojo. Según la versión de los etíopes, la Reina se fue a Jerusalem a visitar al Rey Salomon, y le llevó muchos regalos, De vuelta se trajo muchos regalos, entre ellos un hijo del Rey. Cuando el hijo tenía 22 años, fue a visitar a papá Salomón y se trajo de regalo el Arca de la Alianza, que después de varios destinos en Etiopía, hoy  se encuentra guardada en la Iglesia Sta María de Zion, en Axum.
Fuimos a visitar esa iglesia pero no vimos el Arca. Lucía porque no la dejaron entrar por ser mujer. El resto, porque solo la puede mirar una persona en el mundo: Su cuidador. En internet, dice que esa es la versión etíope, pero hay otras. En la iglesia vimos muchas decoraciones y pinturas, inclusive una de María con Jesús en brazos, ambos negros.
Después a la laguna de la reina de Saba. Había unos muchachos bañándose desnudos. En seguida vimos un monolito escrito en 3 idiomas, que estuvo enterrado hasta hace 5 años en que lo descubrieron unos campesinos arando con bueyes.
Luego a las tumbas de 2 reyes del siglo 6, al Palacio de la Reina de Saba y a un campo lleno de estelas más chicas que las anteriores..
No lo repito cada vez para no aburrir, pero en cada lugar que paramos nos atacan montonrs de niños a vendernos algo.
Cuando 2 hombres se encuentran en la calle, se saludan primero con la mano derecha, y luego chocan sus hombros derechos. Si hace mucho que no se ven, los chocan 3 veces. Sus cabezas pasan muy cerca. (intercambio de piojos?)
6 de octubre
Avión a Lalibela. Cuando Lucía se le quejó a la de la agencia que en las montañas estaba lleno de pulgas, le contestó que es normal, que ella fue a un 5 estrellas de Lalibela y estaba lleno de pulgas. Y el nuestro tiene muchas menos estrellas. Veremos.
En todo el mundo, una iglesia se construye de abajo hacia arriba, empezando por los cimientos y terminando por el techo. Pero en Lalibela, por el 1200, construyeron muchas empezando por el techo, luego paredes y columnas de arriba hacia abajo, hasta llegar al piso. Fueron talladas en la roca madre. Las paredes también fueron talladas desde el exterior. Por esa particularidad, fueron declaradas patrimonio de la humanidad por la Unesco, y pienso que ellas solas justifican un viaje a Etiopía.
Nosotros hoy vimos 7 en este orden: Bete Medhane Alem (del salvador del mundo), Bete Meskel (de la Cruz), Bete Maryam (de María), Bete Danagel (de las vírgenes mártires) , Debre Sina Mikael (de San Miguel), Bete Golgota y Bete Uraiel.
La primera es la más grande. Mide 33.5 x 23.5 por 11.5 de altura. Para su construcción se debieron retirar 15.000m3 de roca. Tiene 72 columnas, unas pocas reconstruidas.
Lucía no pudo entrar a Bete Golgota porque no dejan entrar a las mujeres. Le mostraremos fotos. No agregaba nada nuevo. Bete Uraiel era una chantada. Nada que ver con resto. Ni siquiera estaba en el programa. Rara vez es visitable. Pero el guía nos dijo que el cura como favor especial nos dejaría entrar, se vestiría con ropas ceremoniales, nos bendeciría y se sacaría fotos con nosotros. Pero el cura y el guía perdieron. Ninguno quiso ser bendecido, ni sacarse fotos, ni dar propina.
Estas iglesias siguen funcionando como iglesias.
Existe el cargo de “cuidador de zapatos” Para entrar a cada es necesario descalzarse. Entonces un fulano obligatoriamente acompaña a cada grupo para cuidar el calzado que dejamos afuera, y trasladarlo en caso que la salida no coincida con la entrada. Funciona con propinas.
Con el tema propinas andamos mal. Acá se toma como una obligación dar propina por un servicio que no solicitamos, o a alguien que cumple con un servicio que está incluido en lo que ya pagamos. Y en general, en esos casos, estamos de acuerdo en darla, pero solo cuando el servicio tuvo un plus arriba del servicio standard. El guía nos relajó varias veces por ese tema.
En esta ciudad hay gente que se pone a hablar amablemente contigo, y no notás que te quieran vender algo o manguear. Solo parecen buscar amistad. Hasta te proponen intercambiar tarjetas, emails o wsp. Después el guía nos explicó. Al poco tiempo te mandan un mensaje que un pariente cercano se enfermó y necesitan plata para el tratamiento. Hay varios que reciben 200 o 300€ de Europa todos los meses y viven como bacanes, sin laburar.
Cerca de las iglesias excavadas, las calles no tienen pavimento, pues el peso y la vibración de las máquinas, podría dañar lar iglesias.
Cuando llegamos al aeropuerto, había propaganda de un hotel, que entre sus virtudes destacaba que tenía electricidad 24/7. En la pieza de nuestro hotel hay una linterna y una vela.
7 de octubre
Falsa alarma. No tuvimos apagón y el hotel es correcto.
Empezamos con Asheton Mariam, otra iglesia excavada, pero está a 3070 msnm, arriba de una montaña. Estaba previsto subir a lomo de mula, pero como no había barro porque hace días que no llueve, fuimos en nuestra van. El camino horrible, pero llegamos. Faltaba media hora de caminata. Lucía no fue, no por ser mujer, sino porque tuvo miedo al camino y al mal de altura. Pero fue más sencillo que otros caminos que hemos hecho. El monasterio no valía mucho, comparado con los que vimos ayer. El cura nos mostró unas cruces con historia, un libro de 800 años y algo más.
