viernes, 3 de junio de 2022

ESPAÑA PORTUGAL 2022

 

LA PREVIA

Este es el 3er intento de viaje. El primero fue en el 2020 y se suspendió por la pandemia, con los pasajes ya pagados.

Volvimos a intentarlo en el 2021, reservamos varios hoteles, y cuando nos enteramos que teníamos que hacernos un test de antígenos antes de entrar a cada hotel de Portugal, arrugamos y volvimos a postergar.

Serán 3 días en Barcelona, luego 30 días con auto dando una vuelta redonda a la península Ibérica, y terminando con 4 días en Barcelona. Las estadías en Barcelona serán de vida familiar y no se incluirán en el blog. El itinerario se puede ver en https://docs.google.com/spreadsheets/d/14kcfTvn4CSkeNgIQMFsP96ys5BdiUOVA/edit?usp=sharing&ouid=102153770819628829983&rtpof=true&sd=true

4/5 de junio

Llegando al aeropuerto de Carrasco. Vemos bruta cola en el mostrador de Air Europa. Pero nosotros teníamos el checkin on line en el celular y además no teníamos valijas para entregar, entonces nos salvamos de la cola. Llamó la atención la poca gente que hizo como nosotros.

A la hora exacta marcada, el avión despegó de la pista.

En un vuelo de 11 horas, en la 1era hora nos dieron un almuerzo frugal: Un pancito, un sachet de manteca, 16 ravioles, un minipostre y un vasito de refresco. Y luego 10 horas más sin nada. Por suerte había comprado unas galletitas con chocolate para matar el hambre. Y al llegar a Madrid fuimos directo a la sala VIP y comimos un montón, sacándole el jugo a los 10U$ c.u. que pagamos, gracias a la tarjeta Itaú Platinum.

Al llegar a Barcelona, nos esperaba Germán en el aeropuerto y comenzamos nuestra vida familiar.

6 y 7 de junio

Auto para pasear 30 días. Fiel a mi costumbre reservé un Fiat 500 (lo más barato que había) en Hertz con muchas anticipación, por 2039 € sin pago adelantado, con kilometraje libre y sin seguro total.

Pero también fiel a mi estilo, el día antes, entré a Hertz a ver si no había una oferta de último momento más barata. Y encontré una un poquito mejor, con pago en el momento, pero estaba bien porque levantaba el auto al día siguiente. Entonces anulé la reserva anterior e intenté reservar, pero la página web tuvo un problema y dejé para el día siguiente. Pero al día siguiente había aumentado y era peor que la que anulé. Pero dije “es lo que hay” e intenté reservar. Me contestó que mi tarjeta no servía. Llamé por Skype al Itaú y me contestaron que la habían bloqueado por seguridad, porque era un monto grande, que me la habilitaban a partir de las 11 de Ueuguay (16 de España), o que haga el trámite presencial. Opté por esto último. Pero antes de ir a Hertz, pasé por Europcar, a preguntar, a pesar que por internet no tenía nada bueno, por 1420€, además un auto mucho mejor (Fiat Tipo Cross) y con seguro total incluído. Me ahorré más de 600€.

Chips españoles. Por 15€ conseguimos 2 chips españoles para tener internet y poder llamar dentro de Europa-

8 de junio

Empieza el viaje de verdad. De mañana 460km y 5h30’ para ir de Barcelona a Albarracín. Gracias al Google Map, no tuve ningún error para encontrar el mejor camino. Es un pueblo chiquito, en la ladera de la montaña, conservado como de la edad media. Sus sendas angostas sin tránsito son un laberinto. Y para peor, son todas en subida o bajada. Y Cuca me decía “subí vos a ver si es por ahí y me avisás”, para ahorrar energías cuando dudábamos del camino. Por supuesto, yo obedecía. Se ven muy pocos turistas, y ningún chino, aunque encontramos a una uruguaya. No sé si es por la época, o porque la mayoría del turismo prefiere el ruido y las compras de las grandes ciudades, y no saben disfrutar de estos rincones.

9 de junio

Visita a Cuenca desde Albarracín, y vuelta a Albarracín. Entre ida y vuelta son 230km y 4 horas, por caminos llenos de curvas. Me extrañó que google me mandó por un camino a la ida y por otro a la vuelta.

Cuenca es una ciudad bastante extendida, pero su parte vieja es chica y está alta, con paredes casi verticales hacia 2 ríos casi paralelos.

Visitamos la plaza y la Torre de Mangana, El barrio San Martín con sus “rascacielos”, que son del siglo 15 y en su época fueron los más altos del mundo. Luego fuimos a la Plaza Mayor, donde está la Catedral, y de ahí a ver las casas colgadas, que son casas al borde del precipicio que va de la parte alta al río. Bajamos al Puente  de San Pablo, desde donde se ve una linda vista de las casas colgantes y volvimos a la Plaza Mayor donde almorzamos en uno de los restaurantes con mesas al aire libre en la misma plaza. Por último fuimos a 2 miradores, uno que mira a cada lado de la parte alta, cada uno mirando a un río distinto. El último era el más lindo y se llamaba Mirador del Barrio del Castillo. Al igual que en Albarracín, Cuenca tiene muchas calles con subidas muy pronunciadas.

10 de junio

Viaje a Bocairent. Son 285Km y 3 horas de viaje.

En 3 días completé los primeros 1000Km con el auto. Y para manejar este auto hay que aprender a manejar de nuevo. Cuando voy a cambiar de senda, me pega un tirón en el volante tratando de evitarlo. Si lo fuerzo, mi fuerza supera a la del tirón y logro cambiar de senda. Si previamente prendí el señalero, no pega el tirón. Es por si me duermo. Hice la prueba. En una curva solté el volante y dio la curva solo, pero me tocó unos pitos y me puso un cartel que tenía que aguantar el volante con firmeza. Se ve que tiene unos sensores que van mirando la línea a rayas de separación de sendas.

Al entrar a Bocairent me perdí porque el GPS me metió en unas callejuelas muy angostas (todo el pueblo es así) y cuando me decía que tenía que doblar, no le creí y seguí buscando una calle ancha para doblar. Y como no había calles anchas, terminé haciéndole caso y llegaba a callejuelas solo permitidas para residentes. Pero al final llegué.

Dos de las atracciones más importantes de Bocairent son 1) las cuevas de los Moros y un depósito de nieve. Las primeras son un montón de cavidades interconectadas, excavadas por el interior de las rocas, con pequeñas ventanas al exterior, de altura mucho menor que una persona, que parece que eran usadas como granero y 2) La Cava de Sant Blai, que es un depósito de nieve, también excavado por adentro de la roca, con una entrada lateral y otra por el techo. La gente juntaba la nieve en invierno y la tiraba por el agujero en el techo hacia adentro del depósito. Allí se compactaba pisándola, y en el verano, entrando por el costado, la usaban como hielo.

