jueves, 2 de septiembre de 2010

NORTEAMÉRICA 2010. CANADÁ OESTE




1 de setiembre. Vuelo a Río, donde tenemos una espera de 7 horas. La espera se hizo más soportable pensando que estoy en los pagos del gran Maracaná, donde fuimos campeones mundiales, en lugar de conseguir un meritorio 4to puesto, y además, fuimos guiados por el Negro Jefe, y no por unos rubios carilindos que están para la pinta.
En Montevideo no nos dieron las tarjetas de embarque de los tramos siguientes. Las conseguimos en Río después de pesadear mucho a muchos, y partimos para Houston.
2 de setiembre. Llegada a Houston, y vuelo a Vancouver. Al llegar descubrimos que nos habían roto el candado y nos abrieron una valija. Adentro estaba todo revuelto, pero parece que no nos faltó nada. Adentro estaba el candado roto, y un papel, en español, que decía que las autoridades de USA, para cuidar nuestra seguridad, sortean entre todas las valijas cual abren, y esa la abren como sea. Yo calculo que el sorteo lo hicieron entre la valija de Cuca y la mía y Cuca perdió el sorteo. ¡Quién se imagina que van a abrir la valija de un yanquee o un canadiense y ponerle un papel explicativo en español!!
Del aeropuerto tomamos el Skytrain, que es un tren que va en parte por superficie y en parte bajo tierra. Nos llamó la atención que no tiene conductor, mientras los uruguayos siguen conversando si algún día eliminarán el guarda.
En una de las paradas del skytrain, nos estaba esperando nuestro amigo Arturo Ballesteros, que nos llevó a su casa cerca de Vancouver y nos dio alojamiento.
3 de setiembre. En tren al centro de Vancouver en media hora. Es un tren de 2 pisos, con vista muy linda del piso alto. Recorrimos el barrio Gastown, que es el más viejo, pero reconstruído en las condiciones originales. Tiene un reloj que funciona a vapor. Luego al Barrio Chino. Volviendo del barrio chino, estábamos por cruzar una calle llamada Hasting, que estábamos prevenidos que tenía una zona peligrosa porque estaba llena de delincuentes, drogados, etc. Lo dice la guía, y mi amigo nos dijo que en esa zona, pasa en auto con las puertas trancadas, y ni loco se baja. Llegamos a ella y no vimos nada. Pensamos que sería en otra zona y comenzamos a caminar por ella. De repente empezamos a ver todo tipo de bichos raros, seguimos caminando con cara de yo no fui, y a las 2 cuadras doblamos en una transversal y se acabó el problema. Luego confirmamos que esa era la peor zona.
Vueltos al primer mundo, caminamos por la costa, en una zona muy moderna, de construcciones muy altas, y luego tomamos un Ferry para ir y volver a North Vancouver (la orilla de enfrente), para ver la parte moderna con mejor perspectiva. Luego recorrimos la parte céntrica, pero alejándonos del agua, para volver en el tren de 2 pisos. Compré un GPS, para perderme poco cuando tenga auto alquilado.
Almorzamos en una especie de plaza de comidas subterránea, cerca de la costa. A Cuca se le ocurrió comida Japonesa (Shushi, Teriyaki, arroz, etc) Había una sustancia verde que acompañaba una parte de la comida. Cuca arrugó, y no se animó a probarla, pero yo, que soy valiente, le puse un poquito a parte de la comida. Hasta lloré de lo picante que era. El postre incluía trozos de melón. Como Cuca no sabía agarrarlo con los palitos, los pinchaba con un palito, y luego, para disimular, ponía el otro palito al lado y se llevaba los 2 palitos a la boca. Si la ven los japoneses la echan.
4 de setiembre. Paseamos todo el día con Arturo, en auto. Primero visitamos Rocky Point, un parque sobre la ría que atraviesa Vancouver. Seguimos por el barrio bohemio, donde entramos a tomar un café en un boliche llamado La Habana, con fotos de Fidel y el Che. En esa zona la gente parece más latina que canadiense. Seguimos luego a Stanley Park, un enorme parque muy cerca del centro, que es una de las principales atracciones turísticas. Es muy agradable, con lindas vistas, y con totems decorados, muy típicos de los aborígenes del norte de esta provincia (Columbia Británica). Seguimos después al Capilano Park, donde se destaca un puente colgante peatonal, que se bambolea mucho sobre un curso de agua que está mucho más abajo, encajonado en unas paredes verticales. También es interesante pasear por un bosque con árboles de casi 100mts de altura, caminando por pasarelas colgantes de árbol en árbol a decenas de metros del piso. Muy lindo todo este Capilano Park, menos el precio, ya que costaba U$D 28 por persona, y eso porque nos hicimos pasar por mayores de 65 para tener descuento.
5 de setiembre. De nuevo Arturo nos llevó a pasear en su auto. Recorrimos una zona llamada Sea to Sky Highway (route 99) a 50 km de Vancouver. Es una zona muy escarpada que bordea a una especie de fiordo, con lindas vistas. Se destaca un pueblito llamado Horseshoe Bay (Bahía de la Herradura para los que no entienden inglés) y las Shannon Falls (cascadas) de 335 mts de altura. Luego Arturo nos dejó en el centro para ver el Cirque du Soleil (habíamos sacado las entradas por internet el día anterior a U$D 115 c/u, pa' los contras que me tratan de machete) Un espectáculo de gran categoría.
Para que no extrañemos al paisito, hoy vimos un tipo limpiando parabrisas en un semáforo. Lo miré 2 veces, porque no podía creerlo.
Un dato interesante de Vancouver: Hicieron un censo de escolares, y les preguntaron si el lenguaje de sus padres era inglés, francés u otro. Más de la mitad contestó que otro. Y el dato no me extrañó, porque en la calle se ven enormidades de asiáticos, en su mayoría chinos. Latinoamericanos hay, pero mucho menos que chinos.
6 de setiembre. Fuimos temprano al centro a levantar el auto alquilado. De paso visitamos a nuestros amigos Carmen y Domenico, que estaban en Vancouver como parte de una excursión. Estaban en el Hyatt Regency, bruto Hotel. Lejísimo del mejor de los que iremos nosotros. Estaban en el desayuno buffet, y de paso, buffetearon algo que fue a parar a nuestros bolsillos para el almuerzo.
Después levantamos el auto. Bruto auto. Un Dodge Caliber, medio deportivo. Por supuesto automático. Tuve que aprender a manejar de vuelta: Primero con el automático, que lo llevo bastante bien. Al arrancar, pongo el pie izquierdo en el freno buscando el embrague, pero después me equivoco muy poco. Pero además podés doblar a la derecha aunque tengas la roja, siempre que no venga nadie. Y en los semáforos, con verde para seguir, podés doblar a la izquierda, también siempre que no venga nadie de frente. Y si no lo hacés el de atrás te toca bocina o te mira con cara rara. Además, hay que respetar los carteles de Pare (mejor dicho los de Stop).
El GPS un lujo. Ni me imagino como hacíamos los antiguos para manejar sin GPS y a veces llegar a destino.
Hicimos más de 400km hasta Kamloops, que es solo una escala de viaje. Gran parte del camino fue muy lindo, por los valles de los Ríos Fraser y Thompson. El primero corre encajonado entre dos montañas. En la parte más angosta, bajamos en un aerocarril hasta el cauce.