Pero lo que sí valió la pena fue la vista en varias direcciones desde allá arriba. Durante todo el tiempo que estuvimos ahí, un tipo estuvo leyendo un libro, supongo que la Biblia, sentado en una roca.
Como en toda caminata, un tipo sube con nosotros en busca de propina. Intenta ayudarnos. Cuando descubrió que yo era el más lento, y además casi manco, se me pegó. Intentó agarrarme el brazo varias veces, pero le paré el carro. Siempre me decía qué piedra pisar. Pero no ligó propina.
Después fuimos a la Iglesia excavada más famosa de todas. Está dedicada a San Jorge. Es la más famosa porque es la mejor conservada y tiene forma de cruz. Es más linda de afuera que de adentro. En unos huecos de la roca, frente a la Iglesia, se ven los pies de unos esqueletos que están como momificados.
Ayer de tarde visitamos las iglesias del noroeste. Hoy de tarde visitamos las del sudeste. Ambas están separadas por lo que ellos llaman Río Jordan, porque para ellos es sagrado.
Las iglesias excavadas en roca que visitamos de tarde, fueron, en ese orden: Bet Gabriel, Bet Rufael, Bet Mercorios (Marcos), Bet Amanuel y Bet Abba Libanos.
Entre Bet Rufael y Bet Merkorios vimos la casa de Belen, que era la cocina, y, enseguida cruzamos un túnel totalmente a oscuras, tanteando cada paso con los pies, con la mano izquierda el techo, y con lo que queda de mi mano derecha, la pared derecha. Se termina, ya con luz, subiendo una escalera vertical despareja, de escalones altos y huella mínima.
Bet Amanuel la vimos de afuera antes que Bet Mercorios.
En un día y medio vimos 14 iglesias excavadas en roca.
El cuidador de zapatos se encariñó con Lucía. La llevaba del brazo de iglesia en iglesia, le acomodaba el chal como si fuera una novia, le ataba los cordones de los zapatos, etc. Y terminamos el recorrido de las iglesias, le dimos la correspondiente propina, y seguía cuidando a Lucía, y Lucía parecía muy contenta. Tanto, que le decíamos a Gerardo: ”La perdiste, si querés te hacemos un lugar en nuestra pieza” y Gerardo contestaba: “Y lo peor es que hasta le pagué”
Por una iglesia vimos una cama como las que se usan ahora en campaña, Son de madera, y el elástico está formado por tiras de piel de cabra.
8 de octubre
Anoche Lucía comentó que en la ropa sentía olor a Etíope y la lavó toda. Claro, si el cuidador de zapatos no le soltó el brazo en ningún momento, bajo la atenta mirada de Gerardo, excepto en el túnel a oscuras en que no se veía nada.
Día de traslados. Avión de Lalibela a Adis Abeba, espera en aeropuerto, avión a Dire Dawa y camioneta a Harar.  Con esto terminamos el recorrido por el Norte de Etiopía y le dedicaremos 1 día al Este.
En los aeropuertos, cuando pasás por abajo del pórtico y suena, no tienen una paleta detectora de metales. Como a mí me suena siempre por las prótesis, ya estoy acostumbrado a que me toqueteen. Pero me caliento cuando alguno no entiende y quiere buscar un arma en cualquier lado. Hoy uno quiso sacarme la venda y la férula de la mano. Me puse duro diciéndole que me la colocó un médico y solo se puede sacar por orden médica. Discutimos un rato y pasé.
Alejandro pasó por el pórtico y no le sonó, pero igual lo toquetearon como a mí. Pero se ve que le gustó, porque después le dieron un formulario para calificar al aeropuerto, y en el tema control de seguridad, le puso la mejor calificación.
Y siguiendo con aeropuertos, en uno de ellos el panel indicador de las partidas era un pizarrón escrito con un marcador. Y en el de Adis Abeba, también vimos gente con una hoz cortando el pasto al borde de la pista.
Cuando íbamos en la camioneta rumbo a Harar, de golpe para al costado del camino y el guía nos explica que estamos en la camioneta equivocada.  Que esa camioneta estaba contratada por otra agencia para otro grupo. Y que el otro grupo con su guía venían en la que nos correspondía a nosotros. Un plantón hasta que apareció la otra camioneta e hicimos los cambios correspondientes. Ya lo dijo Shakira: “Esto es África” No es lo mismo verlo y vivirlo a que te lo cuenten.
Algunos comentarios:
Esta zona parece mucho más seca y se ven muchos dromedarios.
Tanto a la salida de Dire Dawa como a la entrada de Harar, hay avenidas con veredas. Eso facilita el tránsito, porque la gente y las cabras y etc. Van por la vereda.
En esta zona se ven muchísimos camiones. Es que estamos cerca de Djibuti, cuyo puerto es el único que usa Etiopía para exportar. Los camiones salen cargados de Etiopía y vuelven vacíos.
Vimos muchos hombres con polleras, algunos de ellos con el pelo pintado con henna o algo parecido.
Unos 10km antes de Harar, el tránsito se hizo lentísimo y hervía de gente. Es un mercado callejero de chat o khat, la droga parecida a la coca, con hojas que se mastican. El mercado funciona de día y de noche. Esa droga es legal y se exporta a Djibuti.
