sábado, 7 de junio de 2008

EUROPA 2008 TERCERA PARTE NORUEGA E ISLANDIA

7 de junio. Llegamos a Oslo y fuimos a recorrer el Castillo Akershus. Linda vista y nada más. Después a un parque llamado Vigelands, que tiene enormes esculturas en un ambiente de fuentes y vegetación. Lindo, aunque no me gustan las esculturas, pero en ese entorno, se lucían. Impresionaban por el tamaño y el entrevero de figuras. El parque lleno de noruegos en traje de baño, tomando baños..... de sol. Pasan el día ahí, y se llevan una especie de brasero en que asan algo que no identifiqué.
Una particularidad de muchos europeos, es que se parecen a la hermana de la Coneja. No preguntan los precios. Ejemplos: 1) En Oslo hay un tren al aeropuerto que cuesta 86 NOK (11 Euros) pero muchos toman uno que cuesta 160 Nok y demora un poquito menos. 2) En Suecia, mi amigo Mauricio (y todos los que tienen cabañas) calientan todas sus cabañas vacías durante el invierno con calentadores eléctricos, sólo por no vaciar las cañerías de agua para que no se rompan al congelarse. Con el frío que hace, el costo de electricidad debe ser enorme. Le pregunté cuanto era y no sabía. 3) Con José y Mauricio traté de averiguar costos de celulares en sus distintas opciones, y no sabían. José fue más explícito. Me dijo que él tiene mucho más escasez de tiempo que de dinero, y no gasta tiempo en averiguar cuánto sale. Es más fácil pagar lo que sea. Solo se diferencian de la hermana de la Coneja en que no la quedaron en un colchón apolillado.
8 de junio. De mañana en tren y avión a Reyjkavik (Islandia). Desde el avión vi grandes superficies totalmente cubiertas de hielo. Por algo le llaman Iceland (tierra de hielo, pero los gallegos brutos la tradujeron mal). Está a una latitud parecida a la base Antártica Uruguaya. Llegamos con 11 grados de máxima. Me pregunté que hago yo acá, si me fui a Europa para rajar del invierno uruguayo, y aquí me encuentro con el frío. Y además estoy en una isla en el medio del Atlántico, más cerca de América que de Europa. Antes de ir al alojamiento en Reyjkavik, fuimos al Blue Lagoon. En el camino quedé impresionado con el paisaje Islandés. Una aridez brutal, pura piedra con líquenes o musgo entre piedra y piedra. Y así hasta el horizonte en que se ve alguna montaña. Parece un paisaje de otro planeta. El Blue Lagoon es una enorme piscina en la roca natural, llena de agua caliente que brota de la tierra de color azulado, ya que tiene mucha sílice. Sobre la superficie del agua, el viento arrastra una bruma de aprox 50 cm de espesor. De nuevo, mientras nos bañábamos totalmente sumergido excepto la cabeza que quedaba adentro de la bruma, pensé que estaba en otro planeta. De ahí seguimos en ómnibus hasta nuestro alojamiento en Reykjavik. En los alrededores de la capital se ve menos árido. A pesar del frío, por ahora nos sobra ropa. Será por el calor que acumulamos adentro luego de 90 minutos de inmersión. El dueño del apto donde nos alojamos, dice que acá se dejan las ventanas abiertas y la calefacción prendida, porque es gratis, ya que son radiadores de agua caliente que brota sola de abajo de la tierra. Los radiadores calientan un disparate y tuvimos que bajarlos.
9 de junio. De mañana alquilamos un auto por 2 días, para recorrer solos lo que hacen las excursiones. Recorriendo la isla se ve brotar vapor de agua por muchos lados. Primero fuimos a Pingvellir (o algo parecido porque tienen unas letras distintas a las nuestras), donde se juntan los continentes de Europa y América, y se ve una grieta donde se separan. Después fuimos a comer una comida típica Islandesa: El sandwich a la Geyser. Consiste en un sandwich de queso, fiambre, tomate y huevo, que se come mirando a un geyser que cada menos de 10 minutos explota y larga un chorro de agua caliente de más de 3o metros de altura. Después fuimos a las cascadas de Gulfoss, con un montón de agua, con 2 saltos de agua sucesivos, y con el arcoiris originado en el agua pulverizada que vuela por la fuerza de la caída. Después vimos el cráter de un volcán con agua adentro.