Pero no vimos ninguna de las 2, porque la información que había en internet sobre el horario estaba mal y llegamos tarde. De las cuevas vimos desde afuera las ventanitas en una pared vertical de una montaña. Igual no sé si entrábamos aunque hubiéramos llegado a tiempo. Nos explicaron que hay que andar como media hora caminando muy encorvado o en cuclillas, y, a nuestra edad, dudo que al salir pudiéramos enderezar lo que quede de la columna vertebral, teniendo que seguir el viaje encorvados.

En el almuerzo, el mozo se acerca, deja una botella que parecía de aceite y dice “Ahí tienen el menú”. Miro la botella y estaba vacía, pero veo que tiene adherido un código QR. Y recordé un comentario de un amigo que para leer el menú había que escanearlo y abrir una web. Eso hice y no pasé vergüenza como mi amigo que volvió de España protestando contra la modernidad de los gallegos.

Recorrimos el mirador del cementerio, desde donde hay una vista de toda la ciudad en la parte alta de un cerro, con especial destaque de la Catedral en su punto más alto. También se ve el puente de Sant Blai (todo es Sant Blai). Las calles estaban vacías. Casi no hay turistas, y los locales saben que no hay que salir a la hora de la siesta porque hace mucho calor.

Luego recorrimos a pie el barrio histórico, incluyendo la Plaza del Ayuntamiento, la Catedral, las casas medioevales (que son excavadas en la roca, pero en mal estado de conservación) y sus callejuelas retorcida y con mucha pendiente, casi siempre en subida; y con más de 30 grados, llegué al hotel con la camisa chorreando sudor.

11 de junio

Viaje a Mojacar. Son 285 km y 3 horas de viaje.

Ahora estamos en Andalucía y empezaron los pueblos blancos, con sus balcones y rejas de hierro forjado negro y adornados con flores. Este también está arriba de un cerro. Como el Parking está abajo, “vamos subiendo la cuesta, que arriba mi calle, se vistió de fiesta”

Aclaración 1. Subimos la cuesta (con protestas incluidas) porque no nos enteramos a tiempo que había un ascensor.

Aclaración 2. Efectivamente hoy hay fiesta en el pueblo. Es el día de Moros y Cristianos, que festejan que hace tiempo viven en paz por estos lados. Y está todo preparado para las fiestas de esta noche.

Recorrimos el Barrio del Arrabal, la Puerta de la ciudad, la plaza del Ayuntamiento que estaba cercada preparando la fiesta, la Plaza nueva y su mirador donde almorzamos mirando la vista y el casco antiguo.

Luego al Hotel, que no está en Mojácar, sino en la Playa de Mojácar, a varios kilómetros.

Un baño en la piscina para refrescarnos y salimos a ver la fiesta oficial en la playa.

No fue gran cosa. Empezó tarde, con unos tipos a caballo que con un palo y al galope debían sacar unos pañuelos que estaban colgando, y luego con un desfile de muchas agrupaciones con ropas típicas, que al ritmo de la música avanzaban con unos pasos especiales.

12 de junio

Día de manejar 400km hasta Ronda. Son 4 horas y media. A mitad de camino visitamos Frigiliana.

En la ruta se ven gran cantidad de “galpones”. Son del orden de 40m x 10m, con una estructura metálica muy liviana y paredes y techo de lona. Se ve que plantan algo adentro. En muchos lugares más del 50% de la superficie del suelo está ocupada por estos “galpones”.

Frigiliana es otro pueblo blanco, más lindo que el de ayer. Está alto, en la ladera de un cerro y como todos tiene muchas subidas y bajadas que originan protestas.

Empezamos mal. Dejamos el auto en un parking en la parte baja y empezamos a subir hacia la parte central del pueblo. Pero no llegamos porque estaba todo cerrado por una festividad con unas pruebas de unos vehículos sin motor que agarraban mucha velocidad en las calles en bajada. Almorzamos antes de lo previsto para hacer tiempo hasta que terminen, y luego recorrimos las calles, escaleras y miradores del pueblo. Luego seguimos viaje a Ronda, que la recorreremos mañana.

13 de junio

Mañana dedicada a Ronda. Ronda es mucho más grande que los pueblos que veníamos viendo. Es una ciudad. Y ya se ven hordas de turistas por todos lados, la gran mayoría siguiendo a un guía con una banderita. Y para peor, todos los guías hacen el mismo recorrido a la misma hora, y se entreveran los grupos de distinto guía. Por suerte, y por el calor pronosticado, arrancamos antes que ellos e hicimos un recorrido parecido, pero solos y tranquilos.

La característica de Ronda es el llamado Tajo, que es una impresionante grieta de 50m de ancho y 150m de profundidad (sí, más profunda que ancha) que divide a la ciudad en 2, la antigua y la moderna. Ambas partes están unidas por 2 puentes. El llamado Puente Nuevo es del siglo 18.

El recorrido incluyó muchos miradores desde donde se aprecia el Tajo y el Puente Nuevo desde distintos ángulos, y los edificios más importantes de la parte antigua.

Luego del almuerzo, una parada en el aire acondicionado del hotel para descansar de los 35° a la sombra.

A las 17 llegamos a Setenil de la Bodegas, un increíble pueblo a 20 km de Ronda. Primero fuimos a la Plaza de Andalucía, desde donde se accede a varios miradores y a la calle Calcetas. Luego bajamos en auto al pueblo cuyo centro es un arroyo. Resulta que, con los siglos, el arroyo erosionó las orillas y dejó cavidades debajo de las rocas, y en esas cavidades se construyeron casas. Se tiene la rareza que hay casas cuyo techo es una roca, y sobre esa roca, en la misma vertical de la casa de abajo, hay otra construcción. Es difícil de explicar. Si alguien no lo entiende, que me pida fotos y le mando.

Y en este pueblito no habían turistas.

14 de junio

Viaje a Zahara de la Sierra.

Primero fuimos al mirador de Zahara, para ver de lejos el pueblo blanco que se encuentra en la ladera de un cerro.

Después fuimos al Parking del pueblo para recorrerlo. Dejamos el auto y seguimos carteles que decían Zahara Medioeval. Había que pagar, pero no había quien nos cobre. Intentamos sacar de una máquina y fracasamos. Después vino la cobradora y entramos. Y empezamos a subir escalera tras escalera y rampa tras rampa. Se imaginarán las quejas. No, no se imaginan, se quedaron cortísimos. Hasta que descubrimos que por ahí no se iba al pueblo, sino que se subía a un castillo que está altísimo y no nos interesa. A bajar y entrar al pueblo sin pagar entrada como era lógico.