En las zonas rurales y semirurales, al atardecer, se ven algunas mujeres lavando ropa en una palangana en la calle, y muchas cocinando en la casa. Y mirando para adentro de las casas, encuentro la explicación. No tienen luz eléctrica.
Llegamos a nuestro hotel y había apagón. Cuando hay apagón, los negros son más negros. Las 2 piezas que nos asignaron tenían charcos de agua por pérdidas.
Después fuimos a una zona de la ciudad donde andan por lo menos 7 hienas sueltas. Un loco las acostumbró a que al comienzo de la noche les da de comer carne para que el resto del día no anden comiendo ovejas, cabras o niños. Además le cobra a las agencias de viaje 120 $urug por turista que lleven a ver como comen las hienas. Alejandro y Gerardo les dieron de comer a las hienas. Lucía y yo tranquilitos.

Tanto a mediodía en el restaurante del aeropuerto como de noche en el mejor restaurante de Harar pedimos Coca Cola y la traen sin vaso, para tomar de la botella. Si pedís cerveza te traen vaso, pero vimos en la mesa de enfrente que igual la tomaban de la botella. Lucía no se aguantó y pidió vasos. Le dijeron que sí, pero no le trajeron. Cuando estaba por reclamarlos, Alejandro la frenó diciéndole que aunque traigan los vasos, después de ver el baño, él igual iba a tomar de la botella.
9 de octubre
Día dedicado a Harar, la única ciudad del Este de Etiopía que vistamos.
Es una ciudad amurallada, declarada patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Su población es predominantemente musulmana. Es la 4ta ciudad más santa del Islam. Adentro de las murallas tiene 82 mezquitas.
Al comienzo de la visita, Lucía se quejó que unos muchachos le tocaban la espalda y el pelo. El guía los corrió. Lucía andaba con cabeza descubierta y el comienzo de la espalda también, y los musulmanes no están acostumbrados a ver eso.
En el mercado volvimos a ver que venden ajo por diente y no por cabeza.
Entramos en una casa típica musulmana de casi 300 años para ver su decoración.
Se ve muchísima gente durmiendo en la vereda. Posiblemente se pasaron masticando khat.
Vimos la casa donde pasó la luna de miel Haile Selassie, ahora transformada en museo.
Vimos como alimentan con carne a los Milano, unas aves grandes. Agarran la carne en aire.
Vimos de afuera la Gran Mezquita de los viernes, y las puertas de entrada a la muralla.
Vimos la fabrica de café, donde lo tuestan y lo muelen.
Nos trasladamos a Dire Dawa para tomar el avión a Adis Abeba. De paso visitamos el mercado. Nos sorprendió que no era un mercado en la calle o entre el barro como en otros lados. Era un enorme local cerrado en que cada comerciante tiene asignado un local, y había muy pocos compradores.

Luego avión a Adis Abeba.
10 de octubre
Hoy comenzamos nuestro recorrido por el sur de Etiopía. Hicimos 500 km y demoramos 12hs 30min (más que de Montevideo a Madrid) Es cierto que hicimos alguna parada, pero 10 horas de marcha tuvimos, lo que da un promedio de 50km/hora. Hay que disminuir muchísimo la velocidad por cabras, vacas, burros, carros tirados por burros, tuc tuc, pozos y gente. Si hubiera manejado yo, no habría pasado de un promedio de 30km/h. Yo no me animo a hacer los finitos a alta velocidad que hacía el chofer con los que venían en sentido contrario. Si viene alguien de frente, yo no paso.  El chofer pasaba igual y el otro que frene o esquive. Si veo una cabra cruzando la carretera, yo espero que pase. Él tocaba bocina, aceleraba y pasaba rozándole las narices a las cabras. A la gente le hacía muchos finitos. Y mi mayor susto fue de noche, cuando además de los animales y la gente, hay varios vehículos sin luces. Pero llegamos. Se ve que el que no sabe manejar soy yo.
Desde el puente sobre el río Awash vimos las cascadas.
Inmediatamente paramos en Melka Kunture, un yacimiento arqueológico de 800.000 años, donde vimos como trabajaban la piedra y los huesos de los animales. Después vimos las estelas grabadas de Tiya. Son Patrimonio de la Humanidad por Unesco. Son 32 estelas de piedra grabadas con distintos dibujos. Uno representa a una mujer. Son del siglo 14 ó 16, abajo hay tumbas. El guía dijo que representa a los caídos en una batalla.
Algunos comentarios.
En Adis Abeba se ven autos particulares, mientras en los pueblos solo se ve alguno de casualidad. También de casualidad, uno de los autos lo maneja una mujer. Cerca del centro de AA no hay tuc tuc.
El tránsito en AA es complicado, demoramos 1 hora y media en salir.
En la ruta es muy común ver a una mujer recorriendo largas distancias acompañando a un burro que transporta 2 garrafas de agua. También es común ver a una mujer (sin burro) transportando en su espalda un atado de leña fina que calculo en 25kg.
Las casas de la etnia Halala son redondas, con paredes de madera y adobe, techo cónico de quincha, con un adorno en el vértice del cono, y la gran mayoría sin ventanas.
En esta zona también hay musulmanes. Vi varias mujeres a las que solo se les veían los ojos.
