miércoles, 24 de agosto de 2011

DÍA A DÍA USA 2011


6 de setiembre de 2011
Viaje de Quito a Salt Lake City. Son 3 vuelos, cambiando avión en Miami y Dallas.
El taxi en Quito llegó atrasado, pero pasó todos los semáforos en rojo a las 4 de la mañana, y recuperó el tiempo perdido. Brutas colas en Quito para check-in, migraciones y seguridad (1 hora y 20). El avión salió casi 1 hora tarde y se me complicó la conexión en Miami. Y los gringos son complicados. Apurado, tuve que caminar en pila y luego tomar un tren para hacer migraciones. Mientras hacía la cola, llené un formulario que decía que tenían que llenar los no yanquis, pero el del mostrador me dijo que los tanos no necesitamos y lo rompió. Me sacó foto y tomó huellas digitales. Luego a retirar la valija. ¡Sí, en tránsito hay que retirar la valija! Y entregarla en otro lado. Después caminar en pila para ir a seguridad. Me tuve que sacar zapatos, cinturón, monedas, lápices. Sacar el estuche de la netbook de la mochila, sacar la netbook fuera del estuche y voy al pórtico. Pero me mandan para atrás y me hacen vaciar los bolsillos del pantalón (papel higiénico, pañuelo, billetera, nada metálico). Vuelvo a intentar pasar por el pórtico, y tampoco me dejan. Me mandan a una jaula que se cierra conmigo adentro y no sé con qué rayos me miran. Y parece que me vieron algo sospechoso porque me mandaron a otro. Ese otro, a los que salían de la jaula, en general los daba de alta. A mí no. Me mandó para otro lado y que espere. Protesté que perdía el avión y me contestó que la seguridad era más importante que el avión. Después de esperar un rato, vino otro, que me llevó a un rincón, me toqueteó todo y varias veces en todo el cuerpo. Se ve que le gusté. Me abrió los cinturones de documentos. Me dio de alta, bruta caminata, otro tren y subir escaleras mecánicas corriendo para llegar a la sala de embarque. Llegué sudando cuando ya habían embarcado casi todos, pero llegué.
En Dallas fue todo sencillo, no tuve que retirar valijas.
Llegué al hotel y estaban Esteban y Cristina. Ellos perdieron un vuelo por atraso de un avión, pero esperar al vuelo siguiente fue casi como perder un 121 y esperar al siguiente.

7 de setiembre de 2011
Recorrimos a pie el centro de Salt Lake City. Es todo Mormón: Iglesias y construcciones administrativas modernas.  Todo de extrema prolijidad y limpieza, decorado con flores. Pero sin alma.
Levantamos el auto, un Nissan Sentra sedán. Caben todas las valijas atrás a pesar que las de Esteban y Cristina son voluminosas.
Después fuimos a ver la mina de cobre Bingham Canyon Mine, propiedad de Río Tinto. Aratirí es un poroto al lado de ella. El agujero arriba mide más de 4 km de diámetro y tiene una profundidad de 1,2 km. Si uno estira los caminos interiores de la mina llegan a 800km (no caben en el Uruguay). Después viajamos a West Yellowstone, al borde del Parque Yellowstone, donde nos alojamos en una cabaña.

8 de setiembre de 2011
Dedicamos el día a la parte norte del parque, en una jornada intensa. Se ven muchos lagos donde brota agua muy caliente largando humito, de distintos colores. Pasamos por géiseres que hoy no vimos en actividad. En Mammoth vimos una interesantísima sucesión de lagunas en escalera. El borde de cada una de ellas, está formado por calcio que se deposita del desborde de la misma. Esa agua que desborda, forma otro lago, y así sucesivamente.  Después vimos  un árbol petrificado y las cascadas Tower Falls y luego en el río Yellowstone las cascadas superiores e inferiores y el impresionante cañón que les sigue. Para ello bajamos y subimos una altura equivalente a medio cerro Pan de Azúcar. Cristina protestó, pero subió a buen ritmo. Todos los paisajes del parque valen la pena, con montañas, bosques de pinos, colores muy distintos, bisontes, alces y osos. Por suerte osos no vimos, porque nos enteramos que en el último mes mataron a 2 personas. Comemos de supermercado, a medio día tipo picnic en el parque y de noche en la cabaña con microondas.