7 de setiembre. Viaje de Kamloops a Jasper. Son 450km. En el camino tocaba sacarle fotos al Monte Robson, pero había nubes bajas y casi no se veía. Pasando Jasper, el plan era ver los lagos Medicine y Maligne, y pasear en bote por el segundo. El primero estaba casi vacío, y en vez del espejo de agua, se veía el barro del fondo. Al segundo llegamos 1 minuto después que partía el último bote. El lago está rodeado de montañas nevadas que no se veían por las nubes. Aprovechamos a dar una caminata por el lindo bosque que rodea el lago, bajo una garúa finita. Mientras caminábamos paró la garúa, levantaron las nubes y aparecieron un montón de montañas nevadas, y hasta de a ratos salió el sol. ¡Qué suerte que tuvimos paciencia, y no nos fuimos en seguida! Estaban bien puestas las 3 estrellas de la Michelin. De vuelta a Jasper, pasamos por el Cañón Maligne, un impresionante cañón de más de 50m de alto, con 2 paredes verticales separadas pocos metros, y por el fondo corre un río caudaloso, con varias cascadas. Llegamos a Jasper para alojarnos, y cuando fuimos al súper a comprar la cena y el almuerzo de mañana, descubrimos que el pueblo es una belleza, pero casi no lo vimos, porque se nos hizo la noche.
Tocando botones, descubrí que el auto tiene piloto automático. Lo pongo a una velocidad, suelto el acelerador, y la mantiene solo, acelerando en los repechos, y con el freno del motor haciendo rebajes en las bajadas. Mañana probaré si el piloto automático me permite soltar el volante.
8 de setiembre. Temprano, mientras Cuca desayunaba, salí a caminar por Jasper antes de irnos, porque ayer me quedé con las ganas. Luego fuimos a ver el Hotel Fairmont sobre el lago Beauvert. Arrancamos el viaje hacia Banff. Subimos en auto al Monte Edith Cavell, y luego una caminata en subida para ver un lindo glaciar. Después vimos las cascadas Athabasca, que terminan en un cañón como el que vimos ayer, menos profundo pero más caudaloso. Después vimos las cascadas Sunwapta, y seguimos para el Glaciar Athabasca, que es el más grande de un conjunto de glaciares llamados Campos de Hielo Columbia, que cubren 325 km2. Con vista a varios de esos glaciares, tuve un almuerzo con comida típica Canadiense: Una lata de porotos con jarabe de Maple (El Maple es el árbol nacional del Canadá, y su hoja figura en la bandera) Comida más típica, imposible! A continuación un paseo en Snowcoach, que es una especie de ómnibus adaptado a andar arriba del glaciar. Caminamos un rato arriba del glaciar. Pisé un hielo finito que se rompió, y se me hundió un pie adentro del agua que estaba abajo. Todos los paseos son carísimos. Este salió U$S 100 los 2. Por último, recorrimos los lagos Peyto (color turquesa intenso, también requirió una caminata en subida) y Bow, y el Glaciar Pata de Cuervo.
La vegetación que acompaña a todo lo que conocimos es muy linda, son bosques de pinos de varios colores, parecidos a los arbolitos de navidad. En cuanto a animales, vimos caribús (no sé traducirlos) que son unos bichos con cuernos ramificados, otros parecidos a cabras y montones de ardillas.
Después de 12 horas de salir de Jasper, llegamos a Banff. En 3 días llevo más de 1500km en el auto.
9 de setiembre. Todo el día en Banff y alrededores. Como el tiempo estaba aceptable, decidimos subir a la Montaña Sulfurosa para ver la vista. Se sube en cabinas colgantes para 4 personas. En el medio de la subida, nos metimos en una nube y no se veía nada, pero por suerte al llegar, estábamos arriba de la nube y había muy buena visibilidad. Era una vista espectacular de Banff y de todas las montañas que lo rodean, que son muchas. Cerca de la llegada de las cabinas, había un cerro más alto, con mejor vista. Había que subir 380 escalones. Para no perder el entrenamiento fui, pero Cuca no me acompañó.
Después fuimos a ver el Hotel Fairmont, un enorme y lujoso hotel construído a principio del siglo pasado, por la compañía que llevó el ferrocarril al oeste de Canadá, e inició el desarrollo de esta zona. Seguimos con las cascadas del Río Bow, las canchas de golf del Hotel Fairmont, y luego recorrimos varios lagos que rodean a Banff (Johnson, Two Jacks y Minnewanka) y aprovechamos a hacer caminatas en los bosques que rodean a los lagos. Son muy lindas esas caminatas, rodeado de árboles de navidad gigantes, ardillas, ríos, lagos, montañas arboladas abajo, peladas a media altura y nevadas arriba, murmullo de algún arroyo o caída de agua, etc., resumiendo, mucha naturaleza y poca gente.
De tarde le dimos un descanso al auto, y caminamos por el centro del pueblo y la orilla del río. El pueblo es muy lindo, con construcciones tipo alpinas, decorado con muchas flores. Vimos que en una heladería, había una lista de las 10 mejores del mundo que incluía a Freddo. En muchos paseos se ven unos animales, cuyos machos llevan unos enormes cuernos, como muchos machos de otra especie muy conocida. La diferencia es que estos cuernos tienen como un tronco y ramas que salen del tronco. No pude descubrir si se llaman Elk o Caribou, pero ambos son de la familia de los ciervos. Se ven carteles por todos lados anunciando que hay osos, que tengamos cuidado, pero hasta ahora solo hemos visto muñecos que representan osos.
10 de setiembre.
Fuimos por el día a la zona de Lake Louise. Vimos el Cañón Johnston, el lago Moraine y el lago Louise. El lago Moraine es la foto de tapa de la guía Lonely Planet, y el lago Louise es la foto de tapa de la guía Michelín. O sea que en un día visitamos los 2 lugares top de todo Canadá, según las 2 principales guías turísticas. Y por suerte el tiempo acompañó. Y en cada uno de los lugares hicimos lindísimas caminatas, totalizando 9 km en el día.
11 de setiembre.
Dejamos Banff rumbo a Revelstoke. Vimos un túnel en espiral, que consiste en un túnel del ferrocarril que para subir una montaña, se mete adentro de la montaña y sale de ella en un lugar cercano, pero más alto, después de recorrer un trayecto en subida. Luego vimos la cascada Takakkaw, con 250m de caída de agua. Después un puente natural, y por último el lago Esmeralda, un lago tan lindo como los de ayer (los de las fotos), pero con el agua más verdosa. Llegamos y empezó a llover, comimos adentro del auto y mientras tanto salió el sol y pudimos disfrutarlo.
Todo lo anterior, dentro del Parque Nacional Yoho. Para variar, en todos hicimos alguna caminata por lindos senderos. Terminamos el día con otra caminata por un bosque de cedros, para llegar luego a destino.
En todo Canadá hay enormidades de casas rodantes. En general son un camioncito de 3 a 5 toneladas, que sobre el chasis montan la casita, que incluso pasa arriba de la cabina. También las hay para ser remolcadas por una camioneta, ya sea como quinta rueda, o con enganche. Y las más grandes son por afuera como un ómnibus interdepartamental, y la casa rodante lleva de remolque una camioneta, para los mandados.