Acá no se venden refrescos Light. Zero o similares sin azúcar. Yo pensaba que Cuca no quiso venir por racista, pero debe ser porque su diabetes no le permite tomar refrescos con azúcar.
11 de octubre
Me olvidé ayer: En el viaje, un tipo se paró frente a la camioneta. Hablaron algo, y el tipo no se movió hasta que el chofer le dio $ urug 120.
De la misma forma que África se separó de América, África se está separando en 2. La separación de los 2 bloques se da en una línea que empieza al sur de África y llega al Mar Rojo y el Mar Muerto. Se llama Valle del Rift, y por ahora en él se encuentran varios lagos.
En uno de esos lagos, llamado Chamo, hicimos un paseo en lancha. El agua bien marrón. Los paisajes lindos porque está rodeado de montañas. Vimos varios cocodrilos haciendo la plancha, y uno en la orilla esperando con la boca abierta. Vimos una familia de hipopótamos. Entre las aves grandes, vimos marabúes, pelícanos y algunas águilas vigilando desde lo alto. Al subir al barco nos hicieron poner salvavidas. No entendí porqué, porque en un lago con cocodrilos es difícil morir ahogado.
Después recorrimos el mercado de Arba Minch y al ir a almorzar, un hombre me toqueteó todo, supongo que buscando un arma. Pero no me revisó la mochila donde me caben 10 armas.
Luego fuimos al parque Nechisar a ver las 40 fuentes (manantiales) que dan el nombre a Arba Minch. Previo al ingreso, se subió un guardia armado que nos acompañó en todo momento. Vimos un laguito con muchachos bañándose en la única fuente que vimos. Pero igual fue interesante por los árboles que había y la presencia de los monos Colobo.
Luego fuimos a conocer a la tribu Dorze, que vive en lo alto de una montaña. Los primeros gurises que se acercaron a la camioneta, abrieron la puerta por donde se guardan las maletas con el coche andando. La única maleta que había era la del guía pero no la tocaron.
En el resto del camino, tanto al subir como al bajar, aparecen grupos de gurises sobre la carretera, algunos haciendo pruebas atléticas, y luego todos moviendo el culito, que es parte del baile típico de los Dorze. Y el baile termina cuando el chofer apunta contra ellos y se dan cuenta que si no se corren, los pisa. A la vuelta, uno que no era un gurí, también se paró delante de la camioneta y le cobró $ urug 12 de peaje porque había puesto unas piedras en un pozo para hacer menos intransitable el camino.
Al llegar a la  aldea, vimos parte de bailes típicos que habían organizado para un grupo español. Luego fuimos a ver sus casas. Tienen forma de elefante, con algo parecido a la trompa y a las orejas. Como buen elefante, no tienen ventanas ni luz eléctrica, por lo que para ver algo en pleno día, hay que andar con linternas. Son chiquititas, y todavía tienen que compartir con las cabras el espacio. En el centro de lo que sería el living, hacen el fuego en el suelo para cocinar. El dormitorio tiene el tamaño de la cama.
Después fuimos a ver como preparan la comida típica. Usan la falsa banana, que es un árbol parecido al bananero, pero que no da bananas. Cortan un pedazo de tallo. Con una herramienta de bambú con filo, le arrancan todo lo del tallo que no es fibra. Lo dejan fermentar algunas semanas bajo tierra y luego lo amasan con forma de panqueque, Esa masa la colocan entre 2 hojas de falso bananero, sobre un disco de arado calentado con fuego en el piso, vuelta y vuelta  y tá.
Y ahora lo peor. Había que comerlo y decir que estaba rico. Lucía no sabía donde esconderse para no comer. Ese panqueque se podía acompañar con picante y con miel. Al picante era difícil entrarle. La miel era dura y medio seca, que solo le gustaba a las abejas de la zona que enseguida coparon el recipiente. Y nos obligaron además, porque es una descortesía negarse, a tomar 3 copas de un licor muy fuerte.
Un capítulo aparte son los niños. Le regalás un caramelo a uno, se corre la bola y se arma un enjambre de niños muy simpáticos pidiendo más.
Acá en el sur, se nota un color generalizado de piel más oscura.
Leyendo la BBC me entero que le acaban de dar el premio nobel de la paz al 1er ministro de Etiopía, por haber hecho la paz con Eritrea. También dice que Etiopía es un país muy peligroso, que el año pasado asesinaron a más de mil por problemas étnicos, pero que eso no lo arregló el 1er ministro. Por suerte, los problemas étnicos son entre distintos grupos de negros.
A la cena, tenía poca hambre. Será por lo que me obligaron a comer y a beber?
12 de octubre
Nos trasladamos a Jinka.
El camino muy poceado como todos.
Las vacas y cabras se trasladan arriba del pavimento, ocupando todo o casi todo el ancho del mismo. La mayoría de las veces son acompañadas solo por niños, que no saben ni cómo hacerlas correr. Lo hace el chofer a bocinazos y prepoteandolas. Si se hiciera un censo de tránsito, y se clasificara el tránsito por tener patas o ruedas, estoy seguro que el tránsito con patas en varias zonas supera en más de 100 a 1 al de las ruedas.
A medida que vamos hacia el sur, todo parece ser más primitivo. Las mujeres que acarrean agua lo hacen sin burro, y por lo tanto de a 1 bidón. Las que acarrean leña, parece que cargan más y van todas encorvadas.