9 de setiembre de 2011
Día dedicado al circuito sur de Yellowstone. Casi la totalidad del mismo está adentro de la caldera de un volcán. Vimos cascadas, lugares de donde brota humo sin salir agua, lagunas de barro en que brotan burbujas como en dulce de leche hirviendo. Un géiser que entró a largar agua sin que nadie lo espere, una laguna de agua de la cual salía humo de distintos colores, unos lagos concéntricos, en escalera desde el centro hacia afuera, todos largando humo. Lo más recomendado del día de hoy era un géiser llamado Old Faithful que larga un chorro de agua de 35m de altura, cada 40 a 70 minutos. Hay asientos para sentarse y esperar. Aprovechamos a comer en esos asientos mientras esperábamos. Eran las 12.30. Nos llamó la atención que nadie hiciera lo mismo que nosotros. ¿Estará prohibido? ¿Será mala educación? Una gringa, en el momento de sentarse al lado mío hizo un comentario en voz muy alta, que no entendí, y no le di pelota. Seguí hablando con Esteban y Cristina en español, para que se diera cuenta que conmigo no iba a poder hablar. Lo que sí entendí fue su siguiente comentario en voz muy alta. Dijo “ Is washing” cuando limpié los restos de tomate del plato con la lengua antes de guardarlo en la mochila porque no tenía agua a mano. Después Esteban me contó que lo primero que había dicho era un comentario despectivo hacia los extranjeros. Justo cuando terminamos de comer, el géiser empezó a largar agua. Lindo, pero lejos de los 35m esperados.
Después vimos un hueco que escupía agua y vapor horizontalmente, y volvimos a las cascadas y los cañones del río Yellowstone que vimos ayer, pero vistas desde el borde sur. Es una zona tan linda, que valdría la pena ir al Parque Yellowstone sólo por ella, aunque no existieran todas las interesantísimas manifestaciones volcánicas, ni bisontes ni alces. Desde el borde sur, el descenso y ascenso que hubo que hacer fue mayor que el de ayer, y con escaleras en vez de rampas. Cristina aflojó a mitad de camino y Esteban llegó muy cerca del final. Desde el final se veía una de las cascadas bien de frente.
Es enorme la cantidad de gordas y gordos paseando por todos lados; muchos de ellos son gente muy joven.
En la cabaña tengo poca señal de internet. Descubrí que acercándome a la cabaña de al lado, la de Cyntia, la administradora de las cabañas, la señal mejoraba. En eso estaba, sentado frente a la cabaña de Cyntia, cuando cayó el marido. Con buenos modales, pero con un perro que se me arrimaba, intentó convencerme de que en el porche de mi cabaña también había buena señal. Sin duda estaba celoso y quiso alejarme de Cynthia, porque en el porche la señal seguía siendo espantosa, pero tuve que hacerle caso.