Y Cuca se rebeló y no quiso recorrer el pueblo. Vio a unas viejas sentadas en un boliche, pidió permiso y se sentó con ellas a chismear, y yo fui a recorrer el pueblo solo. Es un pueblo blanco que no agrega nada a los que ya vimos.

Volvimos al auto, guardé la mochila, y Cuca va a abrir la puerta y me dice “le hiciste bruto rayón” Le digo que no puede ser, que me tendría que haber dado cuenta, pero lo miro y ahí estaba. No entendía donde lo podía haber rayado, pero me quedé tranquilo porque tenemos seguro total. Hasta que nos dimos cuenta que nos estábamos subiendo a otro auto. El nuestro, por supuesto, no tenía ningún rayón (hasta ahora). Parece que hoy no es nuestro día. El calor nos hizo mal.

Viaje a Arcos de la Frontera, almuerzo y al aire acondicionado del hotel hasta las 18:30 horas, esperando que bajen los 38° a la sombra hasta 36°.

Del hotel al centro había 1km en repecho. Cuca averiguó si había un parking, y le dijeron que había uno, pero le aconsejaron no ir porque eran unas calles tan angostas que era muy difícil entrar en auto. Conclusión: Fuimos en auto. Empezamos saltando un cartel de “solo para residentes”. Y luego los espejitos pasaban a 1 ó 2 cm de las paredes. Y en el parking había un solo lugar disponible.

Y ya en el centro, entramos a la Basílica Sta María de la Asunción, Cuca a la Basílica y yo a la Torre, que con sus 120 escalones permite la mejor vista desde Arcos de la Frontera. Luego recorrimos el Callejón de las Monjas, la Plaza Boticas, la Iglesia de San Pedro y el mirador Abades para retornar al hotel a las 21, después de cenar, y con unos refrescantes 33°

La principal característica de Arcos de la frontera es que está situada en un bucle de un río, con barrancas verticales hacia el río de hasta 100m de altura.

Tengo un problema con el teléfono al usarlo como GPS: Lo dejo adelante, pegado al parabrisas y le da el sol quemante de estos días. Entonces se recalienta y se apaga. Mejora un poco si pongo el aire acondicionado en dirección al parabrisas.

15 de junio

Día dedicado a Vejer de la Frontera, a 100km de nuestro hotel.

Salimos temprano para que no moleste el calor. Es un pueblo blanco amurallado en la ladera de un cerro. Hicimos una caminata de 1,5 km, recorriendo el Mercado Gastronómico San Francisco, la Muralla Medioeval, la Iglesia del Divino Salvador, El Arco de las Monjas, La Judería, y la Cobijada con su mirador.

En la iglesia no había nadie y descubrí una puerta abierta con una escalera oscura que llevaba a la torre. Por supuesto que me colé. Se ve que arriba hace años que solo llegan las palomas. No había ni barandas alrededor del campanario, pero me saqué las ganas de ver el pueblo desde arriba.

La cobijada es un monumento a la liberación de la mujer. Pero no del feminismo actual, sino de las mujeres de la antigüedad que eran obligadas a andar todas tapadas, incluyendo casi toda su cara.

En los parking, lo normal es retirar un ticket al entrar, y antes de salir pagar en una máquina, y al salir, meter el ticket en otra máquina y se levanta la barrera. En los más modernos como este me ahorro el último paso. Al entrar un sensor lee mi matrícula. Al salir otro sensor lee mi matrícula y si ya pagué la barrera se levanta sola.

A diferencia de otros pueblos blancos, muy pocas casas tienen ventanas o balcones floridos. La vida se desarrollaba hacia el interior de las casas. Las ventanas son más chicas y todas tienen un patio interior, ese sí, muy decorado con plantas y flores.

Estudiamos el recorrido para minimizar repechos y funcionó. Vejer resultó mucho más fresco que Arcos. Cuando retornamos a Arcos ya se acercaban los 38° y nos encerramos en el hotel hasta la cena.

En la cena se vio la diferencia entre la gente que vive anclada en el siglo 20 y los que se adaptaron al siglo 21. Yo leí el menú escaneando el código QR y Cuca pidió un menú en papel.

Este hotel es el único del viaje con desayuno incluido. En los demás, Cuca se prepara un capucino de sobrecito con un calentador instantáneo sumergible y lo acompaña con una magdalena y yo a lo sumo, como alguna fruta.

 16 de junio

Viaje a Lagos. Son 377km y más de 4 horas, con parada refrescante en la Praia Tres Irmaos.

Dejamos atrás la ola de calor, y hasta la playa estaba un poco fresca de más, lo que no impidió que me pueda bañar en el Océano Atlántico, en una playa de linda arena y un extremo con formaciones rocosas muy pintorescas.

El sistema de peajes de Portugal es raro. Cada pocos km hay unas cámaras que leen las matrículas de los autos a 120 km/hora, y lo cargan a la tarjeta. Previamente tuve que asociar mi matrícula a mi tarjeta en una web.

17 de junio

Fuimos a Armacao de Pera para tomar una lancha que recorre la costa desde Armacao de Pera a Benagil en una hora y poco ida y vuelta. El mar estaba muy picado, la lancha se sacudía para todos lados y levantaba agua y nos empapamos. La costa está mucho más alta que el mar, y la erosión ha labrado formas rarísimas. Además de muchas playas pequeñas, muchas de ellas accesibles solo por mar, se ven grutas, islas, arcos naturales, etc. La culminación del recorrido es uno de los lugares más recomendados del Algarve: La gruta de Benagil. Es una enorme gruta solo accesible desde el mar, con 2 entradas. Adentro de la gruta hay una playa. Y tiene un agujero natural en el techo, con lo que parte de la playa resulta iluminada por el sol.

El barco atracaba en la playa de salida para ascenso y descenso de los turistas. Como el mar estaba muy picado, el barco se sacudía mucho y dificultaba la maniobra. La señora que bajaba delante de Cuca, debido a esos sacudones, cayó al agua y una ola le pasó por arriba. Y cuando le tocó bajar a Cuca, se ve que el personal de la lancha vio la cara de susto de Cuca y la levantó en brazos y la llevó a la orilla sana y salva. Aclaro que la cara de susto de Cuca no fue circunstancial. La tuvo desde antes de subir a la lancha y la mantuvo todo el viaje. Es que le tiene miedo al mar, y si está picado, mucho peor.

Después fuimos a la Praia da Marinha, que fue una de las tantas playas que vimos desde la lancha. Esta tiene acceso desde tierra, pero luego de bajar desde el acantilado por una sucesión de escaleras y rampas, que después hay que subir. En muchos ranking figura entre las playas más lindas del mundo. Tiene un entorno espectacular, que se aprecia mejor desde arriba del acantilado. Yo me di dos lindos baños. Cuca se arrimó a la orilla y esperó a que una ola le salpique casi todo el cuerpo.