Cruzamos un río, y a la derecha se bañaban las mujeres y a la izquierda los hombres. También lo usaban para juntar agua y lavar ropa.
Pasamos por la zona de la etnia Konsos. Los paisajes eran muy lindos, lleno de terrazas en escalones para plantar. Los quinchos redondos tienen un sobrequincho arriba. Las mujeres usan una sobrepollera similar en la cintura, muy corta, y arriba de la pollera normal.
En un momento, el camino estaba atravesado por una cuerda. Era para hacernos detener para manguearnos, cosa que sucede todo el camino, pero el chofer no se detiene.
Después visitamos la etnia Ari. El guía dice “Son más negros que yo”. No dice “son más afrodescendientes que yo”
En la visita nos enseñaron sus habilidades: 1. Preparar licor de sorgo. Es un proceso de destilación. 2. Preparar Ingera, una comida típica. Como siempre se cocina y trabaja en el suelo. Sobre un fuego, en una plancha de metal, desparraman maíz molido con agua y lo tapan. Cuando está cocido lo sirven sobre una hoja grande. Es como un panqueque grande. 3. Trabajan metales con la fragua. Cada familia se gana el sueldo con esas habilidades.
Pero lo más interesante de la visita, son los niños. No bien llegamos nos rodean. Y nos siguen a todos lados, y caminamos con algunos de ellos de la mano. En un momento, eran 18 niños alrededor nuestro. Les llamaba la atención mi brazo y me preguntaban. Pero lo que más les llamaba la atención era el pelo rubio de Lucía y le pedían uno. Muchos de ellos andan descalzos.
Después fuimos al mercado de Jinka. Como siempre, toda la mercadería está en el suelo, sobre lonas. En un momento vi como una cabra se comía una lechuga que estaba a la venta.
Donde vendían ropa, había montones de mujeres revolviendo y probándosela, igual que en todo el mundo.
Mientras caminamos, la gente nos llama “you” para entrar en contacto con nosotros.
En esta zona se ve muy poca gente con la cabeza cubierta. La vestimenta es más parecida a la nuestra.
13 de octubre
Hoy por fin, vi los que soñaba ver hace años. La tribu Mursi, la que las mujeres se deforman el labio hasta meterse un plato de arcilla adentro, para ser más lindas.
Es la tribu más aislada y más atrasada de Etiopía. Desde el pueblo más cercano, hay casi 2 horas por pésima carretera. Si estarán aislados, que ni en la carretera se ve gente ni animales. Para nosotros es el primer tramo de carretera “vacío”.
Cobran aprox 12 $ urug por foto y por persona que aparezca en la foto. Y ojo, que parece que son muy agresivos si les querés garronear una foto.
Y para estar más lindas las mujeres, muchas, además del disco en el labio, se ponen discos algo más chicos en cada oreja. Para un mursi, una mujer uruguaya debe ser fea porque no tiene discos, pero difícil ver cara de mujer más fea que la de una mursi que se sacó el disco de la boca y le queda el pedazo de labio colgando.
También, para ser más lindas, se hacen una especie de tatuajes en brazos, panza, etc. Pero no es un tatuaje como los que conocemos. No tiene color, y tiene espesor. Se lo hacen con fuego.
La vestimenta, tanto de hombres como de mujeres es una sola manta. Con ella se tapan en parte, pero a la mayoría de las mujeres se les ve por lo menos una teta.
Las viviendas son medias esferas de no más de 1,50m de altura, con una puerta de entrada de 50cm de altura. Para entrar como que se zambullen. Pienso en lo difícil que me resultaría entrar a mí, a mi edad. Pero ellos no tienen ese problema. No llegan a mi edad. Están hechas de paja, pero una paja mucho menos compactada que un quincho, por lo que pienso que les debe entrar agua, sobre todo, porque nuestros quinchos tienen buena pendiente, mientras que los techos de ellos, en el centro son casi horizontales. Consultado el guía, contestó que no les importa porque hace calor.
El Ministerio de Turismo de Etiopía aconseja finalizar la visita antes de las 11 de la mañana. Después de esa hora se maman y se vuelven muy agresivos.
Para esta visita, empatamos 4 a 4. Éramos 4 turistas, acompañados por 4 personas. Nuestro guía, nuestro chofer, un guía local obligatorio y un ranger armado, también obligatorio.
Luego nos trasladamos a Turmi, completando 6 horas de carretera a los saltos en el día.
En el tramo de Jinka a Turmi, la gente que se ve pertenece a la tribu Benna.  Los hombres se visten con una pollera corta. Como siempre los niños nos ven venir de lejos, hacen malabares o bailes para manguearnos, pero el chofer no para mientras amaga pisarlos. Algún gurí al costado de la carretera andaba desnudo, y algunas mujeres en topless. Vi a 4 hombres en distintos lugares portando armas largas. Supongo que es por problemas entre distintas etnias y no con los turistas.
En Jinka no había combustible. Como no era seguro que alcance para llegar a Turmi, El guía decidió comprar combustible ilegal en un pueblo en el medio del camino. Sin contar el chofer y el guía, eran 5 personas para cargar combustible. Y pensar que en Europa se los carga uno mismo.
Es una muestra más de la ineficiencia africana. En 2 hoteles, Nos asignaron mal la pieza. En ambos, recién a la tercera pieza que nos dieron era aceptable. Los problemas eran desde que nos asignaron una pieza que estaba ocupada, nos dieron la llave, abrimos, y por suerte los huéspedes habían salido, hasta que nos daban habitación doble cuando estaba claro que era twin.