10 de setiembre
Día dedicado al Parque Nacional Grand Teton. El Parque consiste en una cadena montañosa que corre de Norte a Sur, siendo el pico más alto (más de 4000m) el Grand Tetón. Al Este de la cadena montañosa hay una sucesión de lagos y ríos muy lindos, de aguas calmas y cristalinas, y más al Este aún, un valle y pequeñas elevaciones. Es por este último lugar que corre la carretera, llena de miradores con muy fotogénicas vistas del río o lago de turno, siempre con las montañas como fondo de la foto.
De mañana salimos de West Yellowstone y atravesamos el Parque Yellowstone para ingresar al Gran Teton. Se nos hizo mediodía en una preciosa hostería con restaurante con vista al lago y a las montañas. Encontramos unos banquitos pegados al restaurante, y allí disfrutamos la vista junto con el almuerzo basado en el queso y fiambre que habíamos comprado en el supermercado la noche anterior. Terminado el recorrido del parque, viajamos hasta Pocatello, donde llegamos cerca de las 21, luego de una mala interpretación del GPS, que nos hizo perder más de 15 minutos mientras encontramos el retorno en una autopista.
Con mi máquina fotográfica paso vergüenza. No sólo porque se le rompió una tapita y funciona pegada con cinta scotch, sino por el tamaño. Esteban me supera lejos, porque tiene una mejor que la mía como segunda máquina. Además me debe más que triplicar en número de fotos. Pero Esteban no es nada al lado de muchos  Yanquis. Se los ve hasta con 3 máquinas de fotos y brutos trípodes.
1 de setiembre de 2011
Están las banderas a media asta porque se cumplen 10 años de la caída de las Torres Gemelas. Día de muchos km (700) y poco que contar. En 5 días llevamos 2400km en auto, por excelentes carreteras. Hoy Esteban hizo sus primeras armas en un auto sin embrague ni cambios. Nos alojamos en un Bed & Breakfast, en el medio de la nada, pero bien ubicado para los parques que visitaremos mañana y pasado. Nos dieron un excelente apartamento de 2 dorm, con living- comedor muy amplio, muy bien decorado, y con kitchenette con ventana al jardín donde vienen 5 ciervos a curiosear. Me enteré que la cama de Esteban y Cristina tiene un control remoto que entre otras posibilidades le cambia la dureza a la cama y la hace vibrar. Pero se niegan a contar sus experiencias. ¿Porqué será?
12 de setiembre de 2011
Día dedicado al Parque Zion. Está a 1 hora y poco de nuestro B&B. Es una hermosa obra de arte de la naturaleza, con una combinación perfecta de formas, colores y texturas aplicadas a rocas de gran tamaño. La parte principal del mismo es un cañón de gran altura, en cuyo fondo corre un río. Se recorre en un ómnibus gratuito con muchas paradas, después de dejar el auto en un estacionamiento. Tuvimos que hacer varias caminatas. La primera de 1600m para ver una excelente vista. La segunda de casi 3000m para ver la parte angosta del cañón. Fracasamos, porque había que cruzar un arroyo con el agua arriba de la rodilla, con championes pisando los irregulares cantos rodados del fondo, y con palos para apoyarse en el fondo para mantener el equilibrio. No estábamos bien equipados y desistimos. Después otra caminata de 1600m hacia un hermoso lugar, con vegetación cascadas y lagunas. El retorno fue bajo lluvia, pero hacía mucho calor y se soportó.
No se piensen que mirando fotos se harán una idea de los paisajes que hay, ya que los mismos son de 360º y no caben en la máquina. Es necesario venir. Los administradores del parque tienen tan pensado todo, que hasta hicieron una carretera roja para que combine con el color predominante en la zona.

13 de setiembre de 2011
Parque Bryce. Es otra hermosa obra de arte de la naturaleza, pero en este caso la artista naturaleza puso más énfasis en las formas y menos en las texturas. Se recorre desde una parte alta horizontal,  que tiene un borde de 30km de largo, a partir del cual empieza un precipicio. Del lado de abajo es que emergen las infinitas y enormes formas, difíciles de describir, de colores que van del rojo anaranjado al blanco, combinado con algo de verde de la vegetación. En el borde del precipicio, a lo largo de los 30km, hay muchos miradores que se recorren en auto. Caminamos 1500m por el borde del precipicio, y 2000m bajando al fondo del precipicio y subiendo después. Como Cristina había sido muy criticada en este blog por sus quejas y desistimientos a la hora de tener que subir, en este caso, se esforzó y llegó primera por temor a nuevas críticas. Todos los paisajes son muy lindos e increíbles, pero verlos desde abajo y desde adentro es una experiencia inolvidable. Hoy también vino una lluvia intensa con granizo, pero nos agarró adentro del auto, y mejor preparados (paraguas, ropa impermeable). Mi almuerzo fueron 3 latas: Porotos, atún y duraznos en almíbar.
Después fuimos a otro parque llamado Kodakchrome por sus colores, que sin ser feo, no nos impresionó tanto como el Bryce. Debíamos luego ir a dormir a Page, en Arizona. Había un camino corto con 60km por un camino no pavimentado, pero preguntamos y nos asustaron que podía estar resbaloso por la lluvia. Elegimos entonces un camino largo y llegamos tardísimo.