Se ven algunos topless, pero no demasiados. Algunas tienen que ir en topless para lucir argollas o brillantes que se incrustaron en los pezones.

18 de junio

Empezamos recorriendo Ponta da Piedade, una punta rocosa que tiene varios miradores desde donde se observan las distintas formaciones de islotes, arcos, cuevas, etc. La bajada hasta el nivel del mar implica 190 escalones, que solo uno de nosotros recorrió.

Luego a la Praia Dona Ana  y después del almuerzo a la Praia dos Estudantes. Las dos con muy poca profundidad y sin olas, ideales para Cuca, pero con el agua más fría que los días anteriores. Igual nos bañamos. En todos los casos hay que bajar de 60 a 90 escalones para llegar a la playa, y después hay que subirlos. En la segunda playa, en realidad son varias playas chiquitas, pero no todas tienen escalera de bajada. Se accede a ellas por túneles desde la playa vecina.

De tardecita/noche fuimos a caminar y cenar al centro de Lagos. Muy animado, con muchos restaurantes llenos. Es sábado, pero fuera de temporada.

19 de junio

Fuimos a Sagres. Lo más visitado es el fuerte de Sagres. La mayoría de los fuertes tienen murallas en 4 lados. Este tiene sobre un solo lado. Los otros 3 lados son altísimos acantilados hacia el océano, mucho más seguros que cualquier muralla. Recorrimos todo su perímetro (2 km) observando los acantilados circundantes y 2 playas, una de ellas llena de surfistas. En el medio del fuerte había un pozo, y desde el fondo del pozo se oía el ruido del mar. Se ve que el mar erosionó por abajo del fuerte, y en ese lugar dejó un hueco grande, que a la larga se desmoronó, formando el pozo que vimos. Había mucha gente pescando desde el borde del acantilado, pero lo poco que pescaban era tan chico que lo devolvían al océano.

La entrada al fuerte valía 4€, pero para los mayores de 65 costaba 1.50€. La cajera nos vendió la de 1.50€ sin preguntarnos nada. Se ve que la vejez se nos nota.

Después fuimos al puerto de pescadores y después del almuerzo seguimos para la Praia do Beliche (desde arriba) y el Cabo San Vicente, a pocos kilómetros de Sagres. En ambos lugares se observan lindas vistas de los acantilados circundantes.

Terminamos la jornada en la Praia Martinhal, con baño y caminata. Para alegría de Cuca, esta es la única playa que vimos que se accede sin escalera.

El alojamiento que tenemos es buenísimo. Por 58,50 € por día tenemos una habitación con baño y balcón. Y tiene una cocina completa para compartir con 2 habitaciones más. Como no coincidimos en los horarios, es como si fuera de uso exclusivo. Y a 50m tenemos un supermercado grande, con lo que solucionamos la comida de modo simple y económico.

20 de junio

Viaje de Lagos a Lisboa, con desvío para conocer Évora. Son casi 400km y más de 4 horas de viaje en total.

En Évora hicimos el recorrido por la ciudad recomendado por la Guía Michelin, entrando a la Catedral para visitarla, incluyendo el Claustro, y en mi caso, también la Torre. También entramos a la Iglesia San Francisco. Cuca me esperó en la iglesia, mientras yo entré al Osario. Es una gran pieza cuyas paredes, columnas, arcos, etc, están todos muy ordenadamente recubiertos de calaveras y huesos. Se ve que les quedó chico el cementerio y lo tuvieron que vaciar.

No me gusta manejar en Lisboa. Yo no quería venir, pero Cuca me obligó. Las calles son muy entreveradas y resulta difícil entender a tiempo las instrucciones del GPS. Dejaré el auto guardado en un parking público, pagando más de 10€ por día para movernos por Lisboa en transporte público.

21 de junio

De entrada compramos un pase libre por un día de metro, tranvía y bus.

Fuimos al Castillo San Jorge, que es el punto más alto de la ciudad. Desde el mirador se tienen unas hermosas vistas de toda la ciudad y del Puente 25 de Abril que tiene más de 50 años.

Luego fuimos al Mirador Portas do Sol y a recorrer el barrio Alfama, con sus retorcidas callejuelas y escalinatas. Los choferes de las buses que entran a Alfama son unos artistas por los “finitos” que hacen. En general son mujeres. Logramos organizar un recorrido casi siempre en bajada, porque partimos del punto más alto de la ciudad y descendimos como 90m. Luego del almuerzo, nos dedicamos a uno de los recomendados de Lisboa: Pasear en tranvía, que es una forma de conocer Lisboa sin cansarse. Después alguna caminata más también en bajada, pasando por la Catedral y de vuelta al hotel, que está algo lejos del centro, pero cerca de una estación de Metro.

Muchos turistas recorren la ciudad en Tuctuc eléctricos, con un chofer que les hace versos, pero no es lo mismo que caminar, porque por las callejuelas más angostas y por las escaleras no pasan.

En muchas plazas se veían tablados muy adornados. Se ve que estuvieron con algunas fiestas en los últimos días.

22 de junio

Pagamos otro día de viajes ilimitados y fuimos al Monasterio de los Jerónimos, que tiene un claustro impresionantemente decorado. También visitamos la Iglesia de Santa María que está pegada, también muy decorada con piedra tallada en enormes superficies. Por la cantidad de buses de excursiones se ve que es uno de los lugares más visitados de Lisboa. Cada uno tiene su guía con una banderita seguido por un enjambre de turistas. Por las dudas, habíamos comprado las entradas por internet la noche anterior. En todos lados tenemos descuentos para mayores de 65.

Después a la Torre de Belém, que es como el símbolo de Lisboa. Está en la orilla del río, pero cuando la hicieron estaba cerca del medio del río Tajo. El Río se fue corriendo.

La Torre, al igual que el Monasterio y la Iglesia son del siglo 16, época en la que Portugal era una potencia marítima por todo el mundo.

De tarde nos fuimos a pasear al parque Eduardo VII, que tiene lo que llaman Estufa Fría y Estufa Quente, que son superficies cerradas con varas o con vidrios para proteger muchas plantas traídas desde todo el mundo.

23 de junio

Hoy fueron 150 km y 2 horas de viaje. Salimos de Lisboa, pasamos por Óbidos y llegamos a Batalha.