Otra muestra más de la ineficiencia, son las demoras en los restaurantes.
Probamos masticar Khat, el equivalente a masticar coca. No quedamos eufóricos, o no nos dimos cuenta.
Al usarse poco la internet, se siguen usando los viejos teléfonos Nokia.
14 de octubre
En el hotel donde estamos hay un cartel que dice que si lavás ropa te ponen una multa de 200 birr. Lucía quiso averiguar la causa de la prohibición. Le dijeron que al lavar ropa en la habitación se podía salpicar agua, que se podía resbalar y lastimarse. Qué bien! Cómo se preocupan por nosotros! Pero no se preocupan que la cortina del baño no ataje el agua y se moje todo el piso del baño con riesgo de resbalones. Ante la insistencia de Lucía, le dijeron que no, porque capaz que llueve. El resultado fue que solo yo mandé lavar ropa, porque no me gusta lavar, y porque con una mano es muy difícil. Y sale más del doble que en otro hotel.
Siguiendo con el hotel, a las 22.20 se apagó la luz, y simultáneamente nos quedamos sin agua, ya que usa una bomba. Duró hasta las 7.30 en que la dueña consiguió plata para comprar combustible para el grupo electrógeno.
El primer objetivo del día fue la tribu Nasanech.
Está a 70km de Turmi. Misteriosamente se va por una carretera asfaltada en buen estado, casi sin animales y con poca gente. Y casi no tiene tránsito, mientras que las que tienen mucho tránsito están a la miseria.
Vimos termitas que son como columnas de hasta 4m de altura.
La tribu que vamos a ver está cerca del río Omo, y está cerca de Kenya y Sudán del Sur. Por eso hay un control de pasaportes para llegar allí. Nos pidieron el pasaporte con el sello de entrada, y además la visa que habíamos sacado por internet, sin la cual no nos hubieran puesto el sello de entrada. Alejandro y yo teníamos la visa. Lucía la encontró en su celular, pero Gerardo no la tenía encima. El empleado que pedía documentos llamó al guía a un cuartito, mientras retenía el pasaporte de Gerardo. El guía llamó a Gerardo al cuartito. Le pidieron una coima de 200 Birr (230 $urug). Gerardo dijo que no. El empleado volvió a llamar al guía al cuartito y cuando se abrió la puerta hubo humo blanco. No sabemos cuánto pagó el guía.
A l entrar a la aldea, el guía nos dice que son 10Birr por foto, o canilla libre a 200 Birr por persona. Las chozas sin gente son gratis. Cuando cada uno andaba en 1 foto paga y varias de chozas, el jefe de la tribu dijo que 200Birr  o ni gente ni chozas. Resultado: los sudacas no dejamos 1 Birr más y nos conformamos con nuestra primeras fotos.
La gran mayoría de las mujeres están en tetas, con lo que es fácil calcular la edad de cada una. Pero no están en tetas para la foto, porque también  se las ve así en lugares públicos como la carretera.
Las mujeres casadas y las solteras usan distinto peinado, para que no haya lugar a dudas.
La mayoría de los niños anda descalzo, algunos totalmente desnudos, y muchos con la panza de los mal alimentados.
Las chozas están hechas con desperdicios de cartones, chapas, nylon, ramas o lo que encuentren tirado. Son también como una semiesfera de 1.50/1.70 de radio con un agujero de 50cm abajo para entrar.
Después los guías nos llevaron al Shopping. En un terreno pegado a las chozas tienen lonas sobre el piso y sobre ellas muchas artesanías. Cuando un grupo de turista rumbea pal shopping, las vendedoras, que están entre las chozas, corren al shopping para estar sentadas cada una al lado de su lona cuando entra el primer turista. Cuando se convencieron que no compraríamos nada, abandonaron el shopping más rápido que nosotros.
Abandonamos la zona cruzando el río Omo en un bote que era un tronco ahuecado.
Encontramos a una española que se cayó y se le salió el codo de lugar. Como por acá no hay hospitales, buscaron a la curandera de la tribu y le acomodó el codo en su lugar. Creo que fui afortunado de quebrarme la muñeca en el Norte y no en el Sur de Etiopía.
Después de almorzar fuimos al mercado de Turmi. Lo que más llama la atención son las mujeres de la tribu Hamer. Tienen el pelo color ocre trenzado, decoraciones con cuentas de colores y caras pintadas.  En general andan con todas o parte de las tetas al aire, y con un pedazo de cuero con el que se cubren alguna parte. Tienen una costumbre que cuando un muchacho está en edad de casarse, tiene que salvar una prueba de saltar sobre unos toros. Y simultáneamente, algunas mujeres deben demostrar su valentía haciéndose azotar en la espalda sin gritar. Y las mujeres piden que las azoten lo más fuerte posible. En el mercado observé las cicatrices en la espalda, como recuerdo de esa ceremonia.
En un negocia que decía Female Beauty Salon había fotos de mujeres como marketing del negocio. Todas rubias.
Luego de un descanso a la hora de más calor, fuimos a visitar una aldea de la tribu Hamer. Para llegar fueron 3km en camioneta y 15 min a pie por una zona casi desértica. Por supuesto que la caminata fue acompañados de varios niños, muchos de ellos de pata en el suelo y culito al aire.