14 de setiembre de 2011
De mañana fuimos a Antelope Canyon en una camioneta 4x4 tipo las del Francés. Es una roca que ha sido horadada por un río. Esa rendija abierta dentro de la roca tiene formas muy raras. Tiene cerca de 30m de alto, y el ancho en partes no llega a 70cm. En partes está bastante oscura por la profundidad y angostura que tiene. En otras, algunas caras se iluminan bien y resalta el color naranja de la roca. Cuando llueve mucho, corre bastante agua por el lugar donde caminamos. Vimos troncos que llegaron flotando y se atracaron a 6 m de altura.
Después viajamos a Monument Valley, que es donde filmaban las películas de John Wayne. Para variar, de tarde vino la lluvia con granizo. Nos agarró en la ruta. Fue tan intensa, con cachos de granizo tan grandes, que arrugamos y tuvimos que parar al costado de la carretera. Monument Valley es una enorme llanura, de la cual en ciertos lugares emergen como unos troncos de cono, y encima de ellos unas formas raras, más bien prismáticas, de piedra. Esas formas, con el fondo de un cielo negro por la tormenta, pero también con rosados y azulados, salpicado por relámpagos le da al paisaje un aspecto fantasmagórico. Más tarde apareció el sol e iluminó a las formas raras de naranja, con un fondo gris oscuro de la tormenta que se iba. Hicimos un pequeño recorrido en auto por un camino barroso por el valle, entre las formas.
El hotel es de superlujo, Con gran ventanal y balcón, con vista al valle y a todo lo que describí. Desde el balcón, y hasta desde la cama con la cortina abierta veo las formas raras. Las vi iluminadas por la luna y al amanecer.

15 de setiembre de 2011
Gran parte del día en Monument Valley. Además de ver el paisaje desde lo alto donde está el hotel, hay que recorrer casi 30km de camino en mal estado, por el valle, pasando cerca de las formas. Había llovido y el camino estaba mal. Esteban se asustaba de andar en un auto bajo y sin doble tracción. Pero la alternativa era contratar  unas excursiones que paraban poco y en pocos lados. Entonces aceptó ir en nuestro auto. Y vivía diciendo: "cuidado esa piedra, cuidado esa laguna, cuidado que resbala, etc" Pero el chofer salvó el examen con buena nota. Mientras tanto, a cada forma que le pasábamos cerca, Cristina le encontraba un parecido a algo. Es un recorrido muy interesante, que lo hicimos al principio con alguna garúa, luego paró y amagó salir el sol, luego llovió tupido 40 minutos y aprovechamos a dormir una siesta en el auto esperando que pare, y después mejoró y las formas se lucían bajo el sol brillante. Almorcé atún con porotos con una excelente vista al valle iluminado por el sol, y emprendimos el regreso a Page (2 horas y media). En Page hay una represa, que como toda represa, aguas arriba tiene un lago, que en este caso se llama Powell. Aguas abajo hay un Cañón llamado Glen (corresponde al río Colorado). Tiene paredes del orden de 100m de alto. Accedimos en 2 lugares al borde superior del cañón, con alguna caminata y repecho importante para no perder el entrenamiento. En uno de ellos se veía un enorme bucle del río. También anduvimos dando vuelta por caminos cerca de la represa y el Lago Powell, con paisajes muy lindos al atardecer. Luego Supermercado, Mac Donald's y al Motel.
Tanto Antelope Canyon como Monument Valley, están administrados por los indios Navajos. Se visten igual que todos, son gordos igual que todos, hablan inglés igual que todos. Solo se diferencian en la piel algo más oscura y la cara más redonda.

