viernes, 3 de agosto de 2018

Fernando de Noronha 2018

Resumen
Con millas LATAM vamos a Natal el 8 de agosto. Nos quedamos en Natal y en Pipa. Volamos en Azul a Fernando de Noronha donde nos quedamos 6 noches. En Azul volamos a Recife y nos quedamos en Porto Galinhas y volvemos el 22 de agosto. Nos acompañarán Alicia y Juan.
8 de agosto
Madrugón. Vuelo a San Pablo. Vuelo a Natal. Alquiler de auto y viaje a Punta Negra a encontrarnos con Alicia y Juan. Paseo por la playa con baño incluido.
9 de agosto
Día entero de excursión en buggy a las dunas, playas y lagunas al norte de Natal.
En las dunas el buggy hace subidas, bajadas, curvas y planos inclinados a toda velocidad. Es una experiencia recomendable, con mucha adrenalina. Cuca la vivía pidiendo al chofer que cuando hiciera esas pruebas, ella y Alicia se qierían bajar. Y cuanto más le pedía, más aceleraba sin darle oprtunidad de bajarse. A ambas no les gustó esa experiencia.
De arriba de las dunas se veían lindos paisajes de las playas, dunas y lagunas.
En una de las lagunas bordeada de una duna, Juan y yo hicimos Tirolesa. Empezamos arriba de la duna y colgados de una cuerda avanzamos con los pies hacia adelante, bajando hacia la laguna hasta que nuestro culo choca con el agua. Rebotamos y volvemos a caer, y nadando vamos a una balsa que nos lleva a la orilla. Volvemos a subir la duna con un carrito que un motor hace subir sobre unos rieles inclinados.
En otra laguna almorzamos. "En" es adentro de la laguna, porque la mesa y las sillas estaban adentro del agua, y los pescaditos nos querían morder los pies.
El retorno fue más complicado, porque fue una hora bajo lluvia. Cuca se acomodó al lado del chofer y la pasó bárbaro porque tenía parabrisas y techo. Pero los otros 3 no teníamos techo y teníamos nuestras caras más altas que el techo de los de adelante, y por lo tanto recibíamos las gotas que dolían a gran velocidad y en la cara. Terminamos empapados y con frío.
10 de agosto
Viaje en auto de Natal a Pipa.
Medio día en Playa do Amor. Como todas las playas de Pipa, para llegar hay que bajar un barranco y al irse hay que subirlo. Se oye algún quejido. La playa linda, pero con mucho viento. Te dan sillas y mesas si consumís algo en la playa. Nuestro almuerzo fue una picada. A mediodía comemos poco, porque una comida normal en Brasil es un plato enorme, que nos obligaría a dormir siesta, y perderíamos la tarde, ya que el sol se pone a las 17:30.
Seguimos con un paseo por el Mirador Chapadao y la Praia das Minas, sin bajar a la misma.
De noche paseo por el centro para cenar. Es una sola calle muy angosta, con veredas minúsculas. La gente camina por la calle y se corre cuando pasa un auto. Es un calle muy animada, con muchos comercios y restaurantes. No podés pasar frente a un restaurante si que algún promotor te cuente las bondades del mismo. ¡Qué pesados!
Está lleno de argentinos y hay bastantes uruguayos, tanto como turistas como empleados de hoteles y restaurantes, promotores, vendedores ambulanted o artesanos medio hippies. Caminando por la calle se oye más español que portugués.
11 de agosto
Fuimos a la playa de los Golfinhos (delfines). Es una de las principales atracciones de Pipa. Solo se entra o sale por un extremo cuando hay mares baja. Toda la playa está limitada por una barranca muy alta sin accesos posibles. Y tuvimos que irnos cuando estaba por subir la marea. Por suerte vimos golfinhos.
De tarde fuimos a la playa Madeiro. Como todas en Pipa, para acceder hay que bajar muchos escalones, que después hay que subir. Esta vez los contamos. Son 160. Y no se quejaron. Ya se están acostumbrando. En esta nos tocó la marea alta, igual que ayer.
Terminamos la jornada mirando la desembocadura de la laguna en Tibao do Sul.
12 de agosto
Madrugón a las 3:15 para manejar de Pipa al aeropuerto de Natal para tomar el avión a Fernando de Noronha. Me perdí porque entre hacerle caso al Gps o a un cartel, opté por el cartel y estaba mal. Nos dimos cuenta mucho después, pero llegamos a tiempo a tomar el avión.