Hoy vimos algunos valles protegidos del viento, donde se ve algo de verde, superficies plantadas y ovejas con cuernos, cada una con 2 corderitos. El frío lo venimos soportando bien, con pullover y campera. Nos viene sobrando un polar. Pero se ven muchos islandeses en manga de camisa. No oscurece nunca. Yo duermo con un tapaojos.
10 de junio. Hoy fuimos a un lugar donde brota un montón de agua requetecaliente, que la entuban y la mandan a las ciudades cercanas, después a unas cascadas en que el agua brota entre las piedras. Cerca de las cascadas lo único que había era una construcción de madera que eran los baños. No había nadie para mantener los baños. Estaban limpios y había papel higiénico. Al lado del WC, por supuesto, había un radiador encendido. Después fui a una playa en un fiordo, en que con escolleras formaron una bahía bastante cerrada, y en ella tiran agua caliente para que la gente se pueda bañar a 18/20 grados. Para formar la playa trajeron arena. Había niños bañándose, pero para bañarme con 10 grados afuera, preciso más de 30 adentro del agua para acumular calor antes de salir. Sin embargo vi islandeses bañándose afuera de la bahía, con agua que toqué y estaría a 5 grados. Me llamó la atención la heladera del supermercado para lácteos, fruta, etc. Cada heladera era un enorme local donde entraba la gente y elegía los comestibles congelándose (por lo menos nosotros, capaz que a ellos no les molesta).
11 de junio Soy Cuca escribiendo. Hugo se fue por 3 hrs a ver ballenas- al menos eso le dijeron.
Yo aproveché para ir a un museo- el 2o. del día- que estuvo bárbaro. Mostraba paso a paso la creación de una isla por la erupción de un volcán en 1963 y como fue evolucionando la flora y la fauna. Primero aparecieron cianobacterias, y algunas plantitas cuyas esporas las trajo el viento. Ahora hasta hay plantas grandes y con flores, todo traído por el viento, o por semillas que cagaron los pájaros que fueron a anidar allí. No dejan entrar a nadie a la isla - salvo científicos- porque es un magnífico ejemplo de como se forma un ecosistema, y quieren seguir estudiándolo.
De mañana habíamos ido a otro museo, al que llevé a desgano a Hugo, pero después le gustó. Me preguntó si era de pintura, le dije que no y accedió a acompañarme. Mostraba la historia de Islandia, desde que la habitaron en el siglo X hasta ahora, todo muy bien expuesto, mucho para ver y las explicaciones escritas sólo las imprescindibles. Todo en islandés e inglés.
A mi me gustan los museos, pero además coincidió que hoy miércoles eran gratis, por eso aproveché.
También di un paseo a pie por la ciudad, y a mirar vidrieras. Esta ciudad es chiquita, es como Salto, y no es demasiado interesante, sí simpática. La gente es retraída pero si uno necesita ayuda siempre te la dan. Por ejemplo teníamos que cargar nafta y en ninguna estación de servicio en la capital hay gente, sólo máquinas, entonces le tuve que pedir a uno que me ayude. Nunca nos negaron ayuda, cada vez que la solicitamos. Y acá todos hablan inglés
Soy Hugo. Sigo. Temprano fuimos a ver Hafnafjordur, un pueblo cercano a Reykjavik, y luego devolvimos el auto con 310km en los 2 días. Antes del primer museo fuimos a la iglesia Hallagrinskirkja. Es enorme de alta, y tiene una vista muy linda de la ciudad. Con el paseo en barco para ver ballenas (4 horas) tuve que usar todo el abrigo que tengo, y no me sobró. Y por el parlante anunciaban que teníamos suerte que hoy hacía calor. El show de las ballenas, espectacular. Vivían saltando afuera del agua, además de los chorros para respirar y los revoleos de cola. Saque fotos, pero no sé qué salieron, porque yo miraba a la ballena directamente, apuntaba con la cámara al tanteo y click, pero sin mirar donde apuntaba la máquina.
12 de junio. A pie con valijas hasta tomar un ómnibus, otro ómnibus hasta el aeropuerto de Reykjavik, avión hasta el aeropuerto de Oslo, tren y taxi hasta la casa de Oystein en Sandefjord, Noruega. Oystein es un amigo de un amigo de Carlos al cual acompañé a pasear este verano en Punta del Este, y ahora me invitó a su casa, y nos tiene preparado un bacalao para la cena. Se fue el día en el traslado y el bacalao. Muy buena la comida, pero por supuesto preparada por Oystein, y no por Victoria, su ocasional compañera guatemalteca.