16 de setiembre de 2011
El Cañón del Colorado es una grieta abierta en la tierra, en promedio, de 440km de largo, 16km de ancho y 1,6km de profundidad. Le vamos a dedicar varios días para verlos desde distintos lugares. Con esas dimensiones, y teniendo en cuenta que no se puede cruzar, se comprende que los distintos lugares mencionados están muy lejos entre sí. Hoy le dedicamos el día al North Rim (borde norte), viajando 5 horas y media entre ida y vuelta desde Page. Desde muchos miradores a los que se accede en auto, o con pequeñas caminatas, se tienen distintas vistas del Cañón. Esta es la parte menos trillada, más alta y con más vegetación del Cañón. Desde pocos lugares se ve el Río Colorado, que corre cerca del borde Sur, pero se ven muchos cañones de afluentes por el norte, con lo que se ven muchos planos de paredes de 1600m de altura. Y todas ellas con un colorido intenso y variado. Por supuesto que aquí también estamos ante un espectáculo que no entra en una cámara de fotos. Y desde el último mirador el espectáculo se completó, ya que a la inmensidad y los colores del paisaje, se le agregó la música de los truenos y el resplandor de los relámpagos, casi sin lluvia sobre nosotros. Resulta que en ese mirador hay un cartel que dice que en las frecuentes tormentas de truenos de las tardes de fin del verano (todo coincide), es muy peligroso estar en ese mirador por los rayos que caen. Aclaran que si uno siente olor a ozono, o se le paran los pelos por la electricidad, que raje rápido hacia el auto, y si no llega, que se quede abajo de un árbol grande, pero no en el mirador. Nosotros disfrutamos del mirador (aunque poco rato) y sobrevivimos. Y hasta Esteban vio el chispazo que originó un rayo al caer en la otra orilla. En el viaje de regreso, vivimos la cuarta granizada en 5 días. En toda esta zona, son muy lindos los paisajes que visitamos específicamente, pero también son lindos los paisajes comunes, que vemos en los largos recorridos en auto, completados con nubes muy distintas a las nuestras, con formas y colores muy interesantes. En el camino de ida, pasamos sobre el otro extremo del Cañón Glen, en uno de los pocos puentes sobre el Río Colorado relativamente cerca del Gran Cañón.

17 de setiembre de 2011
Dejamos Page rumbo al Borde Sur del Cañón del Colorado, que es la parte más visitada. En el camino recorrimos todos los miradores del llamado East Rim, que es la parte del borde sur que está al Este del centro de visitantes del Borde Sur. También se lo llama Desert View Road. En todos los casos son paisajes de dimensiones impresionantes, de colores muy variados. Se diferencian de los que vimos ayer, en que el río está más cerca, está mejor iluminado, porque el sol está al sur, o sea, a nuestras espaldas y de frente al paisaje (ayer las vistas eran con sol bastante en contra). Seguimos luego a Tusayan, donde está nuestro hotel, a menos de 10 km del Cañón. Volvimos al cañón un rato antes de la puesta del sol. Los rayos casi horizontales hacen un excelente contraste entre sombras y colores más intensos. Sin duda es la mejor hora para ver el Cañón. Estaba lleno de japoneses sacando fotos, y de tanos parlando sin mirar el paisaje.
Por todos lados se ven grandes grupos de motoqueros, con sus típicas camperas de cuero negro y sus enormes y caras motos. Algunos son europeos. En general son gente de edad parecida a la nuestra, y muy robustos, inclusive las motoqueras.
Qué suerte tuvimos al no ver al oso Yogui en Yellowstone. Ayer otro oso mató a un tipo. Fue un empate, porque el tipo también mató al oso.

18 de setiembre de 2011
Me gustó tanto el atardecer, que mientras Cristina y Esteban dormían, fui a ver el amanecer. Eran las 6:12 cuando salía el sol, y yo ya estaba al pie del cañón, mejor dicho al borde del cañón. Había japoneses sacando fotos, algunos envueltos en frazadas por el frío, pero ningún tano. Es muy lindo ver como comienza a iluminarse cada una de las distintas superficies del Cañón.
De mañana hicimos un recorrido en Shuttle (no dejan en auto) por varios miradores y de tarde una caminata por el borde del Cañón, en la parte en que están los hoteles. Luego una siesta y después a otro mirador a ver la puesta de sol.