Al llegar, nos cobraron más de U$ 100 por cabeza  y nos llevaron a la Posada. Primitiva como todo acá, pero bien. La dueña de la posada nos hizo, en camioneta, un minitur por la ciudad y nos llavó a la playa más cerca (praia dos Cachorros). Linda, con el agua muy transparente. Por suerte era transparente y podíamos ver a las rayas nadando pegadas al fondo y no las pisábamos. Aunque a veces se acostaban en el fondo y se tiraban arena encima y no las veíamos. Hice snorkel y se veían pescsditos junto a las rocas. Al irnos a la posada hubo quejas. No era lejos, pero el repecho era muy pronunciado. Tanto que se rebelaron y no quieren caminar más. Mañana veremos de alquilar un buggy, que cuesta 2 veces y media lo que me costó el auto. Todo acá cuesta entre 2 y 2 veces y media lo que cuesta en el continente.
Después tocó pagar U$ 50 más, como un derecho a entrar a los lugares más lindos de la isla.
13 de agosto
El buggy que alquilamos anda mal de dirección, cambios, frenos, etc, y hace un ruidaje bárbaro, pero todavía anda. Como no tiene puertas, a los viejos nos da mucho trabajo subirnos y bajarnos.
El dueño del buggy hace un 2do negocio. Lo entrega con tanque vacío. Nos dice que la nafta cuesra 7 Rs, pero él la vende a 6. Los clientes tenemos miedo de quedarnos sin combustible en un auto que no tiene medidor y lo entregamos con bastante. Él se lo saca y se lo vende al cliente siguiente.
IDOSOS en portugués son personas de mucha edad. Hay algunas playas cuyo acceso diario está muy limitado y hay que inscribirse varios días antes. Aclaran que no son recomendables para idosos. Había muy pocos lugares. Yo me anoté en 2. Mis compañeros no se anotaron. Si ven que en los próximos días se interrumpe abruptamente este blog es porque la recomendación era correcta.
Luego fuimos a la que Tripadvisor califica como la playa más linda del mundo. Se llama praia do Sancho. Se llega a pie a la parte de arriba de la barranca. El único acceso posible es por unas grietas verticales de la roca. Allí pusieron unas escaleras tipo marineras y por ellas se turnan cada varios minutos los que bajan y los que suben. Por esa razón está casi vacía a pesar de ser la más linda del mundo. Y es posible que sea la más linda del mundo por estar casi vacía. Alicia no se animó a bajar.
La arena y el agua espectaculares. Mergullé un rato y vi muchos pececitos de colores, algunos de colores casi fosforescentes.
En la parte alta hay senderos que permiten vistas espectaculares de la playa Sancho, de la playita de al lado que se llama Porcos así como de las islas llamadas Dois Irmaos.
Luego fuimos a la playa Cacimba do Padre, de fácil acceso. Desde ella, por un camino lleno de escalones y rocas sueltas, en marea baja, se llega a la Playa dos Porcos. Lo intentamos Juan, Alicia y yo, pero solo yo me animé a cruzar el tramo de rocas sueltas en chancletas. Claro, yo era el único que tengo caderas de hierro. En esa playa mergulhé y además en las rocas vi unos preciosos cangrejos. En la Cacimba do Padre había unos pájaros parecidos a gaviotas que desde varios metros de altura se zambillían en picada y cazaban peces que nadaban a varios decímetros de profundidad.
14 de agosto
Fuimos en el buggy a la playa Sueste y nos separamos. Mientras Cuca, Alicia y Juan se alquilaron una sombrilla y 3 sillas, yo me fui s pie a comenzar la trilla a la bahía Abreus, que era no aconsejada para idosos.
Luego de una caminata fácil, había que hacer un descenso entre las rocas con una pendiente mayor a 45°. Usé la teoría de "culo a tierra" que es lenta pero segura y funcionó. La subida fue sencilla porque había unas cuerdas para ayudarse.
Luego, ya casi en horizontal, había que caminar haciendo equilibrio por arriba de rocas sueltas.
Además de los paisajes de la bahía, el atractivo es hacer snorkel en unas piscinas naturales que se forman en marea baja. Es como nadar adentro de la pecera. Se ven peces de todos colores. Hasta colores flúo se ven. Y pasan a centímetros de mis lentes.
3 horas después volví a la playa Sueste en busca de mis compañeros motorizados.
Me contaron que un tiburoncito pasó nadando al lado de ellos, a muy poca profundidad.
Volví a hacer snorkel y peces había pocos, pero vi una tortuga marina nadando a menos de 2m. La seguí un rato, pero luego la perdí ya que nada mucho más rápido que yo.
Luego fuimos al belvedere Caracas con una linda vista, y a la playa Leao. La vimos de lejos. Muy linda y sin ninguna persona. Es muy común en la isla ver playas vacías o casi, a pesar que son preciosas.
Terminamos la jornada con un paseo en nuestro buggy cerca del puerto.