12 de setiembre.
Viaje de Revelstoke a Princeton. Dejamos atrás los Parques Nacionales de Las Rocosas (The Rockies), y el paisaje cambia para peor. Es un día de muchos km y pocas visitas. Recorrimos la región Monashee, el Lago Kalamalka y el Valle y Lago Okanagan. Al final, quisimos conocer un laguito de 1 estrella, y nos metimos por unos caminos secundarios que no estaban en el mapa. Cuca estaba muy asustada, y Hugo pensaba "Donde carajo estamos?". Entonces pusimos en el GPS la dirección del hotel siguiente, y nos devolvió a la civilización. Princeton no tiene interés turístico.
13 de setiembre.
Viaje de Princeton a Victoria. Al igual que ayer, es un viaje de muchos km, sin nada de interés en el camino. El viaje fue casi todo el tiempo bajo lluvia, e incluyó más de 40km en Ferry, de Vancouver a Victoria.
En Victoria salió el sol, y aprovechamos a hacer un recorrido hasta la puesta del sol por los barrios pitucos, sobre la costa, con casas y jardines muy lindos. Las guías definen el paseo como "scenic drive", con 2 estrellas.
14 de setiembre.
Empezamos el día con lo más visitado de Victoria y alrededores: Los Jardines Butchart. El viejo Butchart tenía una cantera de caliza para hacer portland. Cuando murió, a principios del siglo pasado, la vieja Butchart pensó que la cantera era fea y la transformó en un enorme jardín. Hoy la cuidan 50 jardineros y la mantienen llena de flores todo el año. Es tan linda que no sé describirla. En pocos días publicaré fotos, pero lo que se ve no cabe en fotos.
A continuación fuimos a un mariposario. En un enorme ambiente cerrado, tipo invernáculo, caldeado y humedecido artificialmente, tienen más de 3000 mariposas de distintos colores volando libremente entre plantas tropicales, aves, peces en estanques, y los visitantes como nosotros. A Cuca no le gustaba cuando le volaban muy cerca.
De tarde salimos en el auto a recorrer otra parte de la costa. Se supone que no era la zona tan high como ayer, paro las casas y jardines eran muy lindos. Los paisajes no los vimos, porque a pesar que era un día soleado muy lindo, cuando nos acercábamos a menos de 50m de la costa, había una neblina que no dejaba ver nada. Tanto insistimos, que al final encontramos un precioso puertito de pescadores, en un lindo entorno, sin neblina, con focas y gaviotas que esperaban por el que limpiaba el pescado.
Nos gustaron tanto los Jardines Butchart que volvimos de noche (por supuesto servía la entrada anterior, porque no iba a pagar 2 veces U$D 62!). Estaban bien iluminados y se disfrutaban tanto o más que de día, porque casi no había gente, y se apreciaba el silencio, y el murmullo de algunos cursos de agua y algunas fuentes.
Este hotel, al igual que el anterior, tiene 2 camas matrimoniales en la habitación. Como somos unos viejos aburridos, no hemos encontrado mejor utilidad que apoyar las valijas en la segunda cama, aunque sospechamos que, con más imaginación que nosotros, las 2 camas deben tener alguna utilidad más divertida. ¿Será que 2 somos pocos?
15 de setiembre.
Dedicamos el día al centro de Victoria. Le dimos descanso al auto y fuimos en ómnibus. La ciudad es muy linda, prolija y florida. Se destaca la zona donde confluyen la bahía, el Hotel Fairmont y el Parlamento (es la capital de British Columbia). Todo lo anterior con sol, y cuando empezó la garúa, comimos y fuimos al Museo Real de British Columbia, sobre la historia natural y humana de la provincia. Según la guía, en uno de los museos top del mundo. Tiene una excelente presentación de todos los temas, Lástima que Cuca quiso ir, además, (y yo tuve que acompañarla) a un tour "por atrás del escenario" de 30 minutos, con un gringo hablando pavadas, de las cuales yo entendía un 10%, porque mi inglés es malo, y en Norte América hablan con una papa adentro de la boca.
16 de setiembre.
Madrugamos para tomar el 1er Ferry, para seguir al aeropuerto, devolver el auto e ir a Toronto, con el tiempo muy justo. Yendo al Ferry, casi chocamos de frente, doblando a la izquierda en un semáforo. Acá se puede, mirando con cuidado. Yo miré, pero no lo vi, y Cuca tampoco. Anduvimos tan cerca que Cuca no creía que no hubiéramos chocado y se bajó a mirar el frente de nuestro auto. Pero no pasó nada.
YA ESTÁN LAS 243 FOTOS CORRESPONDIENTES AL OESTE DE CANADÁ EN www.picasaweb.google.com/hugocuca
ESTE ES EL FINAL DEL CAPÍTULO CANADÁ OESTE. MÁS ABAJO SIGUE CANADÁ ESTE.

NORTEAMÉRICA 2010. CANADÁ ESTE




...............16 de setiembre.
Llegamos a Toronto nosotros y la valija de Cuca, pero no la mía. Hicimos el reclamo. Veremos.
17 de setiembre.
De mañana, cuando salíamos del hotel, vimos en la página web de Westjet (la compañía aérea) que la valija había aparecido, y que la enviarían al hotel.
Fuimos a la Torre de Toronto, una enorme y esbelta estructura de hormigón que tiene 2 miradores arriba. El de abajo tiene 350 mts de altura, y en parte tiene el piso de vidrio, para los que nos animamos a pararnos y ver vacío hasta 350 mts más abajo. Cuca no quería, pero cuando nos íbamos la convencí (tendría miedo que la escrache en el blog). El mirador de arriba está a 447m (4 cuadras y media de alto), y dicen ellos que es el más alto del mundo. Impresiona ver chiquitos a edificios muy grandes, que forman como una pantalla frente al lago Ontario. Después de almorzar confirmamos por teléfono que la valija estaba en el hotel y tomamos un ferry que va a unas islas que están frente a Toronto, para ver con más perspectiva la pantalla de edificios y la torre. Volviendo a la ciudad, a las 17 horas, nos sorprendió ver hordas de gente por las calles del Distrito Financiero (donde están los edificios altos), dirigiéndose a la estación de Subte.
De tardecita nos encontramos con Ruben Carrasco, hermano de mi amigo Luis Eduardo Carrasco (que por esta zona se lo conoce como "el Tato") y Sra., que nos invitaron a una opípara cena y luego a una sobremesa en su linda casa.
Toronto también es una ciudad multirracial, con más proporción de negros que Vancouver.
Nosotros viajamos con valijas muy chicas, lo que tiene sus ventajas e inconvenientes. Las ventajas son obvias, cuando debemos cargarlas en grandes trayectos y escaleras. El inconveniente es que por ser tan chica, no la vieron cuando descargaron el resto de las valijas del avión, y siguió derecho a Halifax, que era el próximo destino del avión, según investigaciones detectivescas de Cuca a partir de stickers que vinieron con la valija. Y ahora que tengo valija, me doy cuenta lo chiquita que es la pieza del hotel. Cuando no duermo, la valija está arriba de la cama para poder caminar, y cuando duermo la pongo en el piso. El baño es minúsculo (1.45x1.35), con un escalón al medio, y otro hacia la pieza. Para ir al WC debo subir 2 escalones, y al volver, bajarlos, cuidándome de no pegarme la cabeza contra el marco de la puerta. Me tengo que bañar agachado. Pero no me quejo. Puedo dormir y tengo baño privado.