Óbidos en un pueblo medioeval amurallado. Recorrí parte de la muralla desde donde se tienen lindas vistas del pueblo, con bastante susto porque la parte transitable es muy angosta y muy alta y sin barandas hacia el interior. Me iba agarrando de la parte exterior. Recorrimos la puerta de antrada azulejada, la calle principal, algunas iglesias y el castillo. Lo típico del pueblo es el Ginja (licor de cerezas) y el chocolate. Conseguí por 1€ un poco de Ginja servido en un vasito de chocolate.

En Batalha vimos el Monasterio con sus claustros y su iglesia. Es anterior al que vimos ayer e igual de impresionante por el tamaño y por el trabajo de tallado en piedra. Tiene la ventaja que había muchísimos menos turistas, lo que lo hace mucho más disfrutable.

24 de junio

Viaje de 370km y 4 horas de duración a La Alberca, en España.

Esta región es conocida como Sierra de Francia, porque cuando expulsaron a los musulmanes en el siglo XI, esta región se repobló con franceses. De esa forma se explica el estilo de construcción de las casas, que me hace acordar a Alsacia y otros pueblos del este francés.

Arriba de la fachada de la planta baja, asoman unas ménsulas de madera perpendiculares a la pared. La pared frontal de los pisos superiores avanza hacia la calle entre 30cm y más de 1m, apoyada en los extremos de esas ménsulas de madera. Además, dentro de las paredes también hay tirantes de madera visibles incorporados a la misma. Este tipo de construcción hace que las callejuelas, que ya son muy angostas en planta baja, sean aún más angostas en los pisos superiores. Y al ser con similar diseño todas las casas de pueblo, resulta muy agradable caminar por sus calles empedradas.

Recorrimos 2 pueblos de la Sierra de Francia: La Alberca, donde está nuestro hotel, que es el más grande y más turístico (aunque por suerte no es turismo masivo como en las grandes ciudades) y Mogarraz. A Mogarraz lo llaman el pueblo de las mil caras. Resulta que por los años 60 el alcalde hizo un archivo fotográfico de todos los habitantes del pueblo, como un principio de cédula de identidad. 50 años más tarde, un artista local consiguió las fotos y las reprodujo a mayor tamaño sobre placas metálicas y pegó cada una en la casa donde vivía esa persona. Entonces, al recorrer el pueblo, en la fachada de cada casa se ven dibujos de los habitantes (actuales o pasados) de la misma. Logré sacar una foto de una casa con un viejo sentado en el escalón de la entrada, y en las paredes se ve a la misma persona con 32 años y a toda su familia actual y pasada.

Arriba de los dinteles de las puertas, muchas casas tienen símbolos religiosos. Tiene que ver con judíos que se quedaron después que los expulsaron de España, que tenían que demostrar que se habían convertido al catolicismo.

Son 2 pueblos muy recomendables para caminarlos sin rumbo.

24 de junio en trasnoche

Hoy de tarde, paseando por La Alberca, una señora nos empezó a dar conversación y nos dijo que a la medianoche en ese lugar iba a haber una fiesta de la Alborada.

Aguantamos despiertos y fuimos y no había nadie. Pero en un balcón alto había gente y nos explicó: La fiesta de la Alborada es típica de La Alberca. Cuando una pareja se casa, los novios esperan en el balcón, y viene desde lejos un montón de parientes y amigos para agasajarlos. Y esperamos muy poco y desde lejos se sentía la música y el murmullo de una multitud que se venía acercando. Cuando llegaron, cerca de 100 personas se acomodaron como pudieron frente al balcón donde estaban los novios en una calle de 4 metros de ancho. Y no había más personas, porque a pesar que ya hay pocos casamientos, justo hoy había otra Alborada en el pueblo. Vivaron a los novios y cantaron una canción cuya letra traían impresa, con música de tambor y flauta. Hoy nadie duerme en el pueblo. Y luego dulces y sangría para todos, incluyendo a los únicos que no eran del pueblo, que eran dos uruguayos que se colaron. Y empezaron los bailes típicos. Y a la una nos fuimos, pero la cosa seguía para largo.

25 de junio

Día dedicado a Salamanca, que está a 1 hora de nuestro hotel en La Alberca.

Lo que me llamó la atención en Salamanca es que es una ciudad de un solo color: ocre. Por lo menos el centro que es lo que visitamos. Todas las construcciones históricas, así como también edificios no tan viejos, están construidos por bloques de Piedra Franca de Villamayor, que es una arenisca de la zona que resulta muy fácil de cortar en bloques y de manipular luego para levantar paredes.

Recorrimos la parte céntrica, donde destacamos la Plaza Mayor que es una de las más lindas de España, y la Universidad de Salamanca, que es la más antigua de España (siglo 13) y la 3era más antigua de Europa. La visitamos, recorriendo los salones de clase que dan a un patio central.

Al volver, subimos a la Peña de Francia, que es uno de los puntos más altos de las Sierras de Francia, desde donde hay lindas vistas de las mismas.

26 de junio

Volvimos a Portugal. Viajamos a Guimaraes en casi 4 horas para recorrer 355km.

Para manejar me resulta imprescindible el GPS. Estoy usando los google maps del teléfono. En viajes anteriores usaba el GPS Garmin. Google los ha superado. Las indicaciones son más precisas, hasta me indica con anticipación en qué senda me debo colocar, y pronostica con gran precisión la hora de llegada, que solo se modifica si hago alguna parada.

Guimaraes es una ciudad amurallada, cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por Unesco. Empezamos visitando el Palacio de los Duques de Bragança. Es del siglo 15. Nos llamaron la atención los grandes tapices en las paredes, de aproximadamente 13m x 5m.

Después fuimos al Castillo, que como todos está en la parte más alta del pueblo y terminamos recorriendo La Rua Santa María, La Praça Sao Tiago y el Largo de Oliveira. Es un pueblo muy bonito, con una linda arquitectura de sus casas.

Pero hoy es domingo y hoy terminan 3 días de festividades en el pueblo. Según Wikipedia, el municipio anda por los 150.000 habitantes y el pueblo anda por los 50.000. Yo creo que estaban todos caminando por las calles que recorrimos. Si sería grande la cantidad de gente caminando, que a las calles peatonales les pusieron flecha y la gente recorría un circuito cerrado en el sentido de las flechas. Por la zona del Palacio, estaba lleno de quiosquitos provisorios donde gente vestida con trajes típicos vendía cosas. Y por varios lados había grupos, con las vestimentas regionales, interpretando la música y los bailes tradicionales, y alrededor de ellos había tanta gente que nos quisimos poner a mirar, pero los que estaban adelante nos tapaban y no veíamos nada.

27 de junio

De mañana fuimos al Santuario de Bom Jesus do Monte, cerca de Braga. Cuando Cuca me dijo de ir, yo dije puff!!! Otra iglesia más!!!! Pero Cuca tenía razón. Lo que se destaca acá no es la iglesia sino todo el entorno, y en particular unas enormes escalinatas. Por algo ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad.