Son chozas bastante separadas entre sí, y viven unas 250 personas. Si un tipo tiene 3 esposas, son 3 chozas. Son cilíndricas, de paredes de palos verticales arrimados unos con otros. A través de las paredes pasa luz y aire. La altura de las paredes anda por 1.50m. La puerta para entrar no empieza a nivel de piso, sino 50cm más arriba, y tiene entre 0.80 y 1.00 m de alto. El techo es cónico de quincha.
En las chozas veíamos poca gente. Lo que pasó fue que en esta aldea ayer fue la ceremonia del salto del toro, y corresponde seguir la fiesta hoy. Y después de discutir con el guía y con la agencia de viajes, logramos que nos paguen la entrada para poder mirar y fotografiar la fiesta. Y nos sorprendió gratamente, porque era una fiesta de ellos en que admiten mirones, y no una fiesta armada para turistas.
Debajo de una enramada, en el piso, estaba el grueso de la gente, chupando licor de sorgo y mascando khat.
Cerca de ahí estaban preparando el asado. Era cabra u oveja. El fuego y las brasas en el piso. La carne estaba atravesada por un palo clavado en el piso, cerca de las brasas. Calculamos que la comen bastante cruda. Más adelante estaba el baile. Una rueda de hombres que iba creciendo a medida que se acercaba la noche. Eran los mismos que cantaban y bailaban. Tenían varios tipos de baile, en general en base a saltos. En algunos bailes entraban y salían como mucho 2 mujeres. Entre el grupo de baile estaba el que ayer saltó el toro.
Lo que vimos fue la fiesta de los familiares de la madre del homenajeado. A menos de 50m de allí había otra fiesta de los familiares del padre del homenajeado, que era más chica, pero nosotros no teníamos acceso.
En medio de la fiesta, a Lucía se le ocurrió darle 2 caramelos a 2 niños que tenía cerca. Inmediatamente se armó una multitud de niños, que terminó agresivamente  a las piñas entre 2 más grandes por un caramelo.
La fiesta seguía e iba creciendo en intensidad a medida que el alcohol y el khat hacían efecto, el sol se estaba poniendo, nos esperaba la caminata de vuelta y no quisimos hacerla a oscuras y nos fuimos.
15 de octubre
En medio de la ruta, el guía dice que bajemos y caminemos 500m para estirar las piernas, que la camioneta nos recoge en el 2do punto. Por diversas razones, Lucía y yo seguimos en la camioneta. Esto parece una bobada para entrar en el blog, pero en Etiopía no. Donde paramos, como siempre aparece alguien con la mano extendida. En este caso, fueron una mujer con un niño. Lucía les sacó una foto y le pagó. De paso sacó una foto al campo, donde a lo lejos estaban arando con bueyes. Avanzamos en la camioneta 500m y bajamos Lucía y yo. El que apareció con la mano extendida fue un niño, que nos dijo cosas que no entendimos. En la mano que no extendió, llevaba un cuchillo, pero en actitud no amenazante. Mientras tanto, Gerardo, Alejandro y el guía venían caminando. Se les apersonó un hombre con un látigo, y amenazando, dijo que alguien de la camioneta le había sacado una foto. Para evitar males mayores, Gerardo le dio 10 Birr que es la tarifa por foto. Le pareció poco y siguió amenazando con los latigazos y recién los dejó seguir cuando el guía le dio 20 Birr más.
Seguimos al mercado de Alduba. Hoy es uno de los días que funciona. Empieza tarde, porque las diferentes tribus participantes deben recorrer grandes distancias a pie, cargando lo que tienen para vender.
Empezamos con la feria de animales. En esta parte casi no hay mujeres. Los hombres vienen con la ropa típica de cada tribu, muy orgullosos de pertenecer a ella. En general usan un trapo que más bien parece una pollera. Llevan en la mano una piecita de madera que usan como asiento, y creo que después que se maman, se acuestan en el suelo y en esa piecita apoyan la cabeza. Según la tribu es el tipo de peinado y si llevan o no una cinta colorida en el pelo.
Cuando venden cabras, las atan por la panza y las cuelgan del gancho de una balanza, mientras patalean.
Luego fuimos a la parte de cereales y varios. Acá predominan las mujeres. Hay bares donde se los ve a las 11 de la mañana tomando bebidas fuertes o cerveza casera en calabazas ahuecadas.
Hay algunas tribus que usan una calabaza en la cabeza como sombrero.
Luego seguimos haciendo carretera, hasta que nos pararon como 20 tipos con palos, machetes y fierros. Hablaron con el conductor y el guía y éste les dio plata y pasamos.
Luego visitamos la aldea de los Konsos. Son 9 etnias distintas y se vivían peleando. Hasta que los viejos de la tribu decidieron que 2 de una misma etnia no se pueden casar. Entonces con los casamientos cruzados se acabaron las peleas. Además son polígamos, con lo que se aceleran los cruzamientos.
Al terminar las peleas, pasaron a ser los más trabajadores. Están en una zona montañosa y la llenaron de terrazas casi horizontales para poder plantar.
Tienen murallas de piedra desde hace casi 1000 años. Por estas razones son patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Tienen plazas comunales donde se reúnen a tratar los problemas de la comunidad. Tienen casillas de vigilancia donde los jóvenes, en forma voluntaria, colaboran con la comunidad en casos especiales.