Mis compañeros de viaje repiten seguido "Qué lindo debe ser F. de Noronha con 30 años menos" Es cierto. Es mucho más que muy lindas playas y lindos paisajes. Pero ese "más" requiere agilidad, estado físico, etc. Yo, con mucha voluntad y esfuerzo, estoy aprovechando bastante ese "más"
Por otra parte hay que acostumbrarse a una infraestructura bastante primitiva. Yo no tengo ese problema.
15 de agosto
De mañana paseo en barco todo a la largo de la isla en el mar de adentro, o sea la parte protegida de los vientos dominantes. Se tienen lindas vistas de playas, barrancas, cerros, etc. Termina en un tunel natural por abajo de la isla.
Vimos muchos delfines al lado del barvo. Uno de ellos pegó varios grandes saltos fuera del agua mientras giraba a gran velocidad. También vimos una tortuga.
De regreso, al llegar a la playa más linda del mundo, paró casi una hora para snorkel. Lo nuevo que vi fue un cardumen de decenas de miles de sardinas. Ocupaban un volumen bien definido que se deformaba y trasladaba constantemente, y que nunca llegué a ver el final. Cuando un pez grande quiso atravesar el cardumen, éste se deformó hasta formar un túnel por donde pasó el pez.
Garuó cuando empezamos, cuando hice snorkel y cuando terminamos, pero no durante el recorrido, por lo que se pudo disfrutar bien, aunque sin sol.
De tarde amenazaba seguir garuando, por lo que hicimos una siesta y luego fiimos a ver la puesta del sol al Fuerte de Boldró. Mucha gente sentada en una ladera haciendo lo mismo, aunque había varias nubes y no fue espectacular.
A la vuelta comenzó otra garúa. El buggy entre otras cosas que no funcionan, está el limpiaparabrisas. Y era de noche y no se veía nada. Y Cuca y yo que íbamos atrás, para mojarnos menos metíamos nuestras cabezas debajo del techo de los de adelante. Hasta que de improviso apareció una de las tantas lombadas que hay, sin tiempo de reducir la velocidad. Con el sacudón, nos reventamos la cabeza contra el techo de los de adelante. Sobrevivimos.
16 de agosto
Día de playas. Fuimos a las 2 playas adyacentes al Morro do Pico. De mañana a la Conceição con marea alta y de tarde a la Boldró con marea baja. En esta última había una lagunita en la que se hacía pie y Cuca se puso el visor y vio algún pescadito de colores. Por suerte no pisó ninguna de las 4 rayas que vi yo en la misma lagunita. En la playa también se veían rayas.
Después volvimos al Fuerte de Boldró a ver la puesta de sol, esta vez con pocas nubes, con más gente todavía y sin lluvia en el retorno.
17 de agosto
Madrugón a las 6 de la mañana. Fuimos al mirador de los Golfinhos (delfines) y recomiendan ir temprano porque es cuando tienen más actividad. El mirador está a 1 km de donde se deja el auto, y en un lugar alto con vista a la Bahía de los Golfinhos. Se ven de lejos gran cantidad en varios cardúmenes. Y cada tanto un golfinho rotador pega un salto hacia afuera del agua, rotando a gran velocidad en el aire.
Vuelta a la posada a desayunar y luego a la playa del puerto. Es de las mejores para hacer snorkel, si no contamos las de acceso controlado. Vi varias tortugas, que no dispararon y las pude ver mucho rato. Andan largo rato por el fondo comiendo. Cada tanto suben a la superficie, respiran 2 veces seguidas y vuelven al fondo.
De tarde nos separamos. Mientras los 3 sedentarios se fueron a la playa Cachorro, yo tenía reservada hora para el otro recorrido no apto para idosos. Era mentira. Era un recorrido fácil. 3 km entre ida y vuelta por un camino con alguna irregularidad que daría trabajo hacerlo en chancletas, pero que se hacen sin problemas con buen calzado.
El principal atractivo es hacer snorkel en una laguna que se forma en marea baja, separada de la rompiente de la olas por un arrecife.
Diferencias con Abreus (ver 14/8): Atalaia tiene camino más fácil. El paisaje es más lindo en Abreus. La laguna de Atalaia es más grande. Los peces son similares. Pero las grandes diferencias a favor de Atalaia en mis visitas fueron que vi un pulpo y una morena (como una víbora). Y quedé tan contento con ambos encuentros, que fui el último de mi horario en irme de la piscina, y me tuvieron que tocar pito para avisarme que habían vencido mis 30 minutos.
Al terminar fui al mirador de Piedra Alta que quedaba a 8 cuadras por una trilla, en que no me crucé con nadie ni a la ida ni a la vuelta.