13 de junio. De mañana un paseo a pie por Sandefjord, que nos mojamos bastante porque llovió. Almorzamos ballena ahumada. De tarde a Oslo en tren, donde nos esperaba Randi, una amiga de Oystein, con un cartel con mi nombre. Muy amable nos instaló en su casa, y con su esposo nos llevaron a un paseo por el barrio de ellos, y por gran parte de Oslo, incluyendo una visita a la Opera, recientemente inaugurada. Luego me sentí realizado: A la hora de cenar, cocinó Randi, mientras conversábamos con su esposo. Por fin encuentro en Europa una pareja en que cada uno cumple sus roles de acuerdo a su sexo.
14 de junio. Fue un día de museos. Empezamos por el de Kontiki. Un Noruego quería demostrar que la gente de la Polinesia venía de América. Construyó una balsa de juncos y en 1947 hizo el trayecto en una balsa a vela. Vimos la balsa. Después fuimos al museo Vikingo. Vimos 3 barcos vikingos de más de 1000 años, que fueron enterrados con sus dueños, y los desenterraron hace poco, en excelente estado de conservación. Después fuimos al museo Folk, que es al aire libre, con muchas construcciones tradicionales de Noruega. Los 3 muy interesantes, pero después vino el embole: Tuve que acompañar a Cuca a un museo de pintura. En los 4 museos nos acompañaron Randi y Rolf, que nos tratan bárbaro. Luego la cena y luego a tomar sol y vino al balcón, con vista al Fiordo de Oslo.
Con tanto amigo, pariente y amigo de amigo que visitamos, en lugar de adelgazar como en nuestros viajes tradicionales, estamos engordando como chanchos de tanto que nos dan de comer. Mañana empezamos solos por unos días, y esperamos adelgazar algo.
15 de junio. Tren y avión a Tromso. Los aeropuertos son tan grandes, que en varios hemos visto a empleados del aeropuerto trasladándose en monopatín de un lugar a otro del aeropuerto.
Tendremos varios días sin noche, ya que estamos arriba del circulo polar Ártico. Estamos haciendo tiempo para que se acerque la medianoche y pasear hasta la 1:30 de la madrugada en que tomamos nuestro primer crucero de 17 horas, sin camarote para disfrutar el sol.
16 de junio. Crucero de todo el día de Tromso a Svolvaer. De madrugada, con sol, vi lo que hacía la gente. La mayoría dormía en sus camarotes. Había un loco que trotaba alrededor del barco, gente que leía un libro de madrugada, en lugar de aprovechar el paisaje, o dormir, para tener fuerza para el resto del día. Un loco usaba el Laptop. Los fiordos que recorrimos eran lindísimos. Valió la pena lo que pagamos, y dormir incómodos en un sillón (estaba prohibido según un cartel, pero la gente lo hacía), con un ojo medio abierto para no perder paisajes. Para entender lo que vimos, es necesario venir. La fotos dicen poco, porque los paisajes son de 360 grados, y una foto abarca sólo 60 grados.
Llegamos a destino y fuimos a la casa de la prima de Oystein. Tal como estaba previsto, la llave estaba en el buzón verde del correo, entramos y nos instalamos como dueños de casa.
De noche, cumplí con éxito con mi tarea de peluquero, ya que Cuca me obligó a teñirle el pelo.
17 de junio. Alquilamos auto y recorrimos todo el sur de las Islas Lofoten. Fiordos, paisajes y pueblos de pescadores inolvidables.
18 de junio. Fuimos hacia el norte a las islas Vesteralen. No eran tan lindas. Además llovió. Volvimos enseguida y devolvimos el auto, con algo más de 500 km. Por todos lados se ve gente paseando en casas rodantes. Un montón son alemanes, pero hay de todos los países. Recorrimos a pie la ciudad de Svolvaer y de tardecita, dejamos la llave en el buzón verde y subimos de vuelta al crucero, ahora con camarote y por 3 días, pero de vuelta sin comida incluída.
Nos sentimos unos pibes, ya que esta lleno de viejos que comen en el restaurante. Nuestro menú incluye latas de atún, arvejas, zanahoria, maíz, porotos, duraznos y peras en almíbar, papas fritas Pringles, avellanas y chocolate. En algún puerto que para, compramos algún pollo y tomate. Pero casi siempre comemos con buena vista, aunque nos miren con cara rara.