En el nivel más alto está la iglesia. Desde ahí se desciende hasta un nivel intermedio, que es la parte inferior de la escalinata, que es también el lugar más común para la foto. Y más abajo sigue un largo sendero con escalones, en zigzag y atravesando un bosque, hasta llegar a un nivel inferior desde donde se puede subir en un funicular del siglo 19 nuevamente hasta la iglesia. También se puede subir andando, pero no quise porque Cuca quedó arriba y la iba a hacer esperar mucho. Después llevé en auto a Cuca al nivel intermedio para que ella también pueda sacar la foto.

De tarde, ya de vuelta en Guimaraes, volvimos a caminar por la zona antigua, pero ahora sin las multitudes que había ayer. Y así se disfruta mucho más, y se puede apreciar mejor la armonía de todas las edificaciones. Hoy las calles peatonales ya no tenían flecha.

Es admirable la limpieza que hay en la ciudad. No se ve un papel o un pucho tirado en las mismas calles en que ayer estaba lleno de gente.

28 de junio

Dejamos Portugal y vamos para Galicia. Son 3 horas de auto y casi 300km.

De entrada pasamos por Bueu en la Ría de Pontevedra, por pedido de nuestro primo Santiago, que quería una foto de un Kiosco de sus parientes. Lo ubiqué en street map de google y fui, pero lo habían demolido.

Enseguida seguimos a Combarro, también en la Ría de Pontevedra. Es un precioso pueblo, con todas las casas  y las calles de granito. Tiene muchísimos hórreos, la mayoría también de granito y junto al mar. Los hórreos son depósitos de granos y comida, ventilados y elevados para quedar a salvo de la humedad y de las ratas. También tiene muchos cruceiros, que son unos pequeños obeliscos con motivos religiosos, y muchos restaurantes con comida marina.

Después seguimos hacia nuestro destino, que es Boente, un pequeño pueblo dentro del recorrido del Camino de Santiago. En lugar de ir por la autopista, fuimos por la ruta N 547 que en varios tramos coincide con el Camino de Santiago, para ver a los caminantes. Y se ve de todo, jóvenes, viejos, gente que camina con ganas y de los otros. Una mujer caminaba con un pie sin apoyar el talón, que posiblemente lo tuviera ampollado Por la forma de caminar se adivina que son varios los que tienen ampollas. También se ven muchos con vendas elásticas en rodillas o en pantorrillas.

En el albergue/pensión en que estamos, creo que somos los únicos que no somos caminantes. Cuando llegamos vimos gente sentada en el borde de la piscina con los pies adentro del agua para apagar el incendio. Hay una estantería al aire libre para los zapatos. Claro, si los llevan a las habitaciones mueren asfixiados.

Sabiendo que me gusta caminar, muchos amigos me han sugerido que haga el Camino de Santiago. Les contesto que no, que estoy dispuesto a caminar largos recorridos que no se pueden hacer en auto, pero si lo que hay para ver lo puedo acceder en auto, voy en auto. Por eso hice el Camino del Inca, pero no caminaré el Camino de Santiago. El único motivo para caminarlo puede ser el religioso, pero eso no se aplica en mi caso.

Una amiga de Cuca lo hizo 2 veces, acompañada por la Dra. Cristina Maeso.

29 de junio

Yo quería vivir más de cerca el ambiente del Camino de Santiago, entonces elegimos un tramo de los que van por un sendero en lugar de bordear la carretera, y recorrimos a pie ida y vuelta unos 500m. Noté que todos caminaban con mucha energía, no parecían cansados ni ampollados y todos caminaban mucho más rápido que nosotros. No sé si los que ayer llegaron mal heridos se repusieron o abandonaron, pero hoy no se veían.

Al empezar se nos acercó un tipo, nos preguntó de dónde éramos, y cuando le dijimos, contestó que Uruguay era un gran país porque había muchos católicos. Luego se ofreció a acompañarnos rezando unos rosarios y le dimos salida.

Se ve mucha gente que camina sola. Alguno va en bicicleta, otro va corriendo, la mayoría habla en español. Vimos a 2 argentinas. También vimos caminando a una mujer toda torcida hacia un costado probablemente con un problema de columna. A ojo, yo diría que en cada kilómetro del recorrido debe haber entre 40 y 50 personas. Al volver, éramos los únicos que caminábamos alejándonos de Santiago de Compostela. Los caminantes ya andan cerca. Solo les faltan unos 50km.

Luego 250km y 2 horas y media y llegamos a Cabo Vidio, cerca de Cudillero, con muy linda vista de acantilados sobre el Cantábrico.

En ese momento recibimos vía Booking un mensaje del gerente del Hotel de Cudillero pidiendo que lo llamemos. Eso hicimos y nos dijo que hoy había fiestas en Cudillero, que el tránsito estaba cortado en la zona del hotel, que entráramos por determinado camino que no era el normal, que cuando viéramos unas barreras azules cortando el tránsito que pasáramos igual diciendo que íbamos al hotel y que aunque no era hora igual nos hacía el checkin. Eso hicimos, pero después había que llevar el auto muy lejos, al único parking de Cudillero, que posiblemente estuviera lleno por las fiestas. Entonces el gerente nos ofreció sacar el vehículo suyo para que estacionemos el nuestro, a 50m del hotel, mientras él dejaba estacionado el suyo en un lugar provisorio. ESO ES UN BUEN GERENTE!!!

Cudillero no tiene cosas puntuales impactantes, pero impacta por su conjunto, con un puerto sobre el mar, con sus casas coloridas situadas sobre 2 laderas de cerros, con una sola calle que serpentea debajo de los 2 cerros. El resto de la trama urbana son callejuelas empinadas y escaleras muy angostas.

Evidentemente esa calle principal era un arroyo. Para hacer el pueblo más habitable, en el siglo 19 hicieron un túnel con forma de ovoide, de 300m de largo atravesando uno de los cerros para que el arroyo desagüe en el mar sin pasar por el pueblo. Salvo en las grandes lluvias, el agua circula por la parte baja y central del ovoide, y se puede caminar por las banquinas del mismo.

Salimos a almorzar y pasear por la calle principal y el puerto. Había música muy fuerte y campanadas de la iglesia durante largos períodos. Mucha gente comiendo en los restaurantes al aire libre. El principal atractivo de Cudillero son sus miradores, desde donde se puede apreciar la armonía de un pueblo en 3 dimensiones. Recorrimos con Cuca los miradores light (con relativamente pocos escalones) y luego nos fuimos caminando por el túnel (con mucho miedo por parte de Cuca) hasta el hotel.