19 de setiembre
La jornada fue un viaje de Tusayan a Las Vegas, con 2 desvíos en el camino, con más de 7 horas de manejada.
El primer desvío, complicado por el mal estado del camino, fue al Gran Canyon West. Los Indios Huapalai quedaron dueños de las tierras de una parte del Cañón del Colorado. Allí hicieron un paseo en forma de herradura que vuela desde el borde del cañón hacia adelante, como 1200m sobre el fondo del cañón y con piso y barandas de vidrio. No me resultó tan impresionante como me había imaginado, porque la estructura metálica que soporta el piso de vidrio es muy grande, entonces mirando hacia abajo por el vidrio sólo se ve una franja relativamente angosta del fondo del cañón. Además tienen un par de miradores, y todo está armado para turistas de una forma descarada que molesta. No dejan sacar fotos, porque las sacan ellos y las venden. No dejan entrar comida, porque ellos la venden. No dejan ir en auto porque te venden el servicio de Shuttle, que es insuficiente (día de semana, no en temporada pico). Muestran unos bailes típicos de poco valor y muestran algunas chozas que usarían hace años. Nos costó U$S 70 por persona, cuando por U$S 80 podemos ir los 3 durante 1 año a todos los parques nacionales con Shuttles incluidos. A pesar de mis críticas, el negocio les sale bien porque además de nosotros son muchos los que van, principalmente japoneses.
El segundo desvío fue para ver el lago y la represa Hoover, sobre el Río Colorado, muy cerca de Las Vegas. Es un lindo lugar.
Hicimos una caminata corta por Las Vegas. Es algo que no pega con la filosofía de nuestro viaje, que busca disfrutar de la naturaleza. Las Vegas es todo lo contrario. Nuestro hotel no es un hotel, sino que es un Casino con hotel. Para entrar al Hotel hay que pasar por el Casino. Hasta para entrar a un Mac Donald’s tuvimos que entrar a un Casino y desde él entrar a Mac Donald’s.
Caminamos por una calle de varias cuadras que le pusieron un techo que es como una enorme pantalla de TV en forma de bóveda elevada. Y por debajo de esa bóveda hay unos cables por donde se tira gente a lo largo de la calle, colgando de los cables con una roldana. Y se ve de todo. Varios escenarios con grupos musicales, minas con poca ropa para sacarse fotos con la gente que pasa, un mostrador que da a la calle para servir licores, atendido por minas en bikini, que cuando tienen pocos clientes bailan paradas arriba del mostrador, muchos gordos, mucha gente rara, mamada o drogada, muchas luces y mucho ruido me dejaron aturdido.  Cristina quería más ruido y más noche, pero Esteban y yo, que somos personas muy serias, terminamos la noche temprano, porque mañana nos espera otro día intenso.

20 de setiembre de 2011
Día dedicado a ver el Parque Nacional Valle de la Muerte (Death Valley), y a trasladarnos de Las Vegas a Mammoth Lakes en California (6 horas de auto).
El Valle de la Muerte se llama así porque está a 80m bajo el nivel del mar, y hace un calor insoportable (40º en esta época, 56º en 1913 como record mundial), y hay mucha gente que ha muerto de deshidratación por emprender caminatas largas al sol en la zona. La caminata más larga que hice fue de aproximadamente 8 cuadras. Esteban y Cristina abandonaron antes y se escondieron a la sombra. Por suerte el auto tiene aire acondicionado. Tiene paisajes muy lindos, con una variedad de colores como no habíamos visto hasta ahora, con miradores muy lindos, el más conocido es Zabriskie Point, y con un lago salado de un blanco intenso. Son sales de boro, que arrastra el agua que sube por capilaridad hasta la superficie, donde se evapora y quedan los cristales de sal.
Habíamos llevado latas para almorzar, pero las latas y el agua se nos calentaron, y era difícil encontrar una sombra donde comer. Preferimos comprar unos sandwiches, fruta y bebida fría en el General Store adentro del parque. La fruta fue el melón más caro de mi vida, ya que pagué U$S 8.90