19 de junio. Seguimos en el crucero. Paramos en 5 pueblos que recorremos si da el tiempo. La vista es interesante. Siempre vemos un paisaje cambiante delante de nuestros ojos. Casi siempre recorre fiordos, o tramos rodeados de islas, por lo que casi siempre vemos tierra hacia los 4 costados en lugar de mar abierto. Pasa cerca de la costa.
El barco tiene hélices atrás y adelante, con lo que se facilitan las maniobras para un barco tan grande. Las maniobras de amarre en tierra las hace un tipo solo, que a veces usa una bicicleta para ir de la parte de atrás del barco a la de adelante.
Tiene un Jacuzzi al aire libre, donde me di un excelente baño, siempre con vista a las montañas de la costa.
20 de junio. De mañana visitamos Trondheim, una ciudad importante con una iglesia muy linda. También tiene casas sobre palafitos. Luego volvimos al barco, ahora con un paisaje más monótono, ya que las montañas son menos altas y tienen menos nieve. A medida que nos movemos hacia el sur, hace más calor.
Una diversión de turistas con plata, es subirse a una lancha muy rápida y atravesar rápidamente las olas que produce nuestro crucero, hasta lograr que la lancha quede en el aire.
A medianoche llegamos a Alesund. Llovía, y fuimos los únicos que bajamos del barco. Valió la pena porque es una ciudad muy linda, estilo Art Nouveau. Además vimos una ciudad con luces prendidas, cosa que hacía tiempo no veíamos. Tampoco era oscuridad completa.
Este es un crucero que se adapta a nosotros, sin lujos, comilonas ni fiestas. El entretenimiento es el paisaje cambiante. El camarote que elegimos, por supuesto el más barato, a pesar de que era chico (8 metros cuadrado incluyendo el baño), está muy inteligentemente diseñado y funciona bien. Además, al ser interior, no nos molesta la luz exterior para dormir.
Quedó demostrado que no somos los más pichis del barco. En un puerto, a un chino que iba con nosotros, se lo llevaron preso, metiéndolo en una camioneta de la policía con el brazo retorcido. Parece que lo agarraron afanando dentro del barco.
Los precios en Noruega son impresionantes, mucho más caros que en Japón. En comidas lo solucionamos bastante bien con los supermercados, pero alojamientos, autos, excursiones y entradas nos matan.
21 de junio. Desembarcamos en Bergen, punto final del crucero a las 14.30. Debíamos ir a Stryn, a 300km, donde teníamos el alojamiento reservado. Fuimos a retirar el auto señado, y la oficina estaba cerrada. Por suerte una alemana que tenía un problema similar, y además tenía celular, a instancias de Cuca logró que vinieran, y a las 22 llegamos a Stryn. Es el primer inconveniente con las reservas por internet, y eso que era Europcar, una compañía importante. Con todos los otros pichis que reservé no tuve problemas. Los 300 km los hicimos apurados y bajo lluvia, y fuimos por donde iba la carretera, no por los mejores fiordos. Pero todo el camino iba atravesando fiordos espectaculares. Y ahora estamos alojados en un albergue de la juventud en una montaña, con vista a un fiordo 3 estrellas de la guía (el fiordo, no el albergue).
22 de junio. Fuimos a recorrer el fiordo más lindo de Noruega según National Geographics y la guía Michelin. Se llama Geiranger. Por suerte tuvimos sol por unas horas y lo disfrutamos mucho. Lo recorrimos en barco, y lo vimos desde lo alto, en dos miradores. A la ida y a la vuelta recorrimos unas zonas totalmente nevadas, en que en parte, a los 2 costados de la carretera había paredes de nieve de más de 2 metros, que dejó la máquina que limpia la carretera. Andábamos entre 1000 y 1500 metros sobre el nivel del mar. Volvimos a Stryn con lluvia. Estamos en una zona que en esta época llueve 17 días por mes.
23 de junio. Volvimos en auto a Bergen, con lluvia todo el camino y entregamos el auto con 810km. Llama la atención los buenos rendimientos de combustible que tienen los autos en Europa. Los autos a nafta me dieron 17,5 y 18 km por litro, y el diesel que alquilé dio 22.
El alojamiento es el más caro que pagué en mi vida: 147 euros la noche. Es un duplex con kitchenette, pero peor que el de Islandia que costaba la mitad. Y el de Islandia tenía microondas y la heladera y estanterías estaban llenas de comida.