Las chozas son cilíndricas, con techo de quincho cónico, con un cono más chico cubriendo el vértice del cono. En el vértice de este 2do cono, colocan como adorno una pieza de cerámica. Si en esa choza vive o vivió un jefe, colocan un huevo de avestruz.
El hotel casi nuevo, la pieza cómoda. Parecía perfecto hasta que para ir al baño quise prender la luz. Preguntamos y solo prenden el grupo de 18.30 a 22.30
16 de octubre
Día de viaje largo, dejando las tribus del sur. Fueron 400km y nos llevó 10 horas con alguna parada. Promedio de marcha efectivo 50 km/h.
Paramos en la zona de Alaba Culito, para ver cómo vive la gente. Es una choza cilíndrica, bastante más grande que las de las tribus, con techo cónico de quincha. Cuando nos acercamos no paraban de salir mujeres con niños en brazos, y niños de todas las edades para recibirnos. No vimos ningún posible padre de tanto niño.
En el interior tiene un ambiente que funciona como living, comedor, cocina y dormitorio de niños, una pieza separada que es un dormitorio y otra separación para animales que pernoctan adentro.
El piso es de tierra. Por supuesto que no tienen agua, luz ni baño. Tienen un terreno grande donde plantan varias cosas.
El guía le dio 150 Birr (180 $urug) por mostrarnos su casa y quedaron sumamente agradecidos. Para ellos es mucho. Claro, no pagan UTE, Antel, internet, cable, contribución, impuestos, agua, Netflix, colegios, etc.
Lo normal es que una moto circule con 3 personas, pero vi una con 5 personas arriba.
En determinado momento, mientras íbamos por la carretera, 2 gurises de aproximadamente 10 años, al vernos venir, tiran un poco de tierra dentro de un pozo, y se paran desafiantes frente nuestra camioneta, exigiendo un pago por arreglar la carretera. El chofer no les da nada, los relaja y arranca. Los gurises no tuvieron más remedio que saltar para un costado para no ser pisados y se quedaron puteando.
Nos informa el guía que el tramo entre Jinka y Turmi, que recorrimos hace pocos días, está cortado por conflictos con las tribus. Son los piquetes etíopes.
El hotel es un Resort Etíope. Tiene playa privada sobre el único lago sin cocodrilos. Agua marrón y arena con piedras. Es lo que hay.
17 de octubre
Dimos un paseo por Parque Nacional Abiatta-Shalla. Vimos gacelas, avestruces, jabalíes y gallinas de Guinea.  El Lago Shalla tiene agua salada, y no es marrón como todos los demás lagos del Rift. Llega a 260m de profundidad. El Lago Abiatta se está secando porque le están extrayendo la sal. Estamos en un Parque Nacional que hasta entrada cobran. No puede ser que adentro viva gente, que críe sus animales, etc.
Después fuimos al Lago Ziway donde vimos muchos marabúes y pelícanos.
Después seguimos con rumbo a Adis Abeba. Nos sorprendió gratamente encontrar una autopista a peaje, con estándares europeos, de 3 carriles, con todos los cruces a desnivel. Extrañamos la gente, los animales, los tuctuc, los carros tirados por burros y los baches. En Uruguay no tenemos nada parecido. Son solo 40km que terminan 20km antes de Adis Abeba.
En las afueras de Adis vimos muchísimos bloques de apartamentos modernos, en claro contraste con todo lo que vimos hasta hoy. Cuando pasamos cerca, descubrimos que están todos sin terminar, deshabitados. Algunos están hasta pintados exteriormente. No están en obra. Por alguna razón se acabó la plata sin ocupar ninguno.
Despedimos a Lucía y Gerardo que se van hoy.
De noche la agencia nos invitó a compartir una cena-show con los dueños (Amanda, española, y su esposo etíope) y el guía. Nos mamaron con una bebida a base de miel y alcohol, y comimos comida típica, con la mano como se acostumbra.
18 de octubre
Traslado al aeropuerto para el regreso, con escala en San Pablo.

CONCLUSIONES
Un viaje a Etiopía es mucho más interesante que un viaje tradicional, por ejemplo, a Europa. Prueba de ello, es que habiendo estado el mismo tiempo en Europa que en Etiopía, escribí el doble de páginas sobre Etiopía. Dicho en otras palabras, es un viaje más sustancioso, con más adrenalina.
Reconozco que no es para cualquiera. Se necesita buen estado físico, mucha tolerancia a las incomodidades y a la ineficiencia africana, a los largos recorridos en vehiculo, similares a estar dentro de una coctelera, y aceptar que en todo momento tenés alguien al lado que te está hablando/vendiendo/mangueando.
También se necesita habituarse a la comida. El pollo y la carne son durísimos. Es muy difícil esquivar los picantes.
Y también hay acostumbrarse a ver la pobreza extrema, mirándola como un hecho de la realidad que existe aunque no la veamos, y que no está en nuestras manos arreglarla. La recompensa la tenemos al ver la alegría de un niño chico cuando le regalamos un caramelo.
Concluyo aconsejando la aventura etíope a los que cumplan las condiciones que resumí.

Los puntos altos del viaje fueron, para mí, en el norte las iglesias de Lalibela y las Montañas Simien; y en el sur las visitas a las diversas tribus. Pienso que el viaje se puede acortar viajando en avión algún tramo para llegar y salir del sur