18 de setiembre.
Día dedicado a caminar Toronto. Fuimos al mercado, para ver los canadienses consumiendo, recorrimos la zona del Financial District, para observar sus enormes edificios, hoy vacíos por ser sábado, y luego recorrimos unas plazas donde se observa gran movimiento de gente. En una de ellas, llamada Dundas, estaba lleno de caras raras, manifestando por cualquier cosa, con mucha pinta de drogadictos.
19 de setiembre.
Levantamos el auto, un Hyundai Accent, también automático y con piloto automático, y salimos para las Cataratas del Niágara. No son muy altas, apenas 50m. En Uruguay tenemos de 30m, así que no es tanta diferencia. La diferencia está en la cantidad de agua y el ruido que hacen. Y que a estas las visitan 12 millones de personas al año y a las uruguayas 12. En realidad son 2 cascadas, una en territorio de USA y la otra en la frontera USA-Canadá. Pero ambas se observan mejor desde Canadá. Al caer el agua, forma gotitas microscópicas, que se elevan como una neblina, y forman una nube chica y casi permanente arriba de la catarata, que cae en forma de lluvia a los que nos acercamos mucho a mirar. Las vimos desde una torre de 158m sobre la parte alta, desde la parte alta y desde abajo en un barco con trajes de lluvia. Además volvimos de noche para verlas iluminadas de colores. Vale la pena conocerlas.
20 de setiembre.
Empezamos el día con bruto desayuno en el Bed & Breakfast, que logró que aguantáramos hasta las 17 sin probar bocado. Después fuimos a darles la última miradita a las cataratas desde arriba del auto nomás, y comenzamos a recorrer los 26km de la carretera que bordea el río Niágara, aguas abajo de las cataratas, hasta la desembocadura en el Lago Ontario. El río recorre un cañón de 50 a 70m de profundidad, mientras la carretera va por arriba.
Luego de bajar un ascensor dentro de la roca, y recorrer un túnel también dentro de la roca, llegamos a nivel del río, en una parte angosta del cañón, lo que originaba gran turbulencia del agua.
En un lugar llamado Whirlpool, desde 2 miradores distintos, observamos el mismo fenómeno desde arriba.
Entre los lagos Erie y Ontario hay casi 100m de desnivel. Con caudales grandes y diferencias de altura importantes, es lógico generar energía eléctrica. Ni represa necesitan, ya que el lago Erie hace de represa. Usan sólo la mitad del caudal posible, y dejan la otra mitad para que las Cataratas sigan atrayendo turistas con U$D como nosotros. Entonces vimos 2 grandes centrales hidroeléctricas (una en USA y otra en Canadá) que toman agua del Erie con canales y la vierten en el Niágara mucho más abajo.
Después nos metimos en una bodega a degustar Ice Wine (Vino del Hielo). Dejan pasar la época de la cosecha sin cosechar la uva. se le caen las hojas por el frío y siguen sin cosechar. Cosechan recién cuando hay 8 grados bajo cero y las uvas están congeladas. Es un vino exquisito (y caro). Yo tomé muy poco, porque tenía muchos km por delante para manejar, pero Cuca, como una hora después repetía cada 5 minutos "¡Qué rico que estaba!"
Después fuimos a un pueblo que se llama Niagara on the Lake. Es un belleza, con todas las calles llenas de flores, con casas carísimas, con jardines muy bien cuidados.
Para poder navegar del Erie al Ontario, hicieron un canal con muchas exclusas. Vimos una de ellas cuando operaba para que pase tremendo barco.
Después hicimos casi 400km para llegar a Kingston.
Ahora escribe Cuca: Ayer elegí yo por internet hotel y parking en Niagara; el parking barato pero céntrico y el hotel, según Hugo "como elegido por Cuca". Se imaginan entonces que me desquité de la pocilga (con "baño" ensuite) de Toronto.
21 de setiembre.
Quisimos conocer el centro de Kingston. Como sabíamos que era por la calle del hotel derecho, no prendimos el GPS. Al rato, nos dimos cuenta que era derecho, pero para el otro lado, entonces desistimos de la idea, y fuimos a hacer lo que teníamos programado, que era el paseo en barco por las 1000 islas, que comenzaba a 50km de Kingston. El lago Ontario desagua al océano a través del río San Lorenzo. En la unión del río con el lago, hay más de mil islas, de diversos tamaños, muy lindas, con casas en muchas de ellas, en general muy lujosas. La mitad de las islas (en superficie) es canadiense, y la otra mitad, yankee. 100 km más adelante fuimos a ver otro 3 estrellas de la Michelin, que se llama Upper Canada Village. No les cuento como era, porque estaba cerrado los martes, a pesar que nuestras 2 guías decían que estaba abierto. Avanzamos más de 200km, cambiamos del Inglés al Francés, y fuimos al Parque Omega, un parque donde están en libertad los animales más típicos de Canadá, y nosotros lo recorrimos sin bajar del auto, para que ningún bicho nos coma. Por fin vimos los osos. Hicimos casi 100km más y llegamos a Monte Tremblant, donde por primera noche en el viaje no tuvimos wi fi. Recorriendo km en Canadá uno no se aburre de mirar paisajes, por los distintos colores del follaje de otoño, que por estos lados ya se comienza a apreciar.
22 de setiembre.
Nosotros dormimos en la parte del pueblo de los pobres (aunque por acá no hay muchos pobres). De mañana fuimos a la parte de los ricos, como a 10km, en la base del Monte. Impresionante el lujo de hoteles y casas, muchas en la ladera de la montaña, con vista al lago. Muy agradable para caminarlo, ya que es muy chico. Después subimos en cabina colgante a la cima de la montaña a ver la vista, que estaba bien recomendada. Después de Whistler es el centro de esquí más renombrado de Canadá. A continuación fuimos a un pueblito llamado Santa Ágata de los Montes, donde almorzamos nuestra vianda en unas mesitas en la orilla del lago. Después hicimos casi 500km hasta Baie St Paul, en el Golfo de San Lorenzo.
23 de setiembre.
Seguimos alojados en Baie St Paul. De mañana recorrimos el centro del pueblo, lleno de ateliers de pintores, y fuimos a St Joseph de la Rive a tomar un Ferry para recorrer la Isla Coudres. No era gran cosa, y para peor el Ferry de vuelta se rompió, y nos hizo perder una hora. Por suerte el ferry era gratis. Después fuimos al Cañón Ste Anne, 60km hacia el otro lado. Un lindo espectáculo de cascada adentro de un cañón, con puentes colgantes, y colores de árboles.
24 de setiembre.