Hacía un frío horrible y Cuca arrugó. Yo me puse todo lo que tenía encima y salí a recorrer la ciudad. Es una joyita esta ciudad, a pesar del clima.
24 de junio, día del Mago. Nos despertamos con sol. Entonces entre subir a un cerro con linda vista en funicular e ir a un museo, elegimos lo primero. A los 5 minutos de llegar, empezaron las garúas. Hicimos la bajada a pie, por adentro de un bosque, muy linda a pesar de las frecuentes garúas. Luego volvimos a la ciudad, pero esta vez yo era el guía, y Cuca la turista.
De tarde algo de sol y no llovió, por fin. Fuimos a una iglesia y un museo de la liga Hanseática, que eran unos alemanes que desarrollaron Bergen entre 1300 y 1700 en base al comercio, principalmente exportando bacalao y aceite de hígado de bacalao a Europa, e importando cereales y otras cosas. También volvimos a pasear por la ciudad, porque con sol es más linda todavía.
25 de junio. Hicimos una excursión que se llama Norway in a Nutshell, que significa Noruega en una cáscara de nueces. Es un día en que uno ve un resumen de Noruega. Empezó en Bergen y terminó en Oslo. Incluyó tren común, ómnibus, barco por un fiordo, tren de montaña, tren común de nuevo, y por problemas eléctricos de este último, otro ómnibus y otro tren. El tiempo, excelente. El fiordo, junto con el que vimos hace 3 días, integra la lista de World Heritage de Unesco, o sea que completamos los dos mejores.
Las carreteras normales noruegas son más angostas que las nuestras, pero algunas menos importantes, apenas caben 2 autos chicos. Cada tanto tienen un ensanche, donde hay que esperar al que viene en sentido contrario para cruzar. Y me sucedió que me encontré de frente con un ómnibus y no pasábamos. Tuve que dar marcha atrás hasta el primer ensanche que encontré.
Además de ver cosas que íbamos a ver expresamente, hicimos muchos kilómetros en Noruega en auto, tren y ómnibus. Se llega a la conclusión que Noruega incluye una combinación perfecta de lagos, fiordos, ríos turbulentos, cascadas, montañas arboladas, montañas nevadas, grandes paredes rocosas casi verticales, nieve y lagos congelados al alcance de la mano, casas con jardines, pueblos con iglesias puntiagudas, reflejos en lagos y fiordos, cielo (si esta visible) y nubes, todo estratégicamente ubicado dentro del paisaje. Lo que es muy difícil, es meter todo eso dentro de una foto, porque tengo algunas cosas enfrente, otras a los costados, otras atrás y otras arriba.
Respecto al tiempo, a pesar que llovió de acuerdo a lo esperado, los días que era necesario que esté lindo porque íbamos a ver algo especial, se portó bien y estuvo lindo.
26 de junio. Salimos en avión de Oslo a Barcelona, con larga escala en Bruselas. En el primer tramo del viaje, corrimos mucho peligro y tuve tremendo miedo. Al subir al avión, descubrí que pilota y copilota eran mujeres. Y me puse a pensar que sería de mi en varias alternativas. Por ejemplo, si una va al baño y le pide a la otra que la acompañe, como acostumbran las mujeres. O encuentran un tema de conversación que las apasiona y se olvidan de todo. o si, ante un hecho inesperado, se ponen a gritar en lugar de buscar la solución. Pero por suerte, nada de eso pasó, y llegamos sanos y salvos a pesar del susto. Y en el tramos siguiente hasta Barcelona, había 2 pilotos bien machos.
Y fue pisar España, y ya descubrir algo digno de un cuento de gallegos (o de catalanes, que son parecidos). En todo el mundo, muchas escaleras tienen un descanso, o sea una parte horizontal en el medio de una subida, para descansar un rato. En Barcelona, en el aeropuerto, el descanso se lo pusieron a una escalera mecánica. Y para peor, era una escalera que bajaba, por lo que ni un apurado podía cansarse.
En Barcelona termina esta parte del viaje en que éramos primeras figuras. A partir de ahora, la primera figura será Guille, nuestro nieto, que llegó a Barcelona hoy de mañana y nosotros seremos simplemente los abuelos de Guille.
Por lo tanto, a partir de ahora, las anécdotas de viaje deberán leerse en el blog de Guille http://www.guillesouza.blogspot.com/
Ya están actualizadas todas las fotos en www.picasaweb.google.com/hugocuca