21 de setiembre de 2011
Viaje de Mammoth Lakes a la zona de Yosemite Park, con varias cosas en el camino.
En Mammoth Lakes subimos a un punto alto con muy linda vista de las montañas circundantes.
Fuimos después a Mono Lake. Es un lago salado, sin desagüe, que descendió mucho su nivel, porque desviaban al agua de sus afluentes para abastecer a Los Angeles. Al bajar el nivel, asomaron unas formas raras, como conos calcáreos, que se formaron por unas especies de géiseres que estaban sumergidos en el agua. No fue demasiado interesante.
Después fuimos a Bodie, un pueblo que se formó alrededor de una mina de oro en el medio de la nada. Por el 1930 se abandonó la mina y el pueblo quedó vacío, y se conserva tal cual estaba en ese momento. Muy interesante.
Después, ya dentro del Parque Yosemite, recorrimos un paso de 3000m de altura, vimos lagos, montañas nevadas, vistas desde varios miradores, y mucha más vegetación que en los últimos parques que visitamos. Por último, siempre dentro del parque pero después de andar hora y media más en auto, un bosque de sequoias gigantes. Vimos uno de 1800 años de antigüedad, y otro al que hace 120 años le hicieron un túnel a nivel de suelo, atravesando el tronco, para que puedan pasar las diligencias. Aprendí que los Sequoias precisan de los incendios para sobrevivir. Muchos se ven con la parte de abajo incendiada, pero vivos. Resulta que al llegar los Europeos a la zona, controlaron los incendios. Con el tiempo vieron que las otras especies de árboles estaban desplazando a los sequoias. Empezaron a producir incendios controlados y la cosa mejoró. Resulta que la piña de los sequoias necesita fuego para que explote y largue sus semillas. Al salir de allí, entre conseguir nafta y más de 2 horas de viaje por camino de montaña de noche y lleno de curvas, llegamos al hotel a las 21.30. (La recepción cerraba a las 22) El hotel está en un pueblito muy chico, y el único restaurante ya estaba cerrado. Y no fui previsor y no llevaba conmigo la infaltable lata de porotos. Resultado: Mi cena fue un paquete de galletitas que gentilmente me cedió Cristina, con una Coca Cola que saqué de una máquina. La cena de Esteban y Cristina fue un poco mejor, pero no mucho. Esteban ya se está quejando que el próximo viaje lo hace con Batista Viajes, que salen 3 veces más, pero siempre comen bien.

22 de setiembre de 2011
1 hora de auto y volvimos a Yosemite. Hoy nos dedicamos a Yosemite Valley, que es como el corazón del parque. Es un valle de unos cientos de metros de ancho, 15km de largo, bordeado por enormes macizos rocosos muy altos a ambos lados, con arroyitos al medio, con altísimas cascadas, con lagos, con muchos árboles y vegetación. Lo recorrimos en auto, a pie por senderos, y en Shuttle. Es muy agradable caminar por los senderos , rodeados por el bosque, siempre con el murmullo de algún curso de agua. Los lagos y las cascadas tenían poco agua. Luego, 4 horas de viaje a Napa.

23 de setiembre de 2011
El despertador suena a las 5 de la mañana. Es que a las 5.45 debíamos estar registrándonos a 12 km del hotel para un viaje en globo aerostático de 1 hora por el valle del Napa. El Valle del Napa es un valle de viñedos al norte de San Francisco. Primero inflan el globo en horizontal, con ventiladores. Luego prenden los mecheros a supergás para largar la llama adentro del globo. En ese momento se endereza y nos subimos, y comienza el ascenso. Andan a 400m de altura más o menos. No van para donde quieren, sino para donde los lleva el viento, que era bastante calmo. Estar allá arriba, colgados de una masa de aire caliente es una experiencia única. Lo es, por la serenidad que se siente cuando no encienden el mechero, por no haber nada de viento, porque como el globo avanza a la velocidad del viento, la velocidad del viento relativa al globo es nula, por la vista de todo el valle con sus viñedos al amanecer, lleno de globos, porque había simultáneamente en el aire 12 globos de aproximadamente 14 personas cada uno. Los problemas empiezan cuando el piloto decide bajar. Porque tiene que coordinar la velocidad y dirección de avance sobre las cuales no tiene ningún control, con la velocidad de subir y bajar, que controla con la frecuencia de las encendidas del mechero. Y esa coordinación es para lograr caer en alguno de los pocos terrenos que no tienen vid plantada. El piloto, que fue toda la travesía haciendo chistes para que se rían los que entienden inglés, se volvió serio, no hablaba. Tuvo que hacer un cambio brusco de planes de aterrizaje cuando vio que se pasaba de largo del terreno que había elegido. Y el personal de tierra que ayudaba en el descenso, tenía que ir corriendo al próximo lugar de aterrizaje. Pero todo terminó bien, y el piloto volvió a hacer chistes. La empresa que organiza los vuelos es muy responsable, y todo funciona  a la perfección. Es un negocio excelente, porque calculo que entre las 3 empresas que manejan los globos tuvieron un ingreso bruto de casi U$S 40.000 en un día hábil. Bruto ingreso. Consiguieron aprox. 170 clientes en un día hábil. Aclaro que subimos los 3, ninguno arrugó.
Luego fuimos al Monte Tamalpais a ver la vista de San Francisco. Es un espectáculo rarísimo, porque todo lo que es Océano Pacífico, está cubierto por una neblina muy baja, de la altura del tablero del puente. Las Torres del Puente se destacan arriba de la neblina. Y todo lo que es la bahía y la ciudad totalmente despejadas. Después fuimos Muir Woods, un bosque donde están los árboles más altos del mundo, algunos de más de 1000 años. Son Redwoods, una variedad de Sequoias mucho más finos que los gigantes que vimos en Yosemite. Es una zona con un microclima húmedo, con helechos y vegetación tipo tropical, bastante oscuro por la densidad y altura de los árboles, con una caminata muy agradable.
Luego a San Francisco a devolver el auto, después de recorrer más de 6.700 km en 17 días.  6700 km es la distancia de Montevideo a Miami en línea recta. Esta zona de USA es muy linda, pero es cansadora por las distancias, y, en tramos, por la cantidad de curvas cerradas por kilómetro en caminos angostos. Por eso termino por hoy y me voy a dormir la siesta....... y me levanté al día siguiente.