Arrancamos temprano, para tomar un barco para ver ballenas que sale de Bahía Santa Catarina a 120km de distancia. Vimos ballenas, algo más cerca que en Punta del Este y vimos los chorros cuando respiran. No les vimos revolear las colas como se puede ver seguido en Punta, ni las vimos saltar afuera del agua, que alguna vez hemos visto por nuestros pagos. Lo único distinto que vimos fueron ballenas blancas. Son chicas y las vimos de lejos, porque son una especie protegida. Hacía 6 grados, con viento y garúa al principio, y después lluvia. Mucho frío y mucha plata (65U$D cu) en relación a lo que vimos. Al retorno, el barco tenía 2 paradas. Teníamos que bajarnos en la primera. Bajé y no vi a Cuca por ningún lado. Hice detener el barco para buscarla adentro y no la vi. La llamaron por los parlantes y no contestó. Al final el barco partió hacia el segundo destino y yo me quedé adentro, y la seguí buscando y la encontré. Se había confundido de parada. Después la compañía del barco nos llevó hacia adonde habíamos dejado el auto en shuttle+ferry+shuttle.
Seguimos luego hacia nuestro destino final Chacoutimi, paralelo a un lindo fiordo. Todo el trayecto bajo agua fuerte, con alerta meteorológica y todo. A pasar del agua disfrutamos un lindo pueblo llamado Santa Rosa del Norte. Además la carretera atraviesa el Parque Nacional Saguenay, y está rodeada de árboles, que a medida que avanza el otoño, tienen cada día más lindos colores.
25 de setiembre.
Exploramos el extremo del Fiordo de Saguenay (Chicoutimi y La Baie). Se ve que es una zona muy paisajística, pero no la disfrutamos mucho por la garúa y la baja visibilidad.
Arrancamos para Quebeq, donde devolvimos el auto con 2179 km recorridos. Caminamos un poco, y se ve que es una linda ciudad, con una escala más humana que Toronto.
26 de setiembre.
Estuvimos horas y horas caminando por la ciudad vieja de Quebec. Gran parte está arriba de un cerro, así que además, subimos y bajamos. Es una joyita, imposible de describir en pocas palabras. Por algo es el primer centro urbano de Norte América en ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La parte alta de la ciudad está amurallada, sus calles y plazas son multicolores. Es el lugar donde hemos visto más turistas de todo Canadá.
Teniendo en cuenta valores promedio para esta época del año, la probabilidad de que lloviera era 50%. Tuvimos suerte que no llovió, aunque estuvo bastante nublado. Hizo un frío bárbaro, con una máxima de 9 grados, y con viento en las partes altas.
Quisimos ver la parte vieja de noche. Lo hicimos, pero se nos complicó: Debíamos combinar 2 ómnibus. Resultó que el 1ero no pasaba de noche (19 y 30). Tomamos otro que había que caminar 3 cuadras para combinar. Pero nos pasamos de parada y hubo que caminar 6+3=9 cuadras. Cuando las hicimos, vimos que el ómnibus pasaba por ahí, pero 20 metros arriba de un muro. caminamos 6 cuadras más para encontrarlo. Cuando subimos, el chofer nos dijo que nuestro boleto por el día no servía, pero se apiadó de nosotros. Llegamos y estaba lindo, con los edificios importantes iluminados, pero casi sin gente. A la vuelta fue más fácil.
Para los canadienses en general, el mundo termina en la frontera sur de USA. Cuando decimos South America, piensan en el sur de USA. Si decimos Uruguay, nos miran con cara rara, a pesar que hoy en la calle vimos a un tipo con un bandoneón tocando La Cumparsita. Alguno que sabe algo de fútbol (son pocos), saben que Uruguay o Paraguay o algo parecido, salió bien en el mundial.
En esta zona francoparlante, la gente parece más tranquila respecto a la delincuencia. Acá llegamos al alojamiento y no había nadie, excepto un número de teléfono para llamar. Llamamos y nos dijeron que en los buzones de correspondencia estaba nuestra llave. La agarramos y entramos. pero lo mismo podía hacer cualquiera que pase. En cambio, en Vancouver, mi amigo tenía alarma en la casa, y la ponía de noche aunque esté adentro. La explicación que encuentro, es que acá se ven muchos menos inmigrantes, y entre los nativos no hay chorros.
27 de setiembre.
Terminamos de ver algunos puntos de interés de la ciudad vieja, sobre todo de la parte baja, repetimos algo de la parte alta, cruzamos en ferry el Río San Lorenzo para ver la parte alta en perspectiva, y recorrimos algo extramuros. En particular, subimos a un edificio muy alto que funciona como observatorio, desde donde hay vistas muy lindas. Se ve una ciudad con pocos edificios grandes, con mucha vegetación verde, amarilla, naranja y roja, con el río, y con montañas al fondo. Al igual que ayer, el tiempo nos acompañó: Hasta salió el sol y paró el frío.
Al igual que en Montevideo, se ven carros tirados por caballos por el centro de la ciudad, con 2 pequeñas diferencias: 1. En lugar de basura, llevan turistas, y 2. El lugar de bostear en la calle, llevan como unas bolsas entre las piernas y la cola, para juntar toda la bosta que hacen. Funciona bien. Ana: ¿Porqué no se lo imponés a los compañeros hurgadores?
Un emblema de esta ciudad (al igual que muchas otras de Canadá) es el Hotel Fairmont, que se destaca en toda foto por su tamaño, y por su ubicación sobre el cerro. En el lobby del hotel hay, desde hace años, un perro, que ya es un símbolo del hotel. Tiene un empleado cuidándolo las 24 horas. Los hoteles Fairmont son de superlujo, y fueron construídos hace más de 100 años por la compañía que hizo los ferrocarriles de Canadá, para ampliar su negocio promoviendo el turismo. Y lo consiguió.
28 de setiembre.
Llovía, y lo sabíamos desde el día anterior. Entonces nos levantamos tarde, e hicimos tiempo para esperar que salga el bus que nos lleva a Montreal. Como no manejaba, aproveché a disfrutar los colores del otoño. Se parecen al Mago: Cada día están más lindos. Llegamos a Montreal, nos instalamos, y salimos a recorrer calles con movimiento nocturno (Crescent y St Denis)
29 de setiembre.
De mañana recorrimos la parte antigua de la ciudad. No me llamó la atención. Tal vez sea porque vengo impresionado por la Ciudad Vieja de Quebec. Luego fuimos a la Villa Olímpica, donde se celebraron las Olimpíadas del 76. La estructura del Estadio Olímpico impresiona. Una enorme ménsula de 175 mts de alto, inclinada 45 grados, de la cual cuelga el techo del Estadio. Esa ménsula tiene un ascensor inclinado, que nos permitió ver una vista de la Villa Olímpica y de todo Montreal y alrededores. También dentro de la Villa Olímpica está el Jardín Botánico. Es enorme. Recorrimos a pie el jardín Chino y el Japonés (espectacular, como todo buen jardín japonés, sumado a los colores del otoño). El resto lo recorrimos en un trencito. Cuca no quería más nada, y la acompañé al hotel.
En el medio de Montreal queda el Mont Royal, y en él hay un mirador con linda vista. No quise dejarlo para mañana, porque lloverá (acá siempre aciertan), entonces me fui solo. Desde arriba del ómnibus vi otro mirador que me pareció interesante, y me bajé para verlo primero. Después me pareció lindo intentar llegar al segundo mirador por senderos internos del parque, hasta que me perdí. Había unos adelante mío, con un plano, pero estaban tan perdidos como yo. Entonces me acordé que el GPS sirve no sólo a choferes perdidos, sino también a peatones perdidos, y llegué a destino. La vista valía la pena.