Cuca se quedó a dormir la siesta, para descansar del ascenso a los miradores light, y yo me fui a disfrutar de los miradores full. Y llegué a todos los que me propuse, aunque para encontrar los caminos usé el método de prueba y error, porque no tengo buenos mapas (ni siquiera google tiene bien los senderos y escaleras) ni hay indicaciones para llegar.

De noche volvimos al centro a verlo iluminado con las fiestas y con fuegos artificiales.

30 de junio

Viaje de 3 horas y 220km con destino Santillana del Mar, con 3 paradas intermedias.

Primero fuimos a Lastres, un pueblo muy fotogénico, al igual que Cudillero. Está en la ladera de un cerro alto, junto al mar. Estacioné en el puerto, como recomiendan, sacamos las fotos correspondientes, y cuando íbamos a recorrer el pueblo, Cuca dice: “Yo no voy porque hay que subir”. Conclusión: Subimos en auto, me metí en unas calles estrechas y sin salida, hasta que de casualidad encontré un lugar no convencional para estacionar. Recorrimos la zona, por supuesto con bajadas y subidas y malos humores, y luego, en auto también, fuimos al mirador San Roque.

La segunda parada fue en Cuevona. El pueblo en sí no tiene nada de interesante, varios hórreos de madera, un restaurante carísimo y nada más. Lo distinto del pueblo es el acceso. El pueblo está en un valle, rodeado de montañas muy altas. Pero en una de esas montañas, una corriente de agua en millones de años abrió una gruta de 400m del largo, con estalactitas y estalagmitas como toda gruta que se precie de tal. Y la única entrada al pueblo es a través de esa gruta, que ahora fue pavimentada.

Y la 3er parada fue en un rarísimo fenómeno de la naturaleza. Una playa con arena, con agua salada, con olas, pero lejos del mar. Está rodeada de campo por los 4 costados. Está separada del océano (mar Cantábrico) por una franja rocosa de aproximadamente 200m de ancho por 20m de alto. Y las olas, con los años, abrieron un agujero que no se ve a través de esa franja, y por ahí entran con fuerza a la playa y producen oleaje. Se llama Gulpiyurí.

1 de julio

De mañana fuimos a la Cueva de Altamira Trucha.

La Cueva de Altamira estuvo habitada desde hace 36.000 años hasta hace 13.000 años, en que un alud de piedras tapó su entrada. Tiene muchísimas pinturas en el techo, que se han conservado muy bien por no haber entrado nadie durante 13.000 años. Pero desde hace más de 40 años y por razones de conservación, la cerraron al público. Es considerada como La Capilla Sixtina de la prehistoria.

Desde hace más de 20 años, hicieron una reproducción de cómo era la cueva hace 13.000 años, y eso es lo que se puede visitar. La llaman Neocueva. Por eso la llamo trucha. Pero, como era gratis para mayores de 65, estabamos muy cerca y nos sobraba tiempo, fuimos. Recorrimos la Neocueva y un museo.

Por la tarde recorrimos Santillana del Mar, un precioso pueblo conservado como medioeval, con casas y calles de piedra y muchos balcones de madera. Visitamos la Colegiata de Santa Juliana del siglo 12 y su claustro, y en el recorrido por el pueblo observamos muchas mansiones del los siglos 15 al 17.

La hora del almuerzo en España está corrida respecto a nuestras costumbres. El pico de comensales se da después de las 15 horas. Antes, es muy común ver gente en los mostradores de los boliches, tomando una copa de algo, como se veía en Montevideo hace mucho tiempo.

2 de julio

200km y 3 horas de viaje con destino Vitoria Gasteiz, País Vasco, con escala en Frías. Ya llevo más de 5000km manejados.

Llegando a Frías vimos un puente del siglo 14 sobre el Río Ebro.

Frías está muy elevado con respecto al terreno circundante. En gran parte el límite del pueblo es una pared rocosa vertical. El Castillo y la Iglesia son, como siempre, los 2 puntos más altos. Además de recorrer sus callejuelas, el otro punto de interés son las casas colgantes. Tanto Castillo, como Iglesia, como casas colgantes están al borde del precipicio. El otro punto de interés es un mirador desde donde se aprecian de frente las casas al borde del precipicio.

Previendo las quejas por los repechos, la noche anterior estudié la siguiente forma de hacer el recorrido: De entrada al Castillo y dejo el auto. Luego Iglesia, callejuelas y mirador que es todo en bajada. Cuca me espera en el último punto, yo subo a buscar el auto y la paso a buscar.

La planificación fue perfecta, con un solo problema. Google no me dijo que la subida al castillo en auto estaba prohibida para no residentes. ¿qué hacer?

Pensé un rato y me jugué. Ignoré el cartel y rumbié pal Castillo. En el camino, con mucha gente a pie ya que era la calle principal,  y nadie andando en auto excepto yo, por calles muy angostas, tuve que hacer finitos entre las mesas de un boliche y las casas, pero llegué y cumplí mi plan. Para volver del Castillo al mirador descubrí otro camino, también prohibido, pero sin gente. La verdad que valieron la pena los riesgos que corrí, porque todo lo que vimos es 10 puntos.

Luego, el camino a Vitoria Gasteiz acompaña al río Ebro en una parte en que corre encajonado entre 2 montañas, con paisajes muy lindos.

Esta noche, en Vitoria, voy a la casa de mi sobrina que nos invitó a cenar.

Al pasar los pueblos, el límite de velocidad es 40km/h. Hay un radar que mide la velocidad, y si entro pasado, me ponen en penitencia. Hay un semáforo que se pone en rojo y me hace perder más tiempo.

Hoy volvió el calor con 32 grados.

3 de julio

Viaje a Hondarribia. Son 120km y hora y media de viaje. Hondarribia está sobre el Cantábrico, pegado a Francia.

El hotel está en la Plaza de Armas, que es el punto más alto del pueblo. Por supuesto es zona peatonal. Para acercarme con las valijas, tuve que saltarme un cartel de “Solo para residentes”, pero con justificación porque voy a residir en el Hotel. Y llegué hasta 2 cuadras del hotel, en que fue imposible seguir el camino que me marcaba el GPS hasta el hotel. Pero justo en ese lugar había 2 plazas reservadas para mi hotel, y una estaba libre. Estacioné y hasta mañana no saco el auto.