24 de setiembre de 2011
Día frío, con neblina que a veces mojaba, y ventoso cerca del puente, dedicado a San Francisco. Debido al estado del tiempo, y a que Esteban y Cristina se quedan más días, dedicaron el día a compras y espectáculos. Como para mí era mi único día, me tomé un ómnibus de 2 pisos que recorre los puntos más interesantes, con posibilidad de bajarse y subirse varias veces. Y a pesar del tiempo, me quedé siempre en el piso superior que era abierto. En algunos ómnibus había auriculares en español que explicaban cosas. En otros había unas mujeres insoportables que me aturdían todo el tiempo en inglés, y que se creían graciosas. Recorrí Union Square, Civic Center, Chinatown, el barrio Tenderloin, el Puente Golden Gate y el Pier 39. Por todos lados se ve gente rara. Hippies acampando (con carpas y todo) en Union Square, al rato echados de buenas manera por la policía, hippies de los 60 que no se dieron cuenta que su tiempo ya pasó, hurgadora veterana , de guantes y con un elemento para juntar basura del suelo sin agacharse, etc. El barrio Tenderloin es el de malandras. No bajamos, pero se veían las pintas de los tipos del barrio.  El ómnibus tenía una parada antes del puente y otra después. Para no perder el entrenamiento de caminar, decidí cruzar el puente a pie. Por suerte lo crucé con viento a favor, pero vi poco por la neblina. Al llegar al otro lado, había una barrera que impedía seguir por la vereda. Tuve que volver a cruzarlo hacia atrás con viento en contra. Al llegar al origen, descubrí que estaba advertido por unos carteles chiquitos perdidos entre otros carteles que anunciaban boludeces. El puente es muy usado para suicidarse. Cuenta con un servicio para convencer a suicidas no muy decididos. Les sugieren que aprieten un botón, y por intercomunicador una persona lo trata de convencer que no se suicide. En el 79 un loco se tiró para suicidarse, pero no murió, nadó hasta la orilla y en su propio auto manejó hasta el hospital. El Pier 39 es un muelle viejo, transformado en Shopping, con muy lindas vistas. Un lugar muy agradable y con mucha gente, quizás porque era sábado. Quise ir al tranvía tirado por un cable, que sube los repechos característicos de San Francisco. La cola tenía 2 cuadras, así que tuve que subir los repechos a pie, para ver la calle Lombard y su bajada en zigzag rodeada de flores.

25 y 26 de setiembre de 2011
El 25 salgo del hotel a las 3 de la mañana, y luego de 5 despegues y aterrizajes llego a Montevideo sin problemas pero cansado el 26 a mediodía.

FIN

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