Hasta ahora, a pesar de que somos jóvenes, simulamos ser viejos de 65 ó más, para entrar barato a todos lados. Pero para pasajes en ómnibus (Quebec a Montreal, y Montreal a USA), pasamos a ser viejos de verdad, porque en esos casos la edad tope es 60 en un caso, y 62 en el otro. Y mostramos orgullosos nuestros pasaportes.
30 de setiembre.
De mañana fuimos al centro financiero y comercial bajo agua. En varias oportunidades aprovechamos la ciudad subterránea, un laberinto de túneles que conectan grandes comercios, las bocas de subte y otros puntos de interés. Y cada túnel es como un Shopping, con comercios a ambos lados. Pero nos perdemos adentro, porque tienen indicaciones de como llegar a un centro comercial, pero no sobre como llegar a las bocas de subte. Nos llamó la atención en Montreal ver mucha gente mangueando por la calle, lo que no era común en el resto de Canadá. También nos llamó la atención que los trabajos al aire libre no se suspenden por lluvia. Es común ver gente en andamios a 50mts del suelo, limpiando vidrios exteriores de rascacielos, a pesar que no paró de llover ni un minuto. Se ve que el SUNCA de acá tiene poca fuerza.
Como de tarde seguía lloviendo, me entregué: acepté acompañar a Cuca a un Museo. Ni les cuento lo que vi, algún día Cuca les contará. Menos mal que era gratis.
Como este hotel no tiene microondas, y a Cuca no le gusta la comida fría, encontró un supermercado con microondas. A mediodía compró comida tibia adentro de una bolsa, y, antes de pasar por la caja, la puso en el micro. La bolsa se prendió fuego dentro del micro, y casi se arma un incendio. Resulta que la bolsa estaba recubierta interiormente de un metal, que se recalentó y prendió fuego el papel. De noche repitió el experimento. esta vez las lasagnas estaban frías, pero en recipientes de plástico, y funcionó todo bien, y estaban riquísimas.
1 de octubre.
Nos vamos en ómnibus para USA. Mientras esperamos el ómnibus, vimos una efusiva despedida de 2 mujeres de veintipoco. Una se iba y la otra se quedaba. Se vieron abrazos, caricias, mimos, caritas, chupones, etc. Debe ser normal en Montreal, pero soy un viejo chapado a la antigua, y para peor, uruguayo. Por eso me llamó tanto la atención. Otro tema a destacar, es la amabilidad de los canadienses. Para todo. Hasta me pone nervioso. Me acerco al cordón de la vereda para cruzar la calle, y los autos que vienen a media cuadra se detienen y esperan a que yo me decida a cruzar. Si un peatón canadiense va a Montevideo, no sobrevive.
AQUÍ SE TERMINA EL CAPÍTULO DEL ESTE DE CANADÁ. YA ESTÁN EN www.picasaweb.google.com/hugocuca (ELIGIENDO CANADÁ ESTE 2010) LAS 253 FOTOS DE ESTA PARTE DEL VIAJE. MÁS ABAJO SIGUE EL BLOG CON EEUU.

NORTEAMÉRICA 2010. NUEVA INGLATERRA Y NY

1 de octubre.
We speak English again. Y ahora usaremos millas, galones, grados Farenheit, etc.
El bus que nos trajo de Canadá, nos dejó en el aeropuerto de Burlington, Vermont. Tuvimos que tomar 3 ómnibus para llegar al Bed & Breakfast sin pagar taxi.
Seguimos encontrando gente muy confiada: Al llegar al B&B, encontramos un cartel a nuestro nombre con indicaciones de como entrar y la llave. Cualquiera de la calle podía ver el cartel, agarrar la llave y entrar.
A pesar que a Burlington no la elegimos como destino interesante, sino como el lugar más cerca de Canadá donde podíamos alquilar auto, nos resultó muy linda, con gran movimiento en la peatonal del centro el viernes de tardecita.
2 de octubre.
En Burlington levantamos el Nissan Versa, por supuesto con cambios y piloto automático.
Recorrimos parte de los Estados de Vermont y New Hampshire, siguiendo caminos indicados por la guía como lindos en otoño, (especialmente 1era quincena de octubre), y la Kancamagus Highway (White Mountains National Forest), a la que se le suman otras bellezas naturales, como cascadas, miradores, lagunas, etc. Es increíblemente lindo todo lo que vimos. Lástima que no sea fácil representarlo en fotos, porque son paisajes coloridos más grandes que lo que cabe en una foto, y en muchos casos, mientras manejo, es imposible detenerse a fotografiar (no hay banquina como para parar). Supera a lo visto en Canadá. Estamos en alta temporada turística en esta zona, y además al ser sábado, había mucha gente en todos lados. Vimos muchos Indios (o Pakistaníes, no sabemos reconocerlos) paseando. Llegamos a dormir a North Conway, New Hampshire. El hotel tiene una cama más ancha que larga. Le llaman King, y a las normales le llaman Queen. ¿Será que las reinas quieren acercarse, y los reyes quieren mantener la distancia?
3 de octubre.
El parabrisa del auto amaneció con hielo. Recorrimos caminos de New Hampshire, en el parque de las White Mountains. Estuvimos en Bretton Woods, donde en 1944 se sentaron las bases del capitalismo actual, subimos al monte Canon en unas cabinas colgantes, con 2º en la cima, y, como ayer, vimos arroyos, lagos, cañones, etc, rodeado de vegetación multicolor. A pesar del frío, fue un día lindo, soleado, igual que ayer. Luego pasamos por Woodstock, Vermont, y fuimos a dormir a un Motel en Killingston, Vermont, en el medio de la nada.
4 de octubre.
Viajamos de Killingston a Springfield, Massachusetts. No vimos a Los Simpson, que son de Springfield, pero en Usa hay montones de Springfield.
En el camino vimos una región llamada The Berkshires. Son un conjunto de pueblos muy pintorescos, de vivir muy tranquilo, ya que son chicos, con grandes mansiones de los ricos de la zona, muchas de ellas fueron casas de veraneo.
También vimos Hancock Shacker Village. Se trata de una secta religiosa que vivió ahí desde fines del S 18 hasta mediados del S 20. Trabajaban todos para la comunidad, no para sí mismos. Se ve que tenían muy buena organización para producir, pero por razones religiosas mantenían el celibato. Como no tenían hijos, adoptaban huérfanos, pero se ve que entre los adoptados, y alguno que entraba voluntariamente a la secta (previo lavado de cerebro) no alcanzaba, y se quedaron sin gente. Nos mostraban todos los detalles de como vivían y como trabajaban.
5 de octubre.
Viajamos de Springfield a Newport, Rhode Island (que no es la Isla de Rodas, pero es otra de mis Islas). En el camino nos detuvimos casi 5 horas en Mystic, Connecticut, donde está Mystic Seaport, una especie de museo del mar, con barcos del 1800 y pico, que se visitan, así como relativos a la vida en el mar en esa época. Valió la pena.
6 de octubre.
Todo el día en Newport. Newport es a Nueva York, lo que Punta del Este es a Buenos Aires. Cada multimillonario neoyorkino, quiso hacerse una mansión acá mas grande que los anteriores. Tiene una parte con acantilados sobre el mar, y esa es la zona elegida. Más que mansiones, son palacios, ya que alguna llega a 70 habitaciones. Se diferencia de Punta del Este en que este fenómeno arrancó casi 100 años antes, poco antes del 1900.