Llegamos a las 12 y estaba anunciada lluvia para las 16 horas, así que tomamos el hotel y comenzamos el recorrido de inmediato. Hondarribia es una ciudad amurallada, y tiene 2 zonas turísticas bien diferenciadas. Una llamada Marina, ubicada extramuros, bastante moderna y con mucho movimiento, y la parte antigua dentro de la muralla. Por suerte para Cuca hay ascensor para ir de una a otra. Empezamos por Marina. Decidimos almorzar y tuvimos problema, ya que recorrimos muchísimos restaurantes y todos estaban ocupados. Recorrimos la calle principal y volvimos por la costa del río, mirando la costa francesa. Luego en la parte antigua, recorrimos la calle principal, todas las plazas, la iglesia, y las puertas de la muralla. Se destacan los edificios muy coloridos y con lindos balcones. Nos demoramos un poco más de lo previsto, pero la lluvia nos dio margen, ya que empezó después de las 17, y ya estábamos bajo techo. Es la 1er lluvia fuerte del viaje. Hasta ahora solo hubo garúas muy tenues que no molestaron.

4 de julio

Viaje de Hondarribia a Broto. Son 300km y 4 horas. Hicimos una parada en Sos del Rey Católico.

Lo original que tiene Sos del Rey Católico es el nombre. Es un pueblo muy chico, arriba de un cerro, con casas de color uniforme siguiendo a las piedras de la zona, pero  no muy bien conservado. Para ir del Parking que está bastante bajo al centro del pueblo nos perdimos por culpa de los mapas de google que están mal, y nos metimos adentro de unos pastizales.

Respecto a Broto, no lo elegimos como destino, sino que elegimos ir al Parque Nacional de Ordesa. Y los pueblos cercanos para pernoctar son Torla y Brotos. Y elegimos Broto porque el alojamiento era más barato y son solo 4km más para ir al Parque.

Cuando terminamos de instalarnos en el hotel, ya era la hora en que normalmente terminamos la jornada. Pero mañana y pasado puede llover, y hoy estaba lindo, entonces decidimos hacer un paseo que nos recomendaron. Consiste en ir de Broto a Torla en auto, En Torla tomar un bus que nos introduce en el Parque y luego caminar 10km entre ida y vuelta, bordeando un arroyo, para ver unas cascadas. La caminata es muy linda porque es adentro de un bosque, y transcurre con el sonido del agua. Y entre los huecos de los árboles siempre se ven las enormes montañas con sus paredes verticales. Pero el camino era complicado. Era de piedras sueltas de diversos tamaños. Cuca se dio vuelta antes de recorrer el 1er tercio. Yo, en 2 horas y media, logre llegar a 2 de las cascadas, pero con problemas, porque andaba de mocasines y era complicado por el terreno irregular, y porque nos dijeron que no había repechos y era mentira. Quedé cansado, pero el esfuerzo valió la pena.

5 de julio

Seguimos en el Parque Nacional de Ordesa. El viaje cambió, no son más pueblitos. Ahora es todo naturaleza.

De mañana fuimos en auto al valle de Bujaruelo, donde hicimos una caminata corta siempre bordeando un curso de agua y rodeados de montañas altas.

De tarde contratamos una excursión cara, pero buenísima. El valle de Ordesa, en realidad más que valle es un cañón, tipo el del Colorado. De la parte alta hasta el arroyo en tramos hay más de 1km, y el ancho anda por los 3km. En esas condiciones, la mejor manera de apreciarlo es desde arriba. La excursión de 4 horas sube hasta la parte más alta y para en 5 miradores desde donde se puede ver la inmensidad de las montañas que nos rodean. En el último mirador era necesario caminar 1 km en subida. En nuestro grupo éramos 7 turistas; Cuca se plegó a la opción mayoritaria y fue llevada a un mirador light cerca de ahí, pero que no necesitaba caminata. Sólo 3 subimos.

Y por suerte cambiaron los pronósticos, porque cuando contratamos la excursión estaba anunciado que hoy de tarde llovía, pero no sucedió.

6 de julio

Y hoy llegó el momento tan esperado. Siempre me jacto de no llevar cosas de más en la valija, y tenía un paraguas que vino de paseo desde Montevideo. Pero hoy de mañana por fin llovió y el paraguas debutó.

Y bajo lluvia fuimos a recorrer el pueblo Aínsa, a 40km de nuestro hotel. Cuando la lluvia arreciaba, nos escondíamos. Cuando aflojaba un poco salíamos a recorrer con paraguas y pudimos hacer el recorrido planificado. El pueblo está muy alto, pero igual a Cuca le gustó porque el parking está a la misma altura que el Castillo y la plaza mayor. Es un pueblo medioeval, con todas las casas de piedra, al igual que sus calles.

El plan para la tarde era recorrer en auto el cañón de Añisclo. Y mientras llovía mucho, para hacer tiempo, entramos al local de información turística a preguntar por las condiciones del camino. Y nos dijeron que era un camino muy angosto al borde del precipicio, de un único sentido y en regulares condiciones, cosas que ya sabíamos, pero nos desaconsejó hacerlo porque cuando llueve caen muchas piedras sobre el camino, y nos pueden pegar a nosotros o al auto. Nos desalentó bastante, pero llamamos por teléfono a la oficina de informes de Escalona, que está mucho  más cerca del camino. Y nos dijeron que el camino daba paso sin problema, y hacia allí fuimos. Y además paró la lluvia y salió el sol. Y a pesar de todo lo que dije de la mujer que nos desalentó, la verdad es que sobre el pavimento vi muchas piedras caídas, aunque no de gran tamaño.

Este cañón también integra el Parque Nacional de Ordesa, pero este cañón se diferencia del Valle de Ordesa que vimos ayer y anteayer, el de Ordesa es de origen glaciar y este es de origen pluvial, o sea que es un río que fue haciendo surcos al andar, esos surcos fueron cada vez más profundos hasta alcanzar los 1000 metros y con los años las paredes que eran verticales o con inclinación invertida, van largando piedras que algunas llegan al fondo y otras quedan en el camino. El camino va a media altura. En muchos lugares, para hacer el camino, hacían un hueco (no un túnel) en la pared vertical. Los ingenieros viales que conocí en Techint y en todo el Uruguay (y me incluyo) no servimos ni para lustrarle los zapatos al que construyó esa carretera.

El espectáculo es impresionante, porque a veces las altas paredes están separadas 10 o 20 metros. Es difícil describirlo, mismo con fotos. Espero que en algún video se entienda (o viniendo acá)

7 de julio

Viaje de 370 km y más de 4 horas y media rumbo a Barcelona con escala en Alquezar.

Alquezar es un pueblo que para recorrer no es tan interesante como Aínsa, pero es muy lindo de ver desde unos miradores, ya que está rodeado por paredes de piedra verticales formadas por la erosión de un río cercano. Se destaca a la Colegiata Santa María, del siglo 16, construida arriba de una de esas paredes verticales.

En Barcelona devolvemos el auto luego de un mes y 5970 km y en un metro y un bus llevamos las valijas hacia lo de Germán donde nos alojamos.

FIN DEL BLOG. Ya que ahora sigue vida familiar y de compras que no relato.