Después, aprovechando que seguía solo, fui a subir al fuerte de Nuestra Señora de los Remedios, con muy linda vista hacia el puerto y hacia el Morro do Pico y los Dois Irmaos.
Y cuando llegaba a la playa me encontré con los sedentarios que se iban en el buggy, y me ahorré la caminata en repecho hasta el hotel.
18 de agosto
De mañana fuimos a la praia do Meio. Un mergulho bastanta interesante a pesar de ser marea alta. Al hotel a almorzar y luego traslado (de nuevo gratis con Naonda) al aeropuerto. Vuelo en Azul a Recife y en auto a Porto Galinhas. Nos costó llegar porque los mapas del GPS son muy viejos y le faltan carreteras, nos manda por calles peatonales o a contraflecha, etc. Para peor el hotel no tenía cartel con el nombre ni el número de puerta.
Al ir al centro a cenar, nos sorprendió el movimiento de gente. Pensábamos estar fuera de temporada y hay más gente que en Gorlero en enero.
19 de agosto
Fuimos al Pontal de Maracaipe. Es la desembocadura de un arroyo en el mar. Hicimos un recorrido en jangada, que la impulsan clavando un palo en el fondo. El arroyo está bordeado por manglares. Es un paseo agradable. Anuncian que se ven caballitos de mar, pero yo me imaginaba verlos nadando en el agua y solo vimos uno adentro de un frasco.
Luego fuimos a la playa Muro Alto. El muro es un gran arrecife de varios km que separa el mar de una gran laguna, donde se hace pie. Contra la costa hay una sucesión de condominios y Resorts que dificultan el acceso a la playa. Solo se accede cada tanto por unos angostos senderos públicos. Por el sendero que entramos encontramos un enjambre de sombrillas con gente apelotonada abajo, comiendo pescado frito preparado por el dueño de las sombrillas.
El baño resultó muy agradable. Luego caminamos frente a varios condominios y había poca gente, que no estaba comiendo. Y caminando un poco más llegamos a tramos de playa sin gente.
Dejamos para la tarde, esperando que baje la marea, el tradicional paseo en jangada a las lagunas. En el arrecife, en unos huecos del mismo con fondo arenoso, se forman unas lagunas llenas de pescaditos de colores. Se hace pie. Como les tiran comida, hay una gran cantidad. La variedad de colores no es muy grande. Como la marea baja no era de las más bajas (que se dan en lunas llena y nueva) en el borde de las lagunas había 20cm de agua. Alicia no fue. Cuca fue y caminó hasta el borde de la laguna, pero no se metió. En todo momento tenía cara de miedo. Juan y yo entramos a la laguna y vimos los pescaditos desde arriba y desde abajo del agua con visores.
Después de un baño, las mujeres se fueron de compras.
20 de agosto
Fuimos a Praia dos Carneiros. Son 21 km en línea recta y 54 por carretera. Casi 1 hora. Llegamos y no encontramos como entrar a la playa. Después descubrimos que es una playa privada. Mejor dicho, es una playa pública de acceso privado. Solo se accede a través de los resorts o condominios para los que están alojados en ellos, o entrando a uno de los restaurantes pagando entrada. Ésto último tuvimos que hacer nosotros. Después, la playa se puede caminar de punta a punta, siempre con el agua de un lado y un alambrado del otro.
Está en la desembocadura de un río y limitada por un arrecife. El agua es muy salada y transparente. Hay muchas palmeras inclinadas hacia la playa. La gente lo que hace es pasear en catamaranes hacia el arrecife con lagunas, usar canoas o tablas, bañarse y comer y chupar.
Al volver, me paró la Caminera. Me pidió libreta y documento y ni los miró. Me dijo que me iban a hacer una espirometría. Me hizo bajar para abrir el baúl, pero era para que mis acompañantes no oyeran la conversación. Me siguió diciendo que me iba a hacer la espirometría, que si había tomado una cervecita me iba a dar mal. Estaba convencido que yo era uno de los que había chupado y me quería coimear. Pero cuando vio que yo no me preocupaba por la espirometría, se dio por vencido y me dejó ir sin hacérmela.
21 de agosto  (cumplo 72 años)
De mañana, esperamos que pare la garúa y caminamos por la playa principal de Porto Galinhas.
A mediodía en auto al aeropuerto de Recife y en avión a San Pablo, donde teníamos una larga espera. La aprovechamos para festejar mi cumple. Fuimos a la sala Vip y cenamos gratis hasta reventar. Yo acompañé la cena con 2 caipirinhas.
22 de agosto
A la 1:30 salió el avión que nos dejó en Montevideo a las 4:30 de la mañana, con paro general, pero con el transporte a nuestras casas acordado previamente.