Como sabíamos que de mañana llovía tupido, aprovechamos a visitar 2 de las mansiones, ambas de nietos de Vanderbilt, que se hizo rico con el ferrocarril. Por adentro son todo lujo (mármol, oro, platino, obras de arte), todo importado de Europa, que era el modelo de los ricos yanquis. Y eran sólo residencias de verano, y el verano por acá es muy corto.
De tarde hicimos una caminata por el acantilado, entre las mansiones y el mar y recorrimos el resto de la costa en auto. Es una ciudad muy linda, con mucha costa, sin edificios de apartamentos grandes como en Punta. De nochecita recorrimos el centro de la ciudad.
7 de octubre.
Día dedicado a Cape Cod. Es una península angosta, de más de 100km de largo, con forma redondeada. Está en Massachusetts, y es la zona de playas de los de Boston. La recorrimos toda, entrando a varios pueblitos pintorescos, hasta llegar al último y más recomendado, Provincetown, donde pernoctamos. En Provincetown visitamos el puerto, la calle principal y 2 playas a la puesta del sol. En el puerto fuimos a ver a los barcos de pescadores cuando bajaban el pescado. Mucho más aburrido que en Punta, bajaban cajas cerradas y prontas para consumir o llevar al frío. Casi toda la parte derecha de la península, la que da a mar abierto, son grandes dunas tipo las de Cabo Polonio. También es una zona protegida, y tiene pocos accesos a la gente. Ofrecen excursiones en 4x4 a las dunas, pero pensamos que los yanquis no deben superar al Francés. Las playas son lindas pero muy bravas (capaz que nos tocó un día especialmente ventoso) El agua no estaba demasiado fría, pero teníamos 2 camperas. La temporada debe ser muy corta. La diferencia con el Polonio es que los ecologistas de acá hablan a favor de las plantaciones que fijan la duna, y los uruguayos quieren dunas movedizas. La otra diferencia es que en Uruguay decimos "voy al Cabo" y acá dicen "Voy al Cape"
8 de octubre.
En el centro de Provincetown, hay una torre de 77 m de altura, que es la más alta del mundo hecha con bloques de granito. Ayer llegamos tarde, y hoy subí en seguida que abrieron. Linda vista de la ciudad, el puerto, las dunas, y agua por los 4 costados. Mientras yo subí, Cuca paseó por el centro y descubrió algo raro para nosotros: Un cine que sólo pasa películas para lesbianas. Esta es una característica de esta ciudad: Ayer en una playa vimos a 2 gays, mirando la puesta de sol, y festejando algo con unas copas de champán.
Luego arrancamos para Boston. En el camino paramos en varias playas, a lo largo de los casi 100km de dunas. También paramos en Plymouth, con un puerto muy lindo.
En Provincetown y en Plymouth, hay muchos elementos recordatorios de los "pilgrims" (peregrinos). Eran varias familias, con sirvientes y hasta hijos de conocidos (200 personas en total) que se subieron en un barco en Plymouth (Inglaterra) en 1620y se largaron a la aventura hacia el oeste. Tocaron tierra en Provincetown, y a las pocas semanas se radicaron en Plymouth, siendo los primeros pobladores no aborígenes de Nueva Inglaterra. En Plymouth hay una réplica del barco.
Seguimos viaje a Boston. Tuvimos un trancazo de tránsito de 1 hora a la entrada de Boston, pero por suerte llegamos a tiempo a devolver el auto con 1667 km. Entre los 3 autos, manejé más de 6700 km en Norte América en 24 días.
9 de octubre.
Hicimos el Freedom Trail (caminata de la libertad). Es una caminata característica de Boston, cuyo recorrido está indicado en la vereda con ladrillos, y está recomendado en todas las guías. Es una ciudad preciosa, con mucho movimiento. El recorrido está pensado en función de hechos históricos. Se refiere a los años previos a la independencia de EEUU (1776). Los independentistas americanos buscaban la libertad y liberarse del dominio inglés, para seguir disfrutando de la buena vida que se daban con sus esclavos, sin preocuparse por la libertad de los negros. Terminó el dominio inglés sobre América, y comenzó el dominio americano sobre casi todo el mundo. Uno de los hechos que más mencionan es el Boston Tea Party. Parece que a los americanos les gustaba mucho el té. Entonces los ingleses les pusieron un impuesto a la importación de té. El Tea Party consistió en que había llegado al puerto de Boston un cargamento de té, y los patriotas impidieron su descarga (para no pagar impuestos), subieron al barco, y tiraron todo el té al mar.
De tardecita dimos un paseo en barco por el puerto, que resultó muy interesante.
De noche fuimos a cenar a lo de Jorge Tierno, ex alumno y ex colega de Cuca en la Facultad de Ingeniería, y además, hijo de nuestro vecino en Punta del Este, Ing. Andrés Tierno.
10 de octubre.
Desde Boston, cruzando el Río Charles, se llega a Cambridge. La consideran una ciudad distinta, pero es un barrio de Boston, ya que se llega en subte. En Cambridge hay dos institutos de renombre mundial: la Universidad de Harvard y el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusett). Visitamos la Universidad de Harvard y la parte de la ciudad que la rodea. La universidad es un gran parque con edificios, algunos bastante viejos, pero todo muy agradable de recorrer. En la parte cercana de la ciudad, era como una feria de Villa Biarritz, con enormidad de gente paseando. Muchos puestos ambulantes de comida. Comimos feijoada y tomamos Guaraná en un puesto de brasileños.
Lugo de un descanso en el hotel a pedido de Cuca, salimos a caminar Back Bay, que es el barrio del hotel. Empezamos con un edificio que tiene un mirador en el piso 50, con muy linda vista, y después de mucho caminar terminamos en el Parque Público. Boston es una ciudad preciosa. Son muy lindas las casitas pegaditas todas iguales, de 3 pisos, con una escalera al frente, y con el frente redondeado. Se la conoce caminándola, y hay que aguantarse muchas horas diarias caminando.
11 de octubre.
Cuca quería ir a un museo. A mi, ni mamado, me llevan a un museo un día que no llueve. Entonces la solución fue que arranquemos para distinto lado: Cuca al museo de Fine Arts, y yo para un barrio llamado Beacon Hill. Es una colina, con la ladera que mira hacia el sur (hacia el sol) y hacia el centro con las casas de los ricos del 1800 y poco. En la ladera que mira hacia el Norte y hacia el río, están las casas de los negros (que trabajaban para los ricos del otro lado de la colina), que sin ser feas, son más chicas y están menos trabajadas. A pesar de ser céntrico es un barrio muy tranquilo. La iluminación pública es a gas. Como la hora del bostoniano que podría prenderlas y apagarlas es mucho más cara que el gas que consumen de día, están prendidas día y noche.
Había una carrera de 10km para mujeres. Las vi pasar a 500m de la largada. Eran como 8000. La mayoría corría mientras conversaba, como buenas mujeres. Muchas ya pasaron caminando, y eso que era al comienzo.
Luego volví caminando a casa, por los 2 parques principales (Common y Public) con lago, patos, cisnes, ardillas, flores, y mucha gente disfrutando el día lindo y feriado. Seguí la caminata por las calles de Back Bay, el barrio que vimos ayer.
Como calculo que Cuca se saturó de museo, quiso salir a caminar por el mismo barrio al caer la tarde.
12 de octubre.
Viajamos en ómnibus de Boston a Nueva York (4 horas y media). La primer mitad del viaje la pasamos mirando por la ventana un muestrario con todos los colores del otoño.
Y llegamos a nuestro alojamiento en Nueva York, misteriosamente el más barato de todo el viaje (50U$D/noche), cuando se sabe que en NY el alojamiento es muy caro.
El apartamento es bárbaro. Practicamente la misma superficie que el de Benito Blanco, aunque con un solo dormitorio. Es viejo, pero está bien mantenido. Está completo, con cocina, lavarropa, ollas, etc. Está en Brooklyn, a 4 paradas de subte de Manhattan. Hay como 7 cuadras al subte.
Con respecto al barrio, hay opiniones divididas. Es cierto que en NY hay mucho negro. En este barrio hay más que el promedio, y por ello Cuca se asusta, porque se acuerda de su caminata (perdón: corrida) por Harlem. Pero este barrio es muy distinto a Harlem. La edificación en Harlem está en pedazos, y acá es linda y aceptablemente mantenida. En Harlem eran 100% negros, y acá se ven algunos blancos. En Harlem estaba lleno de muchachones vagabundeando por las esquinas, y acá en la calle se ve gente de trabajo. En Harlem uno tenía la sensación que lo miraban con cara rara y acá no. Cuca le preguntó acerca de la seguridad a la dueña de casa (negra casada con un blanco), y a los inquilinos que se estaban yendo (blancas, colombianas residentes en Toronto). Le contestaron que no había problema, por lo menos hasta las 11 p.m., y que después es como todo NY. Sigue algo preocupada. Ya transamos que no volveremos a casa después de las 20. Continuará en el próximo capítulo.
Ahora viene la versión de Cuca:
Si bien no es Harlem, creo que somos los únicos blancos del vecindario...por las dudas no vuelvo de noche al apto. Venimos de un barrio pituco de Boston , y caer acá fue un shock. Veremos en los próximos días cómo nos va.
13 de octubre.
Salimos del apto, fuimos al subte, paseamos por NY, y volvimos al apto y no nos pasó nada: Ni nos secuestraron, ni nos violaron, ni nos robaron, ni nada.
Caminamos por Brooklyn Heights, con una excelente vista de los rascacielos de Manhattan, cruzamos a pie el Punte de Brooklyn, Tomamos el Ferry a Staten Island ida y vuelta para ver con perspectiva los rascacielos del sur de Manhattan, fuimos a Times Square, Subimos a Top of The Rock (la azotea de un rascacielos a ver la vista) y terminamos en Rockefeller Center.
Observé una moda masculina de usar el cinturón por abajo del culo. Entonces al pantalón le sobra pierna, y contra el zapato el pantalón parece un fuelle.
14 de octubre.
Día perfecto. Salimos 9.00. Llegamos a New Jersey 10.40. Hicimos Shopping y Shopping y Shopping y Shopping..... A las 16.15 iniciamos el retorno que duró hasta las 18.45. Como dije antes, día perfecto..... para Cuca, porque para mi fue un embole que soporté estoicamente, pagando. Lo único distinto, es que es el séptimo Estado de EEUU que tocamos en este viaje. En el Shopping había más gente hablando español que inglés.
Hoy tampoco tuvimos problemas al transitar por el barrio, que se llama Bedford-Stuyvesant. Lo busqué en Wikipedia, y descubrí que era un barrio de clase media, con buenas casas que se construyeron a finales del siglo 19. Durante y después de la primera guerra, se llenó de negros. que venían del sur. Por el 1936, Harlem desbordaba de negros, que se también se mudaron a Bed-Stuy. Por problemas económicos, bajó el nivel de vida de los pobladores, por lo que por los 60 y 70, con los negros sin trabajo, era uno de los barrios más peligrosos de todo NY. La situación comienza a mejorar por el 2000, al mejorar el Status de los negros, mudarse al barrio negros de mejor poder adquisitivo, al bajar la criminalidad en el país, y al haber sido declarada en el 2005 "Zona de Impacto" por la policía. Esto último lo notamos: Hay mucha policía. Se sugiere poner Bedford Stuyvesant en google y leer la versión completa de Wikipedia en Inglés.
15 de octubre.
De mañana llevamos dejamos el alojamiento en el barrio "peligroso" y llevamos la valijas a lo de nuestra sobrina Agustina, en el NY "pituco". A pesar de lo que diga Cuca, fue una experiencia interesante vivir en un barrio de negros en un país gobernado por un negro. Después paseamos por el Central Park, Cuca fue al museo Frick Collection mientras yo seguí paseando, luego recorrimos la 5ta Av en ómnibus con algunas paradas, Greenwich Village a pie, y luego volvimos a Times Square para verla iluminada. De noche, Agustina y Bernardo nos invitaron a cenar, y de madrugada iniciamos el viaje a Montevideo, por Copa, vía Panamá, llegando a Montevideo a las 23 hs.
FIN

lunes, 16 de agosto de 2010

CANADÁ Y USA 2010 INFORMACIÓN PREVIA

Viajeros: Hugo y Cuca
Salida: 1 de setiembre de 2010
Vuelta: 16 de octubre de 2010

Resumen:
El viaje incluye 3 partes, cada una de aproximadamente 15 días de duración. Oeste de Canadá (Pacífico), Este de Canadá (Atlántico), y New England en USA (estados de Vermont, New Hampshire, Massachusset y Rhode Island), culminando con Nueva York.
Son 20 días (salteados) sin autos para visitar ciudades importantes (Vancouver, Toronto, Quebec, Montreal, Boston y Nueva York) y 24 días con 3 autos distintos, para recorrer otros puntos de interés, como ser pequeñas ciudades o pueblos, montañas (Rocallosas), ríos, lagos, cataratas (Niágara), colores del follaje de otoño, balnearios, etc. La fecha del viaje la elegimos de acuerdo a la caída del follaje en New England (1er quincena de octubre).
Los pasaje aéreos serán Montevideo-Vancouver, con escalas en Río y Hoston por Pluna y Continental, Vancouver-Toronto por West Jet y Nueva York-Montevideo con escala en Panamá por Copa. Todos sacados por Internet, con un ahorro importante respecto a lo que consiguen agencias de viaje.

El 84% de los días de alojamientos y el 100% de los autos están reservados por internet. El 16% restante serán alojamientos en ruta, mientras tenemos auto, para tener más libertad.
El promedio de los alojamientos reservados es de 91U$D/noche. Nueva York es una de las ciudades más caras del mundo. Sin embargo reservamos un apto completo, de 70m2 por 55U$D/noche ¿Qué habremos reservado? Se puede ver en www.airbnb.com/rooms/39704
La mejor forma de contactarnos durante el viaje será por mail, ya que llevaré un netbook, y la mayoría de los alojamientos tiene wifi. También puede ser por Skype, si coincidimos en las horas.
El Itinerario fue armado con las guías Lonely Planet y Michelin, y copiando a Batista Viajes en el oeste de